Disclaimer: Boku No Hero Academia y sus personajes son propiedad de Kohei Horikoshi.

KiriMomo.

Ligero OOC (?).

Historia corta.

Ver la diferencia entre alguien que te promete las estrellas y alguien que te lleva a ellas, es ver la diferencia entre alguien que quiere y alguien que ama.

—Mario Benedetti.

(Debía darle créditos al hombre que me ayudó con la sinopsis).

Bueno, nuevamente este trabajo está dedicado a mi querida Asamijaki que la quiero tanto.

Este es un mini-fic ambientado en el AU medieval.

En la historia se hace uso a las expresiones de "primer y segundo sol" a esto se le conoce a las dos partes del día.

Primer sol- mañana.

Segundo sol- tarde.

A la noche se le conoce con su mismo nombre.

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Capítulo 01- Un Espíritu Libre.

Hace mucho, mucho tiempo, en una tierra ya olvidada, existió un pueblo donde solo había caos y guerras. Su gente era malvada, y la oscuridad habitaba en sus corazones. Poco a poco, la ciudad era consumida por el pecado y las fechorías, las personas estaban olvidando lo que el calor de una sonrisa podía brindar.

Un buen día, el rey y la reyna engendraron una hija. Su piel era tan clara como la luz de la luna. Su cabello era una melena negra de leona donde se reflejaban las estrellas y soles. Sus ojos eran tan opacos y tan brillantes que dejaban hechizado a todo aquel que los miraba. Algunas historias dicen que la luz que reflejaban era de color púrpura, por las galaxias que se ocultaban de tras de ellos.

Todos estaban tan alegres por sus majestades que organizaron una fiesta tan grande que duró por tres días y tres noches enteras. Bailando y cantando como nunca antes habían hecho. La llegada de la princesa decidió el cambio, pues su presencia unió a los ciudadanos de ese país y restableció la alegría. El corazón de la niña era tan puro y bello que amó a su pueblo con todas sus fuerzas y les enseñó a sonreír. Pero su espíritu era libre y apasionado, la impulsaba a protegerlo y liderarlo como un león. Los guió a muchas victorias y les brindó herramientas para prosperar todos juntos.

Algunas personas creían que era una bendición que el dios de la fauna y la diosa de la luna les habían otorgado. Otros decían que ella era una diosa que bajó hasta ellos con una forma humana para salvarlos de la perdición. Pero todos y cada uno de los habitantes agradecían la llegada de la princesa.

Los años pasaron, y con ellos la princesa Momo se enamoró de un joven príncipe del reino vecino. Ese era un reino ardiente, sus habitantes parecían valorar mucho el fuego, pero aquel príncipe, tenía el corazón tan frío como el hielo. Eso fue lo que la cautivó a ella, la sencillez con la que hablaba, las miradas tan hermosas de sus ojos de diferentes colores, la rapidez con la que la dejó entrar a su vida, dejándola tan cerca y a la vez tan lejos de él. El príncipe Todoroki Shouto le había robado el corazón, la desarmaba e inmovilizaba con sólo decir su nombre.

El príncipe también estaba enamorado de la princesa Yaoyorozu Momo. Le gustaban sus ojos y su alocado cabello, su voz tan suave y tranquila, sus sentimientos tan puros y hermosos.

Ambos jóvenes estaban muy enamorados, aunque muchas veces la princesa sufrió por él. Ella era un espíritu libre que deseaba que su cabello bailara con el viento, quería que su corazón se acelerara y la impulsara a ir hasta donde su cuerpo soportara, anhelaba bailar bajo la lluvia aquellas folklóricas piezas de su pueblo para sentir que se movía en armonía con todo lo existente en el mundo. Pero él no deseaba hacer nada de eso. Él deseaba permanecer en un sólo lugar para leer un libro, no salir para resguardarse de las lluvias y dedicarse a beber el té y relatarle los poemas que escribía para ella.

La princesa no era feliz a su lado, pero estaba tan cegada por el amor, que prefería soportar estar encerrada tras cuatro paredes si eso significaba que podría estar con él. Si embargo, su pueblo no quería que su princesa sufriera, e impuso una condición para el príncipe: encerraría a la princesa en la torre más alta que pudieran construir en cuatro noches y cuatro días en un lugar lejano y el príncipe debería de ir a rescatarla de la bestia que protegería la torre.

La princesa Momo nunca estuvo de acuerdo a semejante condición, y aunque el príncipe Shouto tardó en responder, al final aceptó para casarse con su amada.

Fué así como esa misma noche, todos los varones del pueblo se reunieron en las tierras nuevas que su rey les indicó y construyeron con diligencia la torre donde su querida princesa sería resguardada. Para el final del cuarto día, el rey llevó a la bestia que protegería la torre, y entonces se dió inicio al desafío.

Todos confiaban en que el príncipe la buscaría de inmediato, pero la princesa se sentía molesta. Jamás imaginó que fuera su propia gente quien la encerraría como a una prisionera. Así que el mismo día que fue encerrada, se propuso a buscar la salida por su cuenta. Ella jamás había aceptado formar parte de eso, su espíritu aventurero la impulsaba a salir por su propia cuenta y regresar al pueblo para casarse. Y entonces, entre todos los pasillos, escuchó que alguien la llamaba. Esto logró sorprenderla, esperaba encontrarse completamente sola. Entonces se giró y fue cuando miró a un joven de cabello y ojos rubí mirándole con una sonrisa que exhibía sus puntiagudos dientes.

—¿Quién eres tú? —preguntó Momo confundida.

—Mi nombre es Kirishima Eijirou —se presentó cordialmente, haciendo una reverencia ante ella—. Es un placer conocerla, princesa.

—¿Por dónde entraste?

—Por la puerta del primer piso... —antes de que terminara, la joven se había hechado a correr. Eijirou golpeó su frente con la palma de la mano.

Yaoyorozu en cambio, corrió tan rápido como sus piernas podían, encontró la puerta que había dicho el joven de cabello rojo y la abrió, dispuesta a salir. Pero de inmediato, un inmenso dragón escarlata hizo su aparición frente a ella y liberó un rugido estentóreo. Momo sintió temor, pero no retrocedió. Se aferró a su espada y corrió hasta la bestia para enfrentarla. Sin embargo, ésta exhaló fuego antes de que lograra acercarse. Yaoyorozu se dispuso a rodear la torre para tratar de tomar ventaja pero entonces, la cola del dragón la alcanzó y la hizo volar hasta impactarse contra la estructura de la torre, quedando así, inconsciente.