Disclaimer: Los personajes son propiedad exclusiva de J. K. Rowling.
Advertencia: Slash, OoC, incesto y lemmon.
Meses.
Llevaba varios meses pensando en él, sabía lo que eso significaba, pero simplemente no podía evitarlo, mejor dicho no pudo. Era un sueño, quizás uno imposible, pero era el oscuro, interno y perruno sueño, canino, sí sus sentimientos hacía aquel chico era casi instintos animales.
Y el verlo ese día fue su detonante.
Lo amaba, lo deseaba, lo excitaba… ¡Joder! Era su sobrino- mejor dicho primo-sobrino-, su desgraciado- hermoso, guapo, oscuro y mortífago.- sobrino y lo odiaba, lo odiaba tanto como a Bellatrix, quizás más, quizás menos, ni siquiera él mismo sabía.
Ese día lo besó por primera vez. No le importo absolutamente nada, simplemente vio la gran oportunidad, entonces lo hizo. Y después de ese beso… todo. Completamente todo lo que implicaba la palabra incesto en su vocabulario.
Incesto. Oscuro, siniestro y terrible incesto, pero no le importaba, porque él lo deseaba. Y lo mejor es que era correspondido, porque sí, pese a que lo odiaba había aceptado la cita de ese día.
Él se aparece en el lugar indicado y espera. No sabía porque lo hacía, pero era su más oscuro deseo lo que lo llevaba allí y lo obligaba a olvidar la reunión de la orden que minutos después se daría a cabo en su propia- maldita y oscura.- casa.
Y segundos después de que se aparece, observa un brillo rubio platinado, acercándose a él.
Entonces sucede.
Sirius se acerca, Draco también.
¿Quién besa primero? ¿Quién después? No les importaba, simplemente unen sus labios en un beso furioso, posesivo y excitante que los hace gemir a ambos, Draco bufó mientras introduce su lengua en la cavidad bucal de su primo, que a su vez también es su tío.
Quizás es eso lo que más lo excita, lo que mas lo prende y definitivamente lo que más lo incita. Lo odia, lo aborrece, lo enloquece y peor aún lo desea, como nunca antes ha deseado a una mujer, ni siquiera a un hombre, no sabe por qué, pero es él, su primo, su tío y a la vez su perro-porque cuando Sirius se convierte es terriblemente tierno, cariñoso y más caliente, claro si eso es posible.-.
Y después se funden en uno. El calor, la pasión y todo lo demás los invade a ambos, ya poco les importa si es incesto o no. Sólo quieren vivir así… juntos. Uno dentro del otro, o encima del otro, poco les importa la posición.
Sirius tuvo un sueño, uno que se atrevió a cumplir. Draco sólo cedió a las circunstancias- y al placer claro esta.-, a la tensión y a un montón de cosas más que poco importaban, sólo quería sentir a Sirius dentro de sí o sentirse él dentro de su primo.
- Draco… Sirius.- ambos gritan invadidos por el éxtasis.
Y se besan de nuevo, justo antes de que el mundo de Morfeo los atrape.
Se odian, se desean, se sueñan, pero sobre todo Sirius… es él quién más sueña con Draco, siempre lo ha soñado y nunca dejará de hacerlo.
