Hola, después de casi un año de inactividad esta historia se me vino a la cabeza de golpe, es algo diferente a las cosas melosas que suelo escribir pero necesitaba sacarlo. Esto es algo así como mi "regreso" puesto que no pienso dejar de lado mis otros fics, solo tuve un tiempo muy largo sin inspiración.

Sin más que decir, a leer!

Obsesión

Se encontraba observándola de nuevo, su agraciado caminar, el suave contoneo de sus caderas, la forma en la que el viento removía sus largos y finos cabellos, por fuera conocía perfectamente todo de ella, cada detalle, cada rasgo lo tenía impreso en su memoria. Sin embargo era consciente de los miles de aspectos que desconocía de ella, aspectos que, juraba por su vida misma, ni siquiera el imbécil de su novio conocía aún.

-Buenos días, Itachi-sempai ¿a quién observamos?- El corazón del hombre se detuvo por breves instantes que a él le parecieron eternos, la sensación de sentirse descubierto era algo a lo que no estaba acostumbrado mas no tardo en recuperar la compostura. La chica se acomodó a su lado en el barandal e hizo ademan de buscar a alguien entre toda la gente que ingresaba al plantel.

-buenos días, Ino-san.- regreso el saludo con la seriedad que era característica de él y se dio media vuelta para dejar de ver a los alumnos que ingresaban.

-Ino está bien, y bueno ¿a quién vigilaba?- Ino era una mujer rubia con cuerpo de infarto y personalidad activa, a simple vista podría hacerse pasar por las típicas rubias de revista, un tanto torpe y hueca más ese perfil no encajaba con ella puesto que era demasiado perspicaz, analítica y franca. El apenas la estaba conociendo, ambos formaban parte del grupo de lectura de la universidad, ella se había apegado a él desde el comienzo pero eso le servía para conocerla más a fondo y saber que jamás se rendiría hasta obtener una respuesta que la satisficiera.

-a nadie en especial- dio por terminada la conversación y se dispuso a ir a su primera clase, no es como si tuvieran presión alguna por parte de los asesores, en esa universidad entraban muchos hijos de personas ricas que solo justificaban asistencia y calificaciones con dinero, y los más bajos se rebajaban al sexo.

-Itachi-sempai es siempre tan frio-se quejó la chica haciendo un puchero que la hizo parecer niña de kínder.

Itachi Uchiha era el hijo mayor de Fugaku Y Mikoto Uchiha, dueños de la empresa farmacéutica más grande de todo Tokio, tenía dinero para dar y regalar más él no era una persona altiva como se creería por su estatus económico, muy por el contrario era sereno y tranquilo aunque muy inteligente, dentro de su facultad era considerado como un ejemplo a seguir, sus maestros aseguraban no haber visto mejores notas que las de el en toda su carrera como asesores, era el objetivo amoroso de jóvenes y adultas, tanto dentro como fuera de la universidad. Era considerada un genio aun sin proponérselo.

-vaya chiste de genio-se burló de sí mismo. El jamás se había caracterizado por ser un don juan, claramente no era un adolescente hormonal en busca de mujeres candente con quienes pasar las noches, sabía perfectamente cómo tratar a una dama, tanto fuera como dentro de la cama mas no era un mujeriego empedernido y mucho menos un joven inexperto, no se asustaba del mundo del sexo ya que era algo que consideraba normal. Sin embargo, a sus 24 años era la primera vez en la que se sentía de esa manera, con la necesidad latente de vigilar a una mujer que seguramente no conocía de su insistencia.

-nee, Itachi-sempai ¿me estás oyendo?-la rubia que todo ese tiempo se había dedicado a seguir al mayor de repente topo con la espalda del mismo quién ni siquiera se inmuto al sentir el contacto, se había quedado paralizado, frente a él la viva imagen de la hermosura y el erotismo caminaba a paso lento en su dirección. Ino fijo su mirada en lo que fuera que hubiera cautivado a su acompañante y se encontró con su amiga de infancia, Hinata Hyuga, la chica era de estatura promedio, su piel era blanca y de aspecto suave y cremoso, su cabello negro era largo, sedoso y con destellos azules que la hacían resaltar aún más haciendo contraste con sus grandes y expresivos ojos color luna, lo más peculiar en la anatomía de su amiga era el increíble desarrollo que tenía puesto que sus curvas eran bien pronunciadas y hasta un tanto exageradas a la vista de muchas más que desearían ser como ella. –hee…-la siempre feliz expresión de Ino fe sustituida por una de tristeza, dejando escapar un suspiro dejo que su rostro se relajara y que su habitual sonrisa regresara a ella antes de poner en marcha su recién formulado plan. -¡HINA-CHAAAAAAN!-grito mientras se dirigía a ella, su acompañante reacciono de su letargo y tras instantes de incredulidad entro en un estado de shock progresivo, todo ante la disimulada mirada de su amiga rubia.

-I-Ino-san, Buenos d-días…- la mujer se sonrojo por la escena que su amiga estaba realizando y por haber sido tomada por sorpresa. Era la primera vez que escuchaba su voz, sintió un estremecimiento recorrer todo su cuerpo.

-nee, nee Hina ¿nos vamos a clase?- Ino era centímetros más alta que su amiga por lo que la cohibida Hyuga se veía de alguna forma más atractiva estando al lado de ella. La rubia reflejaba sensualidad en su actuar pero la más pequeña tenía algo más, era algo que no sabía describir, tal vez era eso o tal vez su retorcida mente solo buscaba más formas de hacerla ver aún más hermosa.

-P-pero yo i-iba a...-la pequeña Hyuga trato de zafarse de su amiga

-iras después Hina, se nos hace tarde-finalizo jalando a la chica en dirección contraria a la que llevaba inicialmente, todo bajo la estricta mirada del Uchiha quien se sentía olímpicamente ignorado por ambas damas. –ES MIA-pudo ver como a unos metros más adelante Ino volteaba y le dedicaba una sonrisa cínica para después deletrear esa frase y abrazar aún más fuerte a su amiga.

Itachi lo tomo con cierta gracia, de alguna forma u otra la situación se ponía a su favor, llevaba meses formulando un plan desquiciado, sabía que rompería varias reglas, tanto sociales como morales pero no quería perder a aquella mujer (a la cual irónicamente, no tenía) y ahora que tenía a alguien de la confianza de ella cerca aprovecharía aquella oportunidad. No era un secreto que Ino se sentía atraída por él y lo cierto es que, como todo buen Uchiha sabría cómo sacar ventaja de aquello, si, tal vez era despreciable, pero era un Uchiha y como tal jamás desistía de sus metas, sin importar el costo que tuviera la consecución de las mismas.

...

"te esperare a la salida, no tardes"

Era un mensaje simple pero con mucho significado para ella, estaba emocionada puesto que era la primera vez que su sempai le mandaba un mensaje, después de casi dos meses de habérselo dado. Por dentro sospechaba que las cosas no eran como ella esperaba que fueran, Itachi jamás había respondido a los coqueteos de ella, aunque tampoco la había apartado de si como con otras mujeres, tenía muchas dudas pero prefirió dejarlas de lado.

-Esto es raro viniendo de ti sempai-dijo de forma coqueta una vez que le dio alcance en la entrada de la universidad

-tengo una petición que hacerte-la voz seria del joven no logro incomodarla, en cierto aspecto estaba acostumbrada.

-¿una petición?- pregunto, habían llegado al auto del Uchiha quien caballerosamente le abrió la puerta de copiloto, todo ese comportamiento se le hacía extraño en demasía, hace tan solo unas horas batallaba increíblemente mara conseguir su atención y ahora parecía ser el centro de la misma, rememoro rápidamente sus acciones en el día buscando el detonante del cambio y una pequeña reflexión la llevo a sacar sus propias conclusiones.- ¿t-tiene que ver con Hinata?-su voz tembló sin que pudiera evitarlo, estaba muerta de nervios, quería saber la respuesta pero al mismo tiempo quería evitarla. Itachi solo se limitó a acelerar aún más la velocidad del auto al mismo tiempo que apretaba el volante.

-Ino, lo que quiero pedirte es algo que solo tú puedes hacer, tal vez sea difícil para ti asimilar lo que quiero que hagas por mí pero sé que podrás hacerlo-Itachi detuvo el auto frente a un complejo de apartamentos sumamente elegantes, con rapidez bajo del auto y se colocó al lado de Ino quien había bajado por su cuenta del auto

-¿Por qué estás tan seguro de que podré hacer lo que sea que me pidas?-pregunto apretando su bolso contra su pecho el cual tenía rato latiendo desenfrenadamente

El joven Uchiha tomo aquella pregunta como su vistoria, utilizo parte de su voluntad en reprimir una sonrisa y con rostro sereno le respondió a la mujer delante del el –porque sé que estas enamorada de mi-la simpleza que la rubia percibió en su voz le confirmo que él no estaba mintiendo, conocía acerca de sus sentimientos por él. Se quedó sin habla y un temblor se apodero de sus piernas, por alguna razón el miedo se instaló en su ser y la necesidad de salir huyendo se hacía cada vez más grande. –Ino, solo acepta ayudarme, puedes confiar en que sabré como recompensarte-la rubia tembló al notar la repentina cercanía del Uchiha, sintió como una de sus fuertes manos se posesionaba en su cintura mientras que la otra realizaba una suave caricia en su mejilla. Los colores subieron a su rostro de forma precipitada y los nervios se encontraban a flor de piel, de no haber sido sostenida por el de seguro se encontraría en el suelo.

-y-yo…-no tuvo tiempo de terminar su frase puesto que el hombre había acortado la distancia entre ellos y había sellado sus labios con los suyos. Ino sintió que todo el calor de su cuerpo comenzaba a acumularse en un lugar diferente.

El beso subió de intensidad una vez que fue correspondido plenamente por la rubia, se separaban por breves instantes para lograr conseguir oxígeno para sus pulmones e inmediatamente regresaban a su labor. Dentro de ella una tormenta de emociones comenzaba a desatarse, ni en sus sueños más íntimos se imaginó estar de esa manera con el hombre que le gustaba, había perdido completamente consciencia de su entorno físico lo siguiente que supo es que entre besos se habían metido al elevador del edificio, se sentía extraña mas no quería parar por ningún motivo.

-aah…-dejo escapar un leve gemido cuando, una vez dentro de uno de los departamentos Itachi se atrevió a explorar su cuerpo, sintió una de sus firmes manos colarse por debajo de la blusa y acariciar uno de sus senos por encima de la tela del sostén. Itachi dejo salir una sonrisa lasciva mientras seguía en su labor de besar y lamer el cuello de la joven, las reacciones de la rubia solo le confirmaba el rumbo positivo que tomaba su plan. Lentamente desabotono su blusa dejando al descubierto la blanca tela del sostén, una vez terminando de quitar la prenda una de sus manos siguió con la labor de acariciar esa zona tan sensible mientras que la otra recorría lentamente el abdomen plano de la chica. Ella por su parte no sabía qué hacer, al contrario de lo que muchas personas creían, jamás había intimado con un hombre por lo que no sabía cómo corresponder a todo el placer que el Uchiha le estaba proporcionando con mucho nerviosismo llevo sus manos a la ancha espalda del hombre y tras breves instantes sintió que la tela le estorbaba en su exploración por lo que de forma torpe procedió a retirar la playera que cubría su bien trabajado torso.

-mmh…-el gemido de ella retumbo por toda la habitación, Itachi había comenzado a acariciar su zona íntima con mucha maestría, alternaba entre roces y pellizcos que la hacían perder la cordura. –I-Itachi…-no supo en que momento habían terminado sobre la cama del nombrado pero agradecía estar sobre la misma ya que de otra forma habría caído al suelo cuando el hombre introdujo un dedo en ella mientras que con su mano libre amasaba su seno derecho y jugaba con el izquierdo con su boca. –aaaah…-su placer aumento cuando introdujo un segundo dedo y comenzó a bombear con más fuerza dentro de ella. Itachi por su parte trataba de reprimir las ansias que crecían dentro de él al imaginar en lugar de la rubia al objeto de su obsesión, cada que cerraba los ojos la veía a ella disfrutar bajo su cuerpo en lugar de Ino, se preguntó si los sonidos que saldrían de su boca sería igual o más excitantes que los que profería la rubia, si ella se mojaría con tanta facilidad como ella, si su respiración se tornaría tan dificultosa como la de ella, no podía evitarla, su cuerpo y sus sentidos estaban intoxicados de ella. Un destello cruzo por su mente ¿y si ella ya había realizado este tipo de cosas antes? La simple idea lo encolerizo, después de todo su preciosa princesa no estaba sola, hacía más de medio año que salía con el idiota de Kiba Inuzuka. –AAAH!...MMMH!...-los gemidos de la rubia incrementaron al aumentar la velocidad de las embestidas, la ira que el pelinegro estaba reprimiendo la desquitaba en corromper el cuerpo de esa mujer que servía en ese momento como sustituta, se maldijo internamente por pensar en eso justo en ese instante, la molestia entre sus piernas comenzaba a dolerle, la rubia llegaría rápido a su primer orgasmo y él no tenía más opción que imaginarla a ella para poder seguir adelante con lo planeado. Ya más adelante se ocuparía del Inuzuka en caso de que haya profanado el cuerpo de su princesa.

-AAAAAAH I-ITACHI…-el primer orgasmo de ella fue abrazador, logro llenar la mano del hombre con el dulce néctar proveniente de una mujer, la erección que tenía ya no se podía disimular e incluso le comenzaba a doler, mientras dejaba que la mujer se recuperara de la primera descarga se quitó su pantalón y su bóxer quedando también el completamente expuesto ante la rubia la cual se sorprendió una vez que pudo enfocarlo correctamente, su rostro se contrajo en una mueca de miedo e inseguridad, el contuvo una carcajada, sabia el efecto que causaba en las mujeres ya que todas con las que había estado ponían un rostro similar al ver su hombría en todo su esplendor.

-Ino, sé que sería injusto detenerme ahora pero… ¿tú eres virgen cierto?- recobrando la máscara de caballero hizo uso de toda su voluntad para no reír frente a la cara de desconcierto de la joven, la parte final de su plan estaba por consumarse.

-s-si…- atino a responder desconociendo el porqué de la pregunta, de lo único que estaba segura es de que ella no quería detenerse.

-esto no es correcto Ino- le dio la espalda mientras se sentaba a la orilla de la cama, Ino aun sin entender también se incorporó y se situó detrás de el a la espera de lo que sea que tuviera que decirle -debes de hacer esto solo con la persona a quien tu ames, lamento haberte llevado hasta este punto- la carnada había sido tirada y solo esperaba a que su presa reaccionara adecuadamente.

-¡p-pero yo si te amo I-Itachi!... no quiero experimentas e-esto con nadie más que c-contigo, te he a-amado desde hace m-mucho tiempo-el rostro de la rubia se encontraba rojo, había necesitado de todo su valor para poder decir esas palabras. Itachi contuvo otra carcajada, las cosas habían salido justo como lo había planeado. Lentamente volvió a recostar a la rubia sobre la cama y se posicionó encima de ella, con un poco de delicadeza abrió sus piernas y se acomodó en su entrada para después sin miramiento alguno entrar en ella de una sola estocada.

-AAAAH, P-POR FAVOR D-DETENTE-el dolor que sintió fue indescriptible, se aferró lo más que pudo a la espalda del hombre, enterrando sus uñas dentro de ella en el proceso, sus paredes no habían terminado de acostumbrarse al intruso cuando Itachi comenzó a moverse dentro de ella.-d-detente-su voz sonó menos fuerte más sin embargo el hombre hizo caso omiso, no había tenido muchas oportunidades de estar con una chica virgen pero la sensación que experimentaba era sumamente placentera ya que la rubia era en extremo estrecha y la fricción producida por sus embestidas lograba estimular plenamente su miembro. Ino se acostumbró después de unos minutos a la intromisión dentro de su ser y el dolor inicial comenzó a transformarse en puro placer, Itachi se permitió soltar unos roncos gemidos debido a la excitación que tenía y que era acrecentada por su imaginación, en su mente la chica que se estaba entregando a él no era nadie más que Hinata, la princesa Hyuga.-aaaaah... m-mas…-la voz de Ino sonaba desesperada, jamás en su vida había sentido tanto placer y al ser Itachi el que se lo proporcionara se convencía cada vez mas de que lo amaba, ahora no importaba que fuera lo que él le pidiera, lo cumpliría sin poner ni un pero, haría cualquier cosa que el pidiera, daría cualquier cosa por él, porque lo amaba. El ritmo de las embestidas aumento, en la habitación solo lograba escucharse el sonido de los cuerpos chocando y los gemidos provenientes de ambas partes. La acción llego a su punto máximo y ambos llegaron a su clímax.

-I-Itachi…-una vez que se separaron, Ino se removió para dejarle espacio a Itachi y que este pudiera recostarse en la cama, apenas lograba recuperar su respiración normal pero un poco de consciencia había vuelto a ella y la duda se instaló nuevamente, ahora que estaba segura de que es lo que sentía por el hombre azabache a este solo le quedaba darle la orden de que tenía que hacer, sin importar que fuera estaba segura de que lo cumpliría -¿c-cual es l-la p-petición que tenías p-para mí?-el mayor sonrió para sí mismo, se acodo de lado para poder verla directamente a la cara y espero a que ella hiciera lo mismo, luego tomó su barbilla con una de sus manos y la sostuvo sin aplicar presión.

-Quiero que me ayudes a llegar a ella-fueron sus palabras, Ino no salía de su shock cuando Itachi sello su trato con un beso.