Secuela de "Donde empieza el infinito" , aunque esa historía es más un prólogo largo. No es necesario leerlo parar entender, pero es altamente recomendado. Este son las notas preliminares, y un poquito de drama. (Pd. El potterverso obviamente le pertenece a Rowling)


Antes de Empezar

Es domingo en la noche y llueve. El último día de un viaje que debió durar diez días pero tardó doce. Mañana es la luna llena. Remus Lupin normalmente pasa ese tiempo acostado en una cama, leyendo algún libro y bebiendo mucho chocolate, sintiendo que los huesos se le están dehaciendo bajo el fuego y escoge no quejarse. Esta vez el diferente. El problema no es el dolor, es que esta agotado hasta que parpadear requiere esfuerzo consciente. Ha estado viajando en el asiento trasero de una moto voladora por casi dos semanas, día y noche. Ha sido el mejor viaje de su vida, pero todo su cuerpo lo resiente.

"No, Sirius" Dice pero es inútil y lo sabe, quizás no lo dijo, sólo lo pensó futilmente. Estan frente a la tan afamada y esperada casa del lago. La casa que Sirius compró, el lugar dónde nadie quiere ni debería vivir, excepto un grupo de muchachos con espíritus aventureramente maliciosos. Ha estado deshabitada por casi una década. Sus últimos habitantes la abandonaron cuando uno sus sirvientes se perdió en el bosque y no regresó, se dice que es uno de los bosques más peligrosos de Inglaterra y que tiene criaturas mágicas que aún no han sido documentadas. Numerosos muggles se han perdido allí y tres magos en diferentes ocasiones. Además, los dueños aseguraron que en el lago habita un monstruo marino gigantesco que a veces sale a la superficie y es capaz de exhalar fuego, se cree que es algún cruce de un dragón con una criatura acuática. Algunas personas afirman que las desapariciones no se producen en el bosque, sino en un amplio complejo de túneles que rodea la propiedad, pero no hay pruebas hasta ahora de que tales túneles existan ni razón alguna por la cual se podrían haber construido.

"No hay otra forma Rem, no veo un coño". Llueve y lo único que puede verse medianamente es el el reflejo de algo de luz en el lago. Sirius va a aterrizar en el muelle. Uno largo, como una caminería de madera que se extiende sobre el agua. La lluvia parece estarlo rompiendo y definitivamente no va a soportar el peso de la moto. Sirius aterriza rompiendo todas las tablas, levitando un poco sobre ellas, tanteando si en algún tramo es más estable. Se ríe, lo está disfrutando. Las tablas de madera se están dehaciendo en crujidos que acompañan a la lluvia fría. Cuando se detiene casi todo el muelle está destruido y finalmente están en casa, aunque esté en ruinas.

Sirius se baja enérgico con la adrenalina calentando un poco las manos entumecidas. A Remus le lleva más tiempo y ni siquiera lo logra por completo. Tropieza a los dos pasos y termina por caerse. "Lunático, coño, ya llegamos, ya pasó la peor parte" dice ayudándolo a levantarse. Miente, mañana es la luna llena. Hace que se recargue sobre él y lo acompaña adentro, dejando la moto en la lluvia sobre una superficie inestable. Pero la casa está igual de inestable. Cubierta de una gruesa capa de polvo, y moho. Los rastros de pestes mágicas están en todas partes. "Lunático, lo hiciste de puta madre. Voy a arreglar esto y hacer fuego. Sólo necesito media hora" Miente, para arreglar esa mierda necesita dos semanas. Remus lo mira, y los ojos son como dos velas amarillas encendidas bajo la lluvia, el agua que corre por su cara no importa cuan fría es cera derretida. Asiente, medio sonríe.

Sirius sale de nuevo por la moto y los baúles. Debieron pensar esto mejor. Debieron escoger otro lugar para esta luna llena. Un bosque normal, una casa que no estuviera en ruinas. Estaban borrachos en la gloria de haber terminado Hogwarts. Él también está cansado, le duelen todos los músculos, hasta algunos que no sabía que tenía. Pero no iba ni a pensar en ello. Porque Remus debe estarlo sintiendo diez veces más intensamente, tanto que no tenía ni fuerzas para hablar. Pero ya es muy tarde para lamentarse, tampoco se arrepiente de todas maneras. Respira hondo y piensa en un plan.

Una habitación, todo lo que tiene que hacer es buscar la que esté menos jodida, limpiar suficiente y encantar una cama o transformarla de algún pedazo que madera que todavía no esté podrido. Hacer una fogata portátil en un caldero grande y poner a cocer un poción para Remus. Comer lo que haya, ya casi no queda nada. Para este momento ya James, Lily y Peter deberían haber llegado con comida, medicinas y algunas otras cosas. Pero fueron ellos los que se atrasaron. Lo consigue a medias, quita el polvo y la mayor parte del moho, esta habitación no tiene doxys o alguna otra plaga especialmente molesta. Los restos de los muebles que quedaban los lanzó por la ventana. Remus se durmió al instante y Sirius puso a calentar chocolate caliente con algunas gotas de sangre de salamandra y el poquito de poción revitalizadora que quedaba. El ingrediente especial se había acabado. Quedaban un pan, algo de mantequilla y un frasco de aceitunas.

Sirius le quitó la ropa mojada pero no se molestó en colocarle seca y ahora lo mira. Un cuerpo amarillo, lánguido, surcado de cicatrices en diferentes tonos y formas, líneas que forman el mapa del infinito. Joder, Remus Lupin es casi demasiado amarillo. Los ojos color miel, el cabello como arena, la piel como pergamino antiguo. Si no fuera por las cicatrices que dibujan patrones y caminos, entonces sería demasiado amarillo. "Rem, lunático despierta. Tienes que comer algo, yo no se que hacer, tenemos que esperar a que Lily llegue. Pero comer debe ayudar" Remus se frota los ojos despertando desorientado. Asiente y sonríe. Se sienta y sin pudor alguno ante su desnudez sostiene la taza y se toma el chocolate, sintiendo la tibieza bajando por su garganta. Toma la mitad pan y la otra se la devuelve a Sirius. No hay nada más y lo sabe. Sirius aristócrata por excelencia, despilfarrador de primera clase, por una vez entiende que se siente tener los bolsillos llenos de galeones, un sólo pan y ningún sitio donde comprar. La impotencia del pobre, de que no puede alimentar apropiadamente a quien quiere, ni a él mismo.

"¿Te duele, Rem?" pregunta y para entonces Sirius debería saber que Remus no miente y ese fue un mal movimiento. "Joder, sí" contesta. Bajo sus ojos miel las ojeras son un color peligrosamente cercano al verde. Los labios rotos por la fiebre que no termina de ceder. La misma mierda de siempre. Remus necesita comer y dormir apropiadamente, en especial cuando se acerca la luna llena. Y Sirius siempre lo lleva hasta el borde de su límite de resistencia, hasta termina febril, adolorido y exhausto. "Lunático" dice, sólo eso y él entiende. "No te preocupes Sirius, valió la pena" contesta lentamente, ese tono de voz exacto que tiene la consistencia de la mantequilla y una sonrisa que con todo y el cansancio logra ser maliciosa.

Sirius sonríe de vuelta vacilante, las misma sonrisa tiene una culpabilidad intrínseca sólo por existir, entonces Remus se deja caer en cama de nuevo, sin delicadeza, se derrumba. Se queda allí tendido sin fuerzas para levantarse. Se sabe observado, le da ganas de reírse que sin verlo, sabe exactamente cual es la expresión de furia que tiene Sirius. "¿No te cansas de esto, Canuto?" dice lentamente. "¿No piensas, a veces, que sería mejor estar con alguien normal?" completa sabiéndose físicamente incapaz, sabiéndose una carga que él mismo no puede llevar.

Sirius lo levanta de un tirón y con brusquedad. "Si repites eso, si vuelves a decir una mierda así, voy a estrangularte" responde sosteniéndolo con violencia. "Yo sí. Me canso de esto, no siempre, pero es que a veces..." contina al borde de la desesperación, parece que cada movimiento resuena en puntos calientes de dolor en todo el cuerpo. Ya no puede pensar más. Le duele cada poro de la piel. Siente la fiebre en las entrañas y las vísceras queriendo escapar por la boca. Y lo peor está por venir. La luna llena es mañana, Joder, a veces es demasiado. Sirius supira. "Eres un lunático de mierda" dice más suave abandonando la agresividad. Se frota la cara con las manos. "¿Qué si me cansa? Esto me jode la vida cada puta vez. Pero jamás pienso en estar con alguien 'normal', porque es que yo no quiero estar con nadie. Si pudiera Lunático, si pudiera no estaría contigo tampoco. Pero no puedo" Una sinceridad tan plena que es casi cruel. Remus acomoda las verdades suavemente, las dice sin pantomimas ni alardes. La verdad en la boca de Sirius es un escándalo áspero. No estaría con nadie, preferiría no quererlo, pero ya no puede decidirlo.

Remus suspiró resignado ante un nuevo esfuerzo sobrehumano. Él sabe muy bien donde están los límites y haría bien en respetarlo, pero los ignora siempre. Destructivamente irreflexivo, la misma esencia de irreverente y desvergonzada de la oveja negra de la familia más oscura que lo mira desde el otro lado de una cama que no le hace justicia al comienzo de una nueva era. Se acerca pausadamente, tan premeditado como si de verdad tuviera otras opciones. Escurre la su mano tibia bajo la franela de Sirius, sin ninguna prisa por quitarsela. Aún en la frustración furiosa, Remus avanza con calma y esa caricia tan medida y lúcida le desbarata la conciencia a Sirius. Le azota como látigo, porque después de mucho tiempo finalmente entendió que lo que se desborda de la piel como un volcán, no siempre se manifiesta en violencia.

Aun en la catarsis más desesperada, Remus no abandona la consistencia de la mantequilla que se derrite sin alardes bajo el sol. Y sin embargo, él lo siente, aprendió a verlo, la furia que corre en un gesto pasmoso, la marea de demonios que miran desde la absoluta calma de aquellos ojos amarillos. Y entonces esos movimientos descartables e insignificantes, al contacto con su piel se descubren como lo que verdaderamente son. Sirius se ve sumergido y electrificado en una guerra interna, pero no propia. Indefenso, porque él no tiene armas amarillas para resguardarse. Indefenso, porque su piel es incandescente y como los débiles no puede reprimir la oleada de violencia. Ha de ser por eso que Sirius casi invariablemente lo muerde, lo usa, lo dobla, lo somete a la indignidad del sirviente, lo sostiene sin clase, lo posee sin clemencia. Recorre los caminos de mapa como una tormenta irascible que inunda cada surco. Se encamina hacia el infinito en una faena suicida. Lo mata, cada vez, Sirius lo asesina y lo hunde en la oscuridad profunda de la muerte, ahí donde la calma es verdadera. Suicida, porque matarlo es morirse.


Notas Preliminares

Este es (de nuevo) el proyecto más ambicioso que haya hecho jamás. Debia terminar "Más allá de la verdad" antes pero cada vez que lo intento empiezo a escribir esto. Asi que a aqui va. Este fic en tiene intención de poder ser leido en dos ordenes. El de publicación y el cronológico. En la publicación alterna el comienzo con el final de la historia para terminar, finalmente con el nudo de la trama. En el cronológico es, bueno, en el orden lógico. Para futuras referencias y dudas acá los dejo.

Cronológico

0. Antes de comenzar

1. La luz me ciega

2. El sol me quema la piel

3. Primavera brillante

4. Afuera llovizna

5. Entre las nubes se cuela la luz

6. Las estrellas aun tiritan

7. El último amanecer

8. Mírame como antes, por última vez

9. El primer ocaso

10. En el cielo ya no brilla nada

11. Las nubes se comieron el sol

12. Adentro, diluvia

13. Otoño penumbra

14. la nieve me congela los huesos

15. La oscuridad me ciega.

(Notas finales) Despues de terminar

Publicación

0. Antes de comenzar

1. La luz me ciega

2. La oscuridad me ciega.

3. El sol me quema la piel

4. La nieve me congela los huesos

5. Primavera brillante

6. Otoño penumbra

7. Afuera llovizna

8. Adentro, diluvia

9. Entre las nubes se cuela la luz

10. Las nubes se comieron el sol

11. Las estrellas aun tiritan

12. En el cielo ya no brilla nada

13. El último amanecer

14. El primer ocaso

15. Mírame como antes, por última vez

(Notas finales) Despues de terminar

Luego de esta mega nota haré lo posible por manterlas lo más cortas posibles y responderé reviews, dudas o lo que sea por PM. :)