Prefacio
-Por qué a lo único que podía aferrarse era a eso, a la esperanza, la esperanza de que el día siguiente llegaría-
Su cabello negro azabache volaba libremente por el viento haciendo formas en el aire para luego deshacerse y volver a formarse otras, una sonrisa traviesa adornaba su rostro, como la de un niño planeando alguna travesura, sus ojos tenían cierto brillo, uno de amor, uno de pureza.
Caminaba por la orilla del lago mojando sus pies descalzos, el atardecer relucía en su blanca tez con pequeños destellos dorados.
Unos metros más allá vio la silueta de una mujer sentada sola en el muelle, podía observar su contorno, frágil y pequeño, sintió una opresión en el pecho, que decidió llamarla "curiosidad"
Llegó rápidamente, donde se encontraba la pequeña, como le decían los del equipo
-¿Qué haces tan sola pequeña?- Susurró cariñosamente sentándose a su lado, ella dio un respingo al notar como Alec se sentaba a su lado
-No te escuche llegar- Dijo apoyando su mano en su corazón tratando de tranquilizarse- Observo cómo termina el día, por más de que haya sido hoy un gran día para muchos, termina, como todo lo demás- Dijo ella sin darse cuenta como una lágrima caía por su mejilla
-¿Por eso lloras pequeña?- Dijo el estirando su mano a su mejilla para limpiar con su pulgar la lágrima que ya se encontraba en su mentón
Ella sentía un mar de emociones dentro, se sentía tan sola, tan rechazada, no sabía cómo él había llegado a ese lugar, sentía como las lágrimas se acumulaban dentro de sus ojos amenazando con salir en cada segundo, pero luchaba por disimularlo, no debía mostrase frágil frente a él
-Sabes que puedes confiar en mí, siempre estaré para ti, lo prometo- Y esa fue la gota que colmo el vaso, las lágrimas que segundo atrás estaba intentando contener bajaron por sus mejillas libremente, empapando su rostro, Alec la abrazo por los hombros dándole un espacio en su pecho donde llorar
-No deberías prometer cosas que no sabes si las cumplirás- Murmuro ella cuando ya estuvo un poco más calmada, se separo de él, dejando parte de su remera mojada por sus lágrimas, se dedico a mirar el horizonte, dejando ver su perfil, su nariz recta y sus pómulos marcados y brillantes por las lágrimas que recién caían, las que el intentaba consolar
-Es que estoy seguro que esto lo cumpliré- Dijo dedicándole una media sonrisa, ella volteo y miro directamente a sus ojos, su ojos color chocolate hurgaban dentro de él buscando algo, su mirada se volvió algo defraudada al no encontrar lo que buscaba, bajo su mirada y jugó con un hilo que colgaba de su vestido veraniego
-¿Por qué estás aquí Alec?- Dijo tímidamente sin separar la vista de sus manos, que se movían rápidamente, enroscando y desenroscando el hilo por sus finos dedos, el estiro su brazo y apoyo su mano en sima de la suya para detenerla, ella levanto la mirada para encontrarse con unos ojos verdes comprensivos, retiro su mano suavemente, algo incomoda por la acción del chico y paso su mano disimuladamente por su cabello, para que no mal interpretara la acción
-¿Por qué lloras?- Repitió el, evadiendo la pregunta con otra, el semblante de la chica cambio drásticamente, y en sus ojos se agruparon unas nuevas lágrimas, instantáneamente el muchacho se arrepintió de su estúpida pregunta –Parece que el destino quiere que este junto a ti en este momento, ya que caminaba solo por la playa, quería salir de la rutina, relajar la presión que sentía, pensaba que un poco de caminata estaría bien, me relajaría, fue entonces cuando vi a una hermosa muchacha en la punta del muelle, pensé "Oh Alec mira eso, ¿No te parece perfecta?" sin saber que eras tú- El murmuro las últimas palabras, esperaba engañarla, por qué él no podía engañarse a sí mismo, muy bien sabía que era ella al ver solo su silueta, la conocía demasiado bien, no se podía engañar
-No seas tonto, nadie es perfecto- Dijo con una pequeña sonrisa de pura melancolía, que rompió el corazón del muchacho en segundos, sin saber que hacía movió nuevamente su mano suavemente por la madera vieja del muelle hasta dar con la suya, ella se sobresalto por el cálido tacto de la mano del chico pero esta vez no retiro su mano- ¿No deberías estar ahora con Rachel?- Murmuro la chica
-Creo que en este instante debería estar contigo- El le dio un suave apretón a su mano- Con nadie más- Concluyo acercándose un poco a ella, ella tardo en reaccionar, se sentía abrumada por sus sentimientos, ¿Qué hacía ahí? Esa pregunta rondaba por su mente, pero una la torturaba mas, ¿Qué hacía él allí?, el tomo ese silencio y esa cercanía permitida por parte suya como un avance, y se arriesgo a mas- Haría todo por borrar esas lágrimas que caían por tus mejillas, por impedir que sucedieran, y por evitar que vuelvan a suceder-
El levanto su mano para acariciar su mejilla, mientras ella tenía su mirada perdida entre las montañas, donde el sol lentamente iba ocultándose, despidiéndose, dejándola en la oscuridad, como muchos lo habían hecho.
Durante muchos años había reprimido tantas lágrimas, se decía que esas personas no valían sus lágrimas, y que tampoco valían el ocupar sus pensamientos, se repetía eso constantemente, para evitar encontrase con la realidad, fingía ser fuerte, para no encontrase que era más débil de lo que pensaba, y eso la mataba, la mataba seguir intentando ser alguien que sabía que estaba lejos a llegar a ser, y esta tarde, todo fue confuso, rápido, esa tarde le habían abierto los ojos, la habían hecho ver en la persona que se había convertido, esa que trataba de superar, desde hace semanas, esa que siempre estará con ella, pegada a ella como una interminable tortura, recordándole todo lo que hizo
El sol ya se había ocultando por completo, dejando el cielo en un suave color violáceo, y una mancha naranja con matices dorados donde hacía unos minutos estuvo el sol, ella levanto su mirada, buscando algo, el siguió su ejemplo y también levanto la vista, viendo miles de puntitos blancos, pero uno llamo su atención, era normal, un poco más pequeño que el resto, pero lo de pequeño lo arreglaba con resplandor, brillaba como diez de esas estrellas juntas
-Están hermosas- Dijo ella dejando salir todo el aire de sus pulmones en un suspiro- Pero nunca se comparan con el sol- Dijo con tono triste, el analizo la situación rápidamente, comenzando a hablar
-Lo que sucede es que el sol, cuando se va, nos deja sumidos en una gran oscuridad, y nosotros estamos tan tristes pensando que nos dejo solos, que no nos damos cuenta de las millones de luces que nos dejo, para hacernos ver, que nunca nos dejará, por que por más de que se vaya, el siempre estará, por que el está en cada una de esas pequeñas estrellas, que brillan siempre intentando llamar tu atención para poder decirte "Nunca te dejare sola, siempre estaré junto a ti"- Murmuro sin dejar de mirarla, pero no bajo su mirada del cielo
-No deberías estar aquí- Dijo sin bajar su mirada- Tú no sabes quién soy verdaderamente- Murmuro, acertando en el blanco, el se quedo en blanco, por más de que intento en estas últimas semanas, no sabía nada acerca de ella, ella era enigmática, nunca le dejaba ver quien era verdaderamente, un día estaba hablando mucho, al día siguiente se encontraba abstraída, para el ella era un verdadero rompecabezas, el intentaba entrar en su corazón, y cada vez que pensaba que lo hacía encontraba otra cerradura, ella nunca terminaba de mostrase completa a el
-Lo intento verdaderamente Nessie, sinceramente ya no se qué hacer, intento hablarte, pero me evades, intento conocerte pero te cierras de mi, quiero saber quién eres Nessie, déjame saber quién eres- Dijo en tono casi desesperado, ella se quedo sumisa de sus pensamientos, por más de que quería decirle a Alec todo, no podía, sabía que era un acto muy egoísta, es que ella no podría, no soportaría, perderlo a él, el justamente él, el único que se mostraba verdaderamente atento con ella, quien en este momento intentaba comprenderla desesperadamente
-Te hago un favor haciendo esto Alec, aunque no lo creas, será mejor así- Dijo en tono triste y suave, casi melancólico, retiró su mano suavemente luego de dale una caricia con su dedo pulgar en el dorso de su mano, fijo su mirada en sus ojos verdes, los ojos mostraban una tristeza increíble, hizo ademan de levantarse, y cuando lo hizo camino unos pasos hacia la salida- Tu no perteneces conmigo Alec- Dijo volteándose para mirarlo- Tu perteneces con Heidi- Dijo con una sonrisa, que no mostraba ningún tipo de alegría, luego se volteo y camino lentamente hasta desaparecer por las sombras que brindaban los fornidos árboles
El se quedo inmerso en sus pensamientos, sabía que ella ocultaba algo, era más que evidente, quería saber que era, quería estar con ella para ayudarla a superar esto que le causaba tanto daño, quería estar con ella para comprenderla, para amarla, para consolarla, para llorar con ella, pero ella no se lo permitía cada intento era un nuevo fracaso, y cada fracaso se volvía en sed por saber más de ella, quería respuestas, necesitaba respuestas, tenía demasiadas preguntas e ideas en su mente, y se dio cuenta de algo, no importa cuánto cueste, el tarde o temprano sabría que escondía Renesmee Cullen
