EL BRAZALETE

La luna plateada, luna como un queso según reclamaban los ruidos de su estómago pero eso fue antes del aullido, de tener al lobo sobre él …ese resplandor en su pata peluda fuerte el bosque del Palatinado, el corazón de Alemania .Yo visitando a mi amigo el artesano que decidió quedarse bando por Europa gracias a su encanto y buena fortuna, me asombró su contacto en redes sociales: hablaba de una comunidad de casi hippies por sus selfies comprendí el atractivo extra: María una sueca de cabello rubio descolorido, vestida casi de gitana pálida pero de ternura firme que hizo a mi amigo echar raíces, una artesana, una relación libre como él definía, vivían en un motor home allí María de cara de luna llena y frágil belleza, vestida de túnicas largas, se ufanó en hablarme en mi idioma y hasta cocinar un plato típico, iría por otros pueblos a vender las artesanías, mi amigo me recomendó que yo solo descubriera el encanto de los bosques por la noche, María pareció bajar la vista algo perturbada y él rió "vamos querida n creerás en las leyendas urbanas esas de los hombres lobo con esta luna llena y demás! "Yo recordé que a él le gustaban las películas de terror. María estaba un poco avergonzada pero antes de marcharse él le hizo un obsequio: un brazalete labrado algo ajustado a su muñeca algo así como un anillo de compromiso, ella estaba tan emocionada que sentí envidia por mi amigo. Dijo que nunca se lo quitaría y yo noté que ese broche puesto así tan rápido tal vez le fallara y efectivamente no pudiera quitarlo de su muñeca. La despedimos, quería seguir el viaje sola y mi amigo me entregó una mochila bien provista dijo que él iría a buscar más cuentas de cristal y demás para su negocio me pidió que buscara en el bosque alguna madera para seguir con sus artesanías entregándome un hacha pequeña, yo pensé si no era ilegal destruir propiedad privada esos bosques no parecían serlo y respire hondo con algo de temor. ¿Montañismo yo? Jamás solo camine disfruté el aire ya visitaría los pueblos típicos, probaría el vino y demás cuando…vi unas ropas arrojada a los pies de un árbol…fruncí el ceño. La luna me alumbró tan plateada tan fría…pero un hombre lobo ya era parte de las leyendas para avivar el turismo…a los europeos no se le escaparía una bestia así… una jauría. Una ropa larga negra…una lujuriosa pareja sintió el embrujo de la luna llena. Al instante caí la mochila aun lado y sentí el impacto del ataque, caí mirando la luna si de fácil sobre mi pecho un lobo de piel reluciente que gruñía molesto de mi presencia. Luego vi el fondo de sus ojos… esos ojos remarcados en negro, no eran ojos animales pensé y por la forma de mover su cabeza…lo olvidé todo, el terror las leyendas, los gritos que debían salir de mi garganta, aproveche que echó atrás su cabeza para aullarle a la luna, llegué a ver la pequeña hacha escapada del bolsillo de mi mochila y la tomé, también vi el resplandor y sin más cerró los ojos y asesté un golpe. El lobo gimió, si gimió de forma humana y se alejó rengueando. con mi sangre aun helada recogí el muñón de su para izquierda, lo envolví en esas ropas y corrí a toda velocidad hacia donde debía estar el motor home de mi amigo estacionado allí en lo menos espeso del bosque, la luna no brillaba ya y por su gesto parecía que él se hubiera enfrentado a un lobo. Estaba tan trastornado que solo sostenía su teléfono su cara era la de un fantasma

-María fue atacada por unos ladrones, le dije que era peligroso pero nunca escucha parece compenetrarse tanto con la naturaleza…-su voz era un hilo-está en un hospital perdió su mano izquierda…

Mi amigo cayó, yo había depositado a sus pies la túnica que hallé en el bosque y el brazalete, si el brazalete de María que el lobo lucia atrapado en su pata, pata que ahora era una mano femenina, la mano de una artesana…

FIN