"Noche buena".

Ese era el primer fin de año que Vegeta pasaba en la tierra. Durante tres años no había hecho otra cosa más que entrenar y entrenar con el fin de derrotar a los androides (y, bueno, dicho sea de paso, engendrar un hijo).

Así que para el príncipe era totalmente nuevo y desconcertante eso de las luces y arbolitos adornados por todas partes, incluyendo a su propia casa. Pero claro, él jamás se rebajaría a preguntar el motivo de dichas cosas y con el orgullo en alto fue sacando sus propias conclusiones por lo que iba escuchando.

–¡Ah! Pronto será Nochebuena –suspiró Bulma en cierta mañana–. Es una lástima que tú todavía sigas siendo muy chiquito para participar de toda la noche, Trunks.

El bebé rió ante la caricia que su madre le hizo.

"¿Noche buena? ¡Ah! Creo que voy comprendiendo de que va todo eso", pensó Vegeta, aunque sin comprender el por qué tenían que andar pregonando algo tan íntimo. Vaya que los terrícolas eran una raza muy extraña.

La segunda cosa que le sirvió para confirmar su teoría fue cierto verso que escuchó recitar (a medias) en la radio y que más o menos decía así:

Pastores y pastoras

Abierto está el Edén

¿No oís voces sonoras?

Los cantos y los vuelos
invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra... y corazón
.

Pero seguía preguntándose ¿por qué esperar hasta cierta noche en especial? ¿Es que simplemente no podía hacerse antes? Sonrió algo pícaro, quizá esperar hasta esa fecha le daba un plus.

Satisfecho por sus descubrimientos esperó expectante a la fecha señalada, orgulloso de no permitir que su mujer le tomara desprevenido por creerle ignorante de las costumbres humanas. Poco se imaginó que la 'Noche buena' también conllevaba una cena admirable y vino hasta decir basta.

Satisfecho con el 'aperitivo' miró a Bulma una vez se marcharon toda la familia, para después acorralarla en medio del comedor.

–¡Ve-Vegeta! –dijo un poco asombrada la mujer, aunque sin poder resistirse a los roces del príncipe.

–¿Qué? ¿Pensabas que no sabría que hoy es la noche buena? –ronroneó en su cuello.

–¿Noche…? –Bulma sonrió divertida, al parecer Vegeta había confundido lo que era la 'Nochebuena', de una 'Noche buena'.

Bueno, si era así, ella no lo sacaría de su error. Después de todo jamás se perdonaría herir el orgullo del príncipe de los saiyajin.

–Feliz Noche buena, Vegeta.

FIN