Julio 2, 2012

Querido diario,

Este ha sido un día extraño. No sabría bien como definirlo, así que simplemente diré que fue "Muy extraño".

Me desperté en la mañana, sintiendo que mis habilidades en el mini golf estaban ya un poco oxidadas, así que les pedí a mis padres acompañarme al campo local para practicar un poco a pesar de su ajetreada agenda. Por alguna extraña razón ellos no se negaron.

Todo iba bien, hasta que la vi. Mabel Pines hacía gala de sus dotes de golfista como si fuera la mejor en el mundo. ¿Qué demonios le ocurre a esa niña? ¿Por qué siempre quiere ser el centro de atención? Desde que la vi usar esos pendientes de nachos perdió toda posibilidad de que haya una pizca de respeto de mi parte hacia ella. ¡Como la detesto!

Por si fuera poco, no solo ella se encontraba ahí. Su hermano Dyper... o como sea que se llame; la adulaba como a una diosa. ¿Qué le pasa a todo el mundo? ¿Cómo puede caerles bien una chica tan random? Es a mí a la que deberían prestarle atención. Soy la hija predilecta y única de la familia Northwest. Sí, sé que el origen de nuestra familia es un fraude, pero el dinero todo lo puede comprar... ¿O no? Pero entonces, si eso es cierto... ¿Por qué no me siento ni me veo tan feliz como ellos?

Luego de una acalorada charla, Mabel y yo pactamos un encuentro a la media noche para definir quién era la mejor golfista de Gravity Falls de una vez por todas. Se suponía que mis padres estarían allí conmigo para apoyarme... Pero en vez de eso tuvieron que asistir a una reunión de millonarios... No los culpo... Después de todo es lo que las personas con dinero hacen... Reunirse con los de su propia clase... Aunque debo admitir que las supuestas palabras de aliento que me dieron me dolieron en el alma.

Ellos tienen razón... Soy una Northwest, y una Northwest nunca pierde.

El juego contra Mabel comenzó y admito que tuve un terrible miedo al principio, ya que Mabel consiguió superarme en todos y cada uno de los hoyos en el campo de una manera inexplicable. Era como si ella fuera una campeona olímpica y yo una novata. Aunque al poco tiempo descubrí para mi desgracia lo que había por detrás.

Una tribu de duendes diminutos fue la que ayudó a Mabel a ganar todo el tiempo. ¿Pueden creerlo? ¿Me hizo trampa? ¿A mí? ¿Cómo pudo hacer eso? Tal vez la haya engañado en aquella ocasión durante la fiesta en la cabaña de su raro tío, pero en esta ocasión mis intenciones eran completamente limpias. No podía perder frente a alguien tan inferior como ella.

Como sea, las cosas se salieron de control y esos pequeños y asquerosos trolls intentaron liquidarme. Odio admitir esto, pero si no hubiera sido por la ayuda de Mabel y su hermano no estaría escribiendo esto esta noche. ¡Es absurdo! Al final se disculparon conmigo y me ayudaron a pesar de todas las maldades que les he hecho. Siempre pongo mi mayor esfuerzo a la hora de humillarlos... Pero este día sentí como si nada de lo que he hecho hasta ahora importara. Me ayudaron igual y eso no fue todo... Encima se ofrecieron para llevarme de regreso a mi casa...

¡Maldita sea! No estoy diciendo que los hermanos Pines están comenzado a agradarme, pero esto es algo que no logro entender por más que lo pienso. Mis padres siempre me han enseñado a pisotear a la gente que es inferior a nosotros. Pero cada vez que lo hago siento algo en mi cabeza que me dice que esto no es lo correcto. Tal vez estoy pensando demasiado las cosas. Necesito dormir... Tal vez en nuestro próximo encuentro pueda averiguar algo...

Por cierto... Creo que comer en el auto no es tan terrible como yo pensaba... Me pregunto si habrá algún taco escondido en la limusina de mis padres.