Hola! Pues, como terminé mi otro fic "Desde el Valhalla", quiero seguir con este nuevo que espero os guste. Subiré este primer capítulo y, en breve, un segundo porque mi plan es que actualizar de dos en dos. Así conoceréis como lo vive Kenzi y como lo vive Tamsin (las dos protagonistas). Disfrutad.
—Ahí están esos estúpidos polis otra vez. Con ese compañero, no me extraña que la rubia tenga esa cara de asco —niego con la cabeza—. Mejor me doy prisa. Quizás yo también debería conseguir una compañera sexy. Grrr. Kenzi, ya estás hablando sola otra vez. ¡Agarra bien el maldito colgante!
Pues nada. Aquí estoy robando un colgante de diamantes que vale más que mi vida mientras los polis merodean justo por debajo de mí. No, no soy Catwoman. ¡Más quisiera ella! Solo soy una humana normal y corriente que roba cosas Faes para venderlas en el mercado negro. ¿Qué queréis que os diga? Cada uno tiene sus hobbies. Bueno, esto no es un hobby para mí, es una forma de vida ya. Desde que mi mejor amiga, mi hermana casi, se fue con la doctora de sus sueños, no he sabido una forma mejor con la que mantenerme a mí misma. Antes hacía lo que esos de ahí abajo hacen, "detectivear" por ahí. Pero, claro, nadie quiere que una humana revuelva sus asuntos Faes. Antes, me dejaban porque Bo es uno de ellos, pero se fue y no la he vuelto a ver. Ahora, es gracioso ver como Dyson intenta pillarme sin saber que soy yo. Creo que si lo supiera, me arrancaría la cabeza de un bocado.
En cuanto a su nueva compañera… Menuda mala leche tiene la tía. La he visto un par de veces y me parece que odia a los humanos, o a mí…o a los dos. En fin, que me da más miedo ella que Dyson. Tengo al perrito controlado, se ha encariñado de mí. Sin embargo, la rubita me preocupa. Es lista y, como me pille, me echa a los tiburones. Y es una forma de hablar, porque es una Valquiria de esas y seguramente me eche de una patada al infierno de los nórdicos…eso que es lo contrario al Valhalla. ¿Cómo se llama? Mmm… ¡No! ¡Kenzi, no tienes tiempo para estar pensando en tonterías! Tengo que salir de aquí antes de que estos dos me vean enganchada en una viga del techo cual Batman y con un colgante de la colección privada de la mismísima Morrigan en la boca. Y no, los diamantes no saben tan bien como agradan a la vista.
Avanzo por la columna hasta quedar a unos veinte centímetros del conducto de ventilación por el que he entrado. Me arrastro por los túneles hasta el principal y descanso un poco mientras consulto la foto del mapa que tengo en el móvil. ¡Qué vida más arrastrada llevo! ¿Lo pilláis? Porque voy arrastrándome por los conductos y…dejadlo. No he dicho nada. Conseguir el mapa de los conductos de ventilación del complejo de las Sombras no fue nada fácil. Tuve que colarme en el despacho de la Morrigan y casi me pilla. Menos mal que estaba cerca del minibar ese que tiene y le dije que había venido a robarle el alcohol. Me echó de una patada, pero conseguí la foto y una botella de whisky. No soy mucho de ese tipo de bebidas, así que luego se la cambié a un guardia por una mirada hacia otro lado mientras desatornillaba la rejilla. Miró hacia el suelo exactamente…porque le di tal botellazo en la cabeza que estampó la cara contra el asfalto en medio segundo.
—¡Por fin! —exclamo al salir de ahí—. Aire fresco.
La verdad es que no he tardado tanto en entrar, robar y salir. Una media hora. Camino despacio procurando tomar todo el aire que cabe en mis pulmones y me relajo tanto que casi se me olvida que llevo el colgante en la mano aún. Lo guardo rápidamente en el bolso y me adentro en un callejón para salir del territorio de las Sombras lo antes posible. Entrar en el complejo y pasar por encima del despacho de la Morrigan ha sido muy difícil sin hacer ruido ni nada, pero salir de su territorio es demasiado fácil. Hace mucho que no me quieren por aquí, desde que Vex desapareció también exactamente. Corro a través de algunos callejones más y aterrizo en el Dal unos quince minutos después. Me merezco un trago…o dos.
—¡Kenzi! —Trick se alegra de verme—. ¿Dónde has estado, niña? Llevo sin verte dos días enteros.
—Me daba demasiada pereza levantarme del sofá, Tricky —sonrío con toda la naturalidad del mundo—. Pero ya se me ha acabado el vodka que tenía en casa.
—¿Me vas a pagar si te sirvo?
—¿Me has visto pagar una copa alguna vez? ¡Hombre de mucha fe!
Trick se ríe y niega con la cabeza como si no tuviera remedio, pero es porque no lo tengo. Mientras me tomo mi vodka, aparece Dyson y se sienta a mi lado antes de pedir. Otro que me viene con lo de "¿Dónde te has metido?". Intento ponerle buena cara a la vez que le digo lo mismo que a Trick. No necesitan saber dónde he estado de verdad. Si Dyson se entera de para qué he estado usando los trucos que me enseñó, voy a ser como Caperucita…el lobo me va a querer comer y no porque esté buena, que lo estoy.
—¿Dónde te has dejado a tu agradable compañera? —ironizo un poco con lo de que sea agradable y él se ríe—. ¿Qué? Es super adorable.
—Sí, sí, seguro —sigue riendo—. Se ha quedado en la comisaria. "La ladrona" esa la va a volver loca. Está desvariando y más borde de lo normal.
—¿Más? ¿Eso es posible? —abro mucho la boca siguiendo con la broma—. ¿Ladrona? ¿Es una mujer?
—No, eso es lo que dice Tamsin, pero a saber quién es —Dyson bebe un poco y frunce el ceño—. Creo que es Fae, pero…yo no debería hablar de los casos.
—¡Venga ya! Dyson, ya has empezado. No es bueno dejar a la gente con la intriga —le pongo cara de cachorrito—. Sigue contándome. ¿Qué más tenéis?
Después de escuchar todo lo que sabe sobre el caso, llego a la conclusión de que no sabe nada. No tienen ni idea y lo más cerca que están de mí es eso de "es una mujer" que ha dicho Tamsin. No tengo que preocuparme por Rex el perro policía, pero la rubia podría llegar a acercarse lo suficiente como para pillarme. Tengo que tener más cuidado. Podría intentar despistarlos, pero ella se daría caso, lo presiento. ¡Por supuesto! La Morrigan no podía ponerle un compañero bobo a Dyson, tenía que ser una sexy Valquiria con un millón de vidas a sus espaldas. Exagero con eso de un millón, pero, si existen desde antes de que América se descubriese, ya es mucho tiempo para mí. Sin embargo y muy a pesar de que yo solo tenga veintitrés años, he sido mucho más lista que ellos hasta ahora. Puedo seguir siéndolo por mucho tiempo más y he visto un cuadro que quedaría precioso en mi habitación…
Siento si es un poco corto, pero es un capítulo más o menos introductorio. Espero que os haya gustado y encontrarme alguna review.
