1 cap. – Introducción
El sol, el astro más grande del universo y el que le da vida a los ciudadanos día a día, pero para mí, es el terminar de mis hermosas noches y el comienzo de las tortuosa mañanas.
Los rayos del sol pegaban hacia un bulto de sabanas que se encontraban en la cama junto a un cuerpo que recién comenzaba a despertar; una chica, de hermosos cabellos negros ondulados hasta más debajo de la espalda de tez blanca y ojos azul grisáceos, quien empezaba a despertar después de varios llamados de su madre
-María! María! –Llamaba a alguien desde el baño-
-MAMA! –se para apresuradamente hacia al baño- por dios! Debiste avisarme…estas bien?
-Si hija no te preocupes, solo que no me puedo parar, ya sabes –la mira-
-suspira- está bien, ven aquí déjame ayudarte
La joven pelinegra se acerca a la señora sentada y la agarra de las piernas mientras la otra la rodea con sus brazos y la ayuda a pararse mientras le sube el short del pijama; después de levantarla la ayuda a cepillarse y a atender la cama llevándola a una mecedora en la sala donde la ayuda a sentarse y ponerle los pies encima de una silla.
-Bien , lista mama quieres que le diga a la abuela que te prepare el desayuno? –sonríe-
-Sabes que decirle mari-acomodándose-
-Claro, ya regreso –se retira a la cocina-
Layla De Contrera una señora joven para lo que su edad aparenta, cabellos rojizos un poco mas debajo de los hombros, tez rosada y de ojos almendras; a sus 48 años ha pasado por el cáncer de mama y un derrame pleural de los cuales ha logrado vencer, pero ahorita se encontraba con una enfermedad desconocida la cual la tenia confinada en cama desde hace ya 2 meses. Una señora serena y sonriente, cariñosa con su única hija María Luna Contrera la cual la ayuda cuando puede o cuando se lo pide, a pesar de su enfermedad no pierde su fuerza de seguir viviendo y estar con su hija.
Al poco rato llega maría con un tazón de avena y agua con galletas quien se lo pone en las piernas de su madre.
-Aquí tienes mama, iré a asearme y regreso vale?
-Está bien hija –comienza a comer-
Pov María Luna
Después de entregarle el desayuno a mama, fui a cepillarme y a bañarme para cambiarme de ropa como todas las mañanas.
María Luna Contrera, Hija de Layla Contrera , una chica extrovertida y siempre sonriente a pesar de las dificultades que afronta para su corta edad de 18 años, infantil y seria cuando se lo propone, ama a su madre como nunca al igual que su padre Moisés Contrera, de ojos gris plata y hermosa tez blanca junto a un hermoso cabello negro hasta mas debajo de la cintura.
Después de bañarme y cambiarme de ropa me dirigí de nuevo a la sala donde mi madre acababa de terminar de comer para retirarle el plato y sentarme a su lado para que viéramos televisión como todos los días.
Al poco rato llegaron mis dos mejores amigas
Lila Rodríguez, una linda chica de cabello dorado liso corto hasta los hombros y ojos verdes esmeraldas y tez blanca, se encontraba vestida con una pantalón tubito de color azul, converse verdes al igual q su cuello tortura y arriba de suéter una chaqueta blanca de botones, tiene 15 años, una chica hiperactiva y adorable, traviesa para su edad, para ser la menor tiene un cuerpo con bastante curvas.
Gabriela Gómez, una hermosa Pelirroja de lisas hebras hasta mas debajo de la cintura y ojos gris frio y tez blanca, vestida con un vestido negro hasta la rodillas y una chaqueta roja con sandalias de tacón cuña no tan altas, tiene 18 años, seria y tranquila, es como la mama del grupo de las tres, siempre está al tanto de nosotras, conserva un cuerpo bien proporcionado pero es bastante conservadora.
Abrí la puerta y ellas entraron dándome un fuerte abrazo de oso
-Mariaaaa –me abrazo lila fuertemente- buaa! Te extrañe!
-Sí, si yo también lila! Me ahogas ¡! No es justo también quiero ahogarte!
-Chicas, chicas calma –dice una sonriente Gaby- tía Layla se molestara, por cierto como esta?
-Está bien, esta en la sala por qué no la saludan? –digo sonriente-
-Claro! –afirman las dos.
Pov Narrador
Las tres chicas llegaron a la sala y las invitadas saludaron fuertemente a su tía Layla
-Tía Layla! Como sigues? –Habla lila-
-Ya ves querida, sin mejorar –sonríe tristemente-
-No te preocupes Tía Layla ya te vas a mejorar –sonríe Gaby- una vez que te mejores iremos a la playa!
-Claro que si Gaby querida –sonríe- vienen a buscar a maría?
-Si! Será que no las puedes prestar esta tarde? – Habla la peli roja-
-Anda si tía! Es un ratico solamente! Después te la devolveremos sana y salva! –Sonríe la rubia-
-Chicas, saben que no puedo salir, saldremos cuando mama se mejore… además no hay quien venga y no la dejare sola con la abuela –habla maría-
-Pero mariaaaa –abuchean ambas-
-Chicas! No hagan berrinche –infla las mejillas la oji gris-
-Chicas , chicas –sonríe Layla- mari si va a acompañarlas, de todas maneras mis sobrinas vienen en la tarde; le doy permiso pero solo un rato y no lleguen tan tarde, ahora porque no se sientan y ven televisión conmigo mientras se hace la hora?
-Claro tía Layla! –mencionan ambas-
Lo que las chicas no sabían… es que ese día todo se volvería patas arriba.
Continuara…
