¿Qué le pasó a Ron mientras a Harry le daban calabazas?

- Venga, Neville. Hay confianza. Puedes contarme la verdad.

Ron Weasley y Neville Longbottom aún estaban en la clase de pociones. La campana que anunciaba el fin de la clase había sonado ya, pero ese día habían tenido un examen y como Harry se había ido corriendo y Hermione se había excusado diciendo que tenía que ir a la biblioteca, Ron decidió quedarse a esperar a que Neville acabara.

- No es broma, Ron. No sé porqué lo hice, es que ella siempre ha sido muy buena conmigo y me ha ayudado mucho con el trabajo...- Neville meditó antes de continuar- No te molesta, ¿verdad?
- ¿Molestarme? ¿A mí? ¡Pero que dices! No me importa para nada...- No le importaba, pero era algo imposible, antinatural.- Entonces, ¿vas a ir con ella al baile?
- No- parecía algo triste-. Ya tiene pareja.

Sí, claro. Ron casi no pudo aguantarse las ganas de echarse a reír ahí mismo. Pobre Neville, qué ingenuo es. ¡Cómo si alguien quisiera acompañarla al baile!

- Ya lo siento, Neville- ¡Ja! ¿Qué ya tenía pareja? Si la conversación seguía así sería imposible no echarse a reír.- Pues tendremos que darnos prisas, porque ya deben haber cogido a todas las guapas para empezar por ahí... – dijo con sorna.

Neville no dijo nada. Se quedó un momento pensando y luego dijo:

- ¿Tienes alguna idea de con quién va a ir?- su tono parecía acusador.
- ¿Yo? Ni idea.
- Bueno, no pasa nada, ya le he pedid...

Pero en ese momento la puerta de la clase se abrió y apareció el profesor Moody.

Antes de que alguno de los chicos pudiera plantearse qué hacía ahí su profesor habló:

- Estoy buscando a Snape. ¿Sabéis dónde está?
- No, señor. Cuando la clase terminó él...
- Entonces iré a buscarle. Quizá esté cogiendo algunos ingredientes de su armario... Será mejor que vosotros subáis a cenar, muchachos.

Y no quisieron replicarle mientras oían los pasos secos de su pata de palo alejándose. Sin siquiera hablar, los dos salieron al mismo tiempo de la clase y subieron las escaleras que llegaban al vestíbulo. Nevile dijo que tenía que subir un momento a la Sala Común y Ron prefirió quedarse en el Gran Comedor.

Neville le ha pedido a Hermione que sea su pareja en el baile, y encima ella le ha dicho que ya tiene una... cuando se lo cuenta a Harry...

- ¡Ron! ¡Eh, Ron!

El pelirrojo se dio la vuelta porque ya había reconocido la voz y el olor tan familiar. Su hermana pequeña le miraba sonriente y le tendía un paquete envuelto con papel marrón.

- Mamá me ha enviado la carta a mí esta semana. Ahí tienes unos pastelitos y una carta para ti.
- Gracias, Ginny. Bueno, yo me voy a cenar, tengo mucha hambre. ¡Hasta luego!

Cuando Ron iba a entrar al Gran Comedor se encontró a Cedric Diggory saliendo mientras hablaba con Fleur. Esa chica no podía ser humana, era...

De pronto Ron se sintió flotando en el aire. Todo él era felicidad y la gente de alrededor no se movía, lo único que podía ver en movimiento era el pelo plateado de la veela. Fleur... era tan guapa... ¿por qué en Hogwarts no las había así? ¿Y por qué las que tenían virtudes mayores te decían que ya tenían pareja? Eso no importaba. Sólo importaba que Ron sabía lo que tenía que hacer y ni la voz de Ginny llamándolo ni las miradas de los demás iban a hacer que dejara de andar hacia Fleur.

Estaba hablando con Diggory. Que esperara.
Se sentía el mejor del mundo, podía ofrecerle todo cuanto tenía a esa chica y ella iría con él al baile sin pensarlo dos veces... Diggory podía esperar.

- Fleur... oye, ¿te gustaría venir al baile conmigo?

Fue como caer de golpe contra la realidad. Dejó de flotar y sintió los pies muy firmes en el suelo. Bueno, ni tan firmes. De un momento a otro empezaría a temblar.

No necesitó haber visto su cara de asco para saber que tenía que huir corriendo de ahí, pero sus piernas seguían sin reaccionar. Sintió que una mano cogía la suya fuertemente y le apartaba del centro del vestíbulo para llevarle corriendo escaleras arriba.

- Ron ¿qué acabas de hacer? ¡Estaba intentando que Diggory la invitara al baile!- Ginny parecía dividida entre la risa y la preocupación ante el espectáculo que había protagonizado su hermano.

Mientras iban llegando a la Sala Común Ron sentía cada vez más y más ganas de tirarse desde la ventana de su cuarto en cuanto le dejaran solo. ¿Cómo podía haber hecho el ridículo de aquella manera?

Y lo peor de todo era que aún seguía sin pareja, pensó mientras Ginny le ayudaba a sentarse en un sillón cerca del fuego. Bueno, le susurró una voz al oído, por lo menos Harry y Hermione tampoco tienen pareja todavía.