¿Cuánto aprovechas tu vida? ¿Cuántas cosas dejas pasar diariamente pensando que tendrás tiempo para hacerlas DESPUÉS? ¿A cuántas personas dejas de expresarles amor pensando que otro día puedes hacerlo? La vida no es eterna y a veces nos damos cuenta demasiado tarde de todo lo que hemos dejado pasar esperando un mañana que puede nunca llegar...


Tres meses = Una vida

- …O sea que me estoy muriendo-. Hinata no podía creer lo que estaba escuchando, es cierto que siempre había sido una chica delicada y, hasta cierto punto, frágil; pero jamás se le había pasado por la cabeza que, a sus quince años iba a descubrir que le quedaban poco más de tres meses de vida.

- Tsunade-sama, ¿no existe ninguna duda al respecto?- escuchó la Hokage decir, con mal disimulada desesperación, al padre de la pálida adolescente que, con la mirada perdida, intentaba asimilar la noticia que acababa de recibir…A pesar de que Hyuga Hiashi no era reconocido por ser un padre amoroso o cariñoso, era más que lógico el suponer que la noticia de la inminente muerte de su hija debía afectarlo, aunque él como cabeza de uno de los clanes más poderosos de Konoha se negara a admitirlo.

Lo siento mucho Hiashi, la enfermedad de Hinata es muy extraña y no conozco remedio alguno para tratarla, aunque eso no signifique que dejaremos de intentar hallar una cura, o por lo menos un tratamiento adecuado… Estoy siendo lo más franca con ustedes porque creo que merecen saber la verdad, especialmente tú, Hinata. Es importante que decidas qué vas a hacer con tu tiempo restante-, respondió bajando la mirada como si su té fuera la cosa más interesante del mundo; para ella era sumamente desagradable ser portadora de malas noticias pero le parecía aun más triste tener que darlas a una jovencita como Hinata, que había crecido tímida y cohibida por el gran peso que suponía la futura jefatura del clan Hyuga… Sin una infancia normal, acostumbrada a seguir reglas, tratada de una manera más que rígida (-casi inhumana- pensó) por su padre y familiares, sólo para hacerla MERECEDORA del título que no iba a poder ostentar a pesar de sus esfuerzos…

-Gracias Tsunade-sama por su sinceridad- se oyó la suave voz de la chica, -sólo le pido que esta información no salga de nosotros tres, no quisiera que los demás me vieran con lástima-.

-No te preocupes querida, nadie más lo sabrá… Desde ahora puedes considerarte libre de misiones para que descanses más-

-No por favor, no me haga eso… Quiero seguir con mi vida normal, después de todo sólo me quedan tres meses y no los quiero desperdiciar-

-¡ Pero Hinata!- exclamó Hiashi no dando crédito a lo que escuchaba, -¡tienes que cuidar tu salud!-

-No te preocupes padre, me cuidaré… Es sólo que si me quedo encerrada y alejada de la gente que quiero siento que moriré de tristeza sin aprovechar lo que me queda-

-Como gustes hija- aceptó el hombre a regañadientes, -vive a satisfacción para que no tengas arrepentimientos-

-Gracias padre… Así lo haré-


Hola! Si estás leyendo esto es porque le diste la oportunidad a esta nueva locura, por ello te agradezco muchísimo.

Como ya saben los personajes que estoy usando no son de mi creación, le pertenecen a Kishi-kun (aunque a veces piense que yo les daría un mejor uso :P)

Esta historia sí me pertenece y se me ocurrió anoche mientras me desvelaba (a veces el insomnio puede ser productivo)

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