Disclaimer: Acá es donde yo digo que nada de lo que puedas reconocer es mío ;)
Nota. En síntesis, esto vendría a ser como un conjunto de viñetas que me prometí que no iba a publicar nunca. No tienen más sentido que un beso o una imagen, y no tienen continuidad.
Respecto
al título (por si alguien se lo preguntaba xD), la idea es por una
frase (Y si alguna vez precisas de una
mano, recuerda que yo tengo dos) que le
robé a Drehn, que se la robó a una amiga, que la escuchó de una
canción que yo no conozco.
El caso es que me encantó esa idea,
y como el fic no va de una pareja, sino que son un desfile de
personajes, pensé que no serían solo dos manos, que serían más
bien como un montón.
Un montón de manos
Parece dormida.
Lysander
cierra con cuidado la puerta del desván y se acerca, procurando que
sus pasos no hagan crujir la madera vieja del suelo.
Por la
buhardilla entre un haz de luz insignificante que ilumina las manchas
de polvo sobre el sillón azul y sus partículas sobre los rizos de
Rose.
Toma el libro (otra vez Lord Byron en su vida), deja marcada la página (porque si no, cuando se despierte, le echará la bronca de siglo) y cierra el libro. Ella, ajena a todo eso, no se da cuenta de nada, y Lysander aprovecha para quedarse acuclillado frente a ella, con su libro entre las manos y las ganas de quitarle los mechones que caen desprolijos sobre su rostro y acomodarlos, pero no quiere (no se anima) a tocarla, porque se puede despertar, o se puede romper.
Ella
suspira en sueños y él le busca los detalles, le cuenta las pecas y
se inclina un poquito y le besa la punta de nariz. Rose se revuelve
a penas y acomoda la cabeza sobre el apoyabrazos del sillón.
Tiene
la nariz más perfecta y la piel más blanca y más suave. Las
pestañas más lindas, la sonrisa más encandiladora. Pero ahora que
duerme, parece otra vez esa niña que era hace muchos años, esa que
se refugiaba en sus horas de lectura para que James y Fred no se
rieran de ella.
Tanta gente sin saber que ella duerme, tantas
sonrisas que la ignoran, tantas felicidades que son ajenas a ella y a
la maravilla de su rostro.
Se anima y despacito le va quitando los rizos del rostro, hasta dejarlos detrás de su oreja. Quizás, si se acuesta a su lado puede soñar con ella. No verla aparecer en su sueño, si no soñar junto a ella.
–Teddy –dice ella entre sueños, sonríe.
Y a Lysander se le ha ido el mundo al quinto infierno, qué cosas.
…
A Lysander le encantan las chicas/chicos/extraterrestres/personas que dejan reviews :)
