Apurada, alegre, emocionada. Daba brincos felices mientras avanzaba. La campana ya había sonado, muchas iban a casa, otras se quedaron una hora más. Akari era una de ellas
En estos casos se alegraba de tener mínima presencia, nadie la detendría, nadie le preguntaría.
El club estaba cerrado, pero no había problemas. Introdujo en la cerradura aquella llave que ella le había entregado. Aquel momento había llegado, su corazón poco a poco golpeaba su pecho, sus mejillas adquirieron un tono rosado.
Deslizó la puerta y se quitó los zapatos, los acomodó de forma quedaran apuntando la salida, acompañados por un par mas.
Entró en la pequeña sala, donde los integrantes de aquel club dejaban al tiempo volar.
-Kyoko-chan
Saludó alegre la pelirroja a la chica rubia única dentro del lugar
-Debo estar volviéndome loca, empiezo a escuchar voces
Akari solo soltó una risita juguetona, mas juegos dulces pronto descubrirán. Akari corrió hasta estar junto a ella, un beso y un fuerte abrazo recibió.
Aquella chica inocente que en el recuerdo se perdía, mientras sus labios danzaban en sincronía. Mariposas revoloteaban con brillos acompañadas. Aquellas enamoradas disfrutaban de su igual, sus ojos iluminados rogaron por mas. Volviéndolo un dulce beso, suavemente sentía derretirse entre sus brazos.
Amigas ante todos
Novias a escondidas
Akari y Kyoko.
