Hola lector interesado en esta historia, la cual es la primera que publico, así que se que tengo mucho que aprender, pero creo que con esta historia podre lograr mejorar.
Ahora pasemos a lo importante y por lo que creo que estas aquí, el Fanfic en si. Es una historia que llevo mucho tiempo pensando, siempre he sido un interesado en el lore del juego y creaba mis historias o ideas sobre los distintos campeones que me interesan o gustaran en su momento, pero fue leer el lore de Quinn, en que me decidí en concretar una historia larga (o serie, como prefiera llamarle), en general puedo resumir que es un drama más trágico que cómico, pero habrá todo tipo de emociones, lo garentizo (insertar risa forzada).
Bueno, si ya llegaste hasta aquí, lo cual me impresiona, no te molesto más y te dejo con el capitulo de hoy, ojalá te guste, y si no... ¡Da tu opinión! lo apreciaría mucho, de los errores es de donde más se aprende
No soy dueño de League of Legends (ojalá, así estaría en mi yate ahora)
ni de ninguno de los Campeones utilizados en esta historia
(- -)Marca los dialogos
(" ")Marca los pensamientos/sueños
Capitulo 1: "El tiempo vuela"
"… … … …
Que… ¿qué es lo que sucede?... ese olor… ese hedor… a sangre, a muerte…
Todos ellos… lo merecían… ¿cierto?
¿Por qué?... sus voces, las oigo… sus gritos, los escucho…
Ustedes lo escogieron, ¡Ustedes lo buscaron!... yo… yo… que hice… no… no… ¡NO!"
Sobresaltada, mueve las pesadas telas de la cama, como liberándose del enemigo imaginario, hasta darse cuenta que el peligro solo está en su mente.
-… Solo fue un sueño (suspiro) ese sueño- las profundas ojeras enmarcadas alrededor de los ojos amielados son evidencia de la falta de descanso, o como acaba de suceder, la interrupción de este.
-Aún está lejos, pero… el olor es el mismo- por un breve instante, la mirada se pierde en el vacío, la luz del sol matutino ilumina levemente la habitación, y por unos segundos, todo vuelve a pasar, cada cuerpo inerte, cada flecha disparada, cada charco de rojo reflejo, y tan repentino como apareció, el recuerdo se desvanece, como los últimos rastros de la fría noche pasada.
De repente, una sombra pasa rápidamente en frente de la ventana, algo así asustaría a la mayoría, pero no a la mujer de pelo azul, para ella es de los mejores momentos del día, dibujando una ligera sonrisa en el cansado rostro, para luego pararse rápidamente y abrir la ventana, dando paso a una majestuosa águila de azulado color, que rápidamente se posa en el brazo de la joven, que sin esfuerzo, la sostiene y empieza a acariciar a la enorme ave, que comienza a hacer alegres sonidos.
-Si que vienes animado Valor, yo también te extrañe amigo, es de lo peor cuando tengo que esperarte sin poder hacer nada- en respuesta a las palabras de la peliazul, su compañero emplumado levanta una de sus patas, haciendo notar un pequeño trozo de pergamino atado y sellado.
-Hablando de cosas por hacer, veamos que tienes aquí- rompiendo la marca que mantiene el mensaje cerrado, se apresura a leer el contenido.
-… tienes que estar de broma, ¡pero que es esta MIE!-
-¡AGAGA!- un fuerte graznido del águila real interrumpe el súbito enojo de la exploradora.
-No te hagas el santo Valor, tú dices cosas peores, además, nos están mandando a ese nido de idiotas de los CazaMagos, quien sabe a que- con la sola mención del lugar, una mueca de desagrado se formó en la elegante figura del ave, seguida por un graznido de asco.
-Demonios, y es una orden real, no tengo como excusarme de esto… ni siquiera se me ocurre para que me necesitan allí, no soy guardián o carcelero de nadie- con obvia cara de molestia, el gesto pasa al de uno melancólico, cuando la memoria de la mujer se desplaza un momento del pasado, al recuerdo de cierta persona.
-Quizás… quizás le vea por allá, recuerdo que en una de sus cartas hablaba de encontrar alguna forma de quedarse más tiempo (suspiro) se me ocurre porque haría algo así- su compañero, entendiendo a quien se refería, extiende sus alas, tomando una postura que la joven soldado reconoció.
-Si si Valor, será mejor que empaquemos rápido, mientras más pronto lleguemos más pronto nos iremos de ese agujero ¿No es asi amigo?- y dicho esto, el ave salió velozmente de la habitación, dejando a la mujer sola con sus pensamientos.
"No se si sea buena idea que nos veamos, después de todo fui yo quien le dejo de hablar, o peor, quizás no quiera verme" era otro de los temas de los que había estado huyendo desde hace un tiempo "Pero que estupidez estoy pensando, soy Quinn, las Alas de Demacia, la mejor exploradora y ranger que hay en el reino, no me intimido por nada, es solo una persona, puedes con eso Quinn" y con esta nueva actitud, la joven peliazul se dispuso a empacar sus pocas pertenencias, conocía el viaje que le esperaba, por suerte, o por desgracia, no le tomaría más de un día llegar, y no parecía que Valor tuviera cansancio acumulado, así que con todo eso en mente, trepó al borde de la ventana, con su armadura completa y su arma al cinto, y con un solo salto, su fiel compañero la atrapa en medio del aire, para luego dejarla suavemente en el suelo, tendrían que buscar un caballo en las cercanías, pero como pronto descubrirá la soldado, cualquier problema en el viaje no se compararia con lo que sucedería en su destino.
-¡Vamos Valor! Debemos ir al suroeste si queremos llegar hoy al (decaída) Pozo Argento-.
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Para muchas personas, el nombre Pozo Argento les puede sonar extraño, por lo contradictorio de los dos significados, un pozo es algo muy común e incluso asociado a la clase baja, en cambio que argento simboliza nobleza y pureza en el exterior, pero por eso mismo los soldados y civiles que conocían el lugar en persona coinciden que el nombre "le calza a la perfección", el típico mármol blanco y acero pulcro demaciano mostraba una fachada limpia y ordenada, que solo era una cubierta para lo que en realidad era un lugar, un agujero donde se deja lo que nadie quiere.
Estos pensamientos se hilaban en la mente de la joven peliazul, que acercándose lentamente a caballo al enorme recinto, como queriendo posponer su llegada, porque a diferencia de otros edificios importantes demacianos, como la Puerta Gris al este o las imponentes murallas de la capital, el oro y blanco de aquí se sentían desgastados, el aura del lugar era viciosa y agobiante, tenía sentido aun así, ya que los "custodios" del lugar daban la misma impresión.
-Y aquí estamos, se ve igual de mal que la última vez ¿no Valor?- el rostro de Quinn se mostraba con obvio hastío, el que cual se reafirmaba con los leves sonidos de aceptación de su compañero alado.
Con las gruesas puertas abiertas, la soldado se acercó a los guardias apostados a los costados de estas, notando rápidamente que no eran Cazamagos, si no parte del ejército regular Demaciano.
-!Eh tú, identificate!- el soldado con la armadura más nueva y limpia se dirigió a la joven a caballo, recibiendo en el acto un golpe seco en la nuca por parte de su par, algo más alto y con las placas de su armadura ya desgastadas.
-Serás menso, es Quinn, ¿que acaso no notaste el águila cerúlea que va con ella?- la ranger estaba algo acostumbrada a estas escenas, llevaba un tiempo alejada de los cuarteles y campamentos militares, así que era normal que los nuevos reclutas no la conocieran, pero por la reacción del guardia más veterano, aún tenía cierta reputación entre las filas del ejército.
-¡¿Que?! ¿Ella es ESA Quinn? wow, nunca creí conocerla en persona, si que es alt (golpe seco) ¡¿y ese porque fue ahora?!- pero antes que siguiera reclamando por el segundo guantazo, solo basto en que se fijará en el rostro de la recién llegada para que se diera cuenta de su error.
-... Veo que la disciplina sigue intacta, es bueno saberlo. Debo suponer que tu mandas en este puesto, vengo a ver al oficial a cargo del Pozo- dirigiendo lo segundo hacia el soldado "golpeador", hay protocolos cuando un militar llega a una base, pero Quinn siempre era más de acciones que de palabras, y básicamente, ya le aburría el numerito de ambos centinelas.
-(aclarar la garganta) Si señora, el capitán Crownguard está en la oficina principal, solo siga el corredor principal y suba a la segunda planta-
-Entiendo, nos vemos- "mmm algo no está bien, fue algo que dijo? no lo sé… OH CARAJO" interrumpiendo bruscamente su andar, la joven se gira para encarar al par de soldados sorprendidos.
-¡¿Crownguard!?¡¿Garen está aquí?!- "ahora tiene sentido todo esto, por el es que me llamaron" con una severa mueca de desagrado, Quinn se propuso llegar donde el capitán de la Vanguardia Intrépida, rogando porque estuviera solo él y no la banda de altaneros descerebrados de sus subordinados.
-Quédate aquí afuera Valor, quizás tardemos menos de lo que esperaba- el ave asiente levemente, para luego devolverle la mirada al soldado más joven, asustando lo con un agudo chillido y salir volando hacia las alturas del acantilado donde estaba inserto el edificio.
-Que-que Porque hizo eso!?- al parecer Valor sabe reconocer el carácter de las personas, además de ser muy "juguetón", el guardia más viejo solo pudo soltar una risa ante semejante acto, y una más mesurada salió de los labios de la joven peliazul, su compañero alado siempre sabía cómo sacarle aunque sea un poco la tensión que sentía, y en este momento era mucha, no por las razones que la mayoría esperaría, Garen Crownguard es uno de los más famosos militares demacianos, visto como emblema de los valores y principios que rigen el reino, pero para nuestra conocida ranger, digamos que palabras como "altanero" y "engreído" son de las más suaves, ni hablar de lo que Valor dice.
-(suspiro) Gracias amigo, ahora es mi turno- y con clara determinación, la soldado se acercó a la oficina principal, abriendo la puerta y entrando raudamente.
-Ya he dicho que se debe tocar antes de entrar, ahora serán 200 lagartijas soldad…- aun con la capa y la capucha, la reconocería de inmediato, ya de por si no era alguien bajo, pero era su postura, su porte lo que siempre le había molestado, desafiante e imprudente
-Quinn... emp Teniente Quinn, esperaba su llegada mañana en la mañana, me alegra ver que a llegado sana y sal…- ella lo miraba como hace tantos años, pero a la vez había algo más en esos ojos color miel, él por su parte seguía casi igual, un poco más alto quizás, sin su armadura era difícil saberlo, pero seguía teniendo el mismo aire de rectitud y su aura fuerte… que molesto.
-Ahórrate las formalidades Garen, a menos que quieras que te llame "Capitán Crownguard" o "Sargento Arbusto", ese es mi favorito personal- con un tono irónico, la peliazul demostraba su ya reconocido poco respeto hacia la autoridad.
-(suspiro) No empiece con sus insubordinaciones, aquí no es la frontera o la tierra bárbara donde suele trabajar- claramente molesto, el hombre conocido como el Poder de Demacia siempre debía guardar mucha paciencia cuando sabía que debería encontrarse con las Alas de Demacia, más aún recordando todo lo que había sucedido en el pasado.
-Lo dices como si conocieras todo eso, no te he visto lejos de la capital en muuucho tiempo, Valor me cuenta cosas ¿sabes?, ¿que catastrofe natural o próxima victoria militar te harían venir a este agujero?- ya colmando la paciencia del pelicastaño, cada vez subía más el tono de burla y falta de respeto que le tenía.
-Sabes que siempre iré donde el pueblo de Demacia me necesite, y esto es un asunto real, como verás la Vanguardia Intrépida se ha reunido aquí debido a…-.
-Ooowww y para rematar, tu grupo de gorilas también vino, no podría estar más contenta con esta tarea, deben estar muy ocupados, si solo dejan a dos soldados regulares en la puerta principal- como detestaba a esos sujetos, pero su comentario provocó que el joven capitán se levantara de su asiento.
-¡Suficiente! No tienes derecho a hablar asi de mis compañeros, han trabajado duro y… -.
-¿Trabajar, en que?¿maltratando a sus sirvientes, comiendo en banquetes o jugando a los caballeritos? No me hagas reir Garen, no valen más que la armadura que llevan puesta… lo sé de primera fuente ¿lo olvidaste?- diciendo esto último con un odio impregnado en cada palabra.
-Quinn… Teniente, no fue enviada aquí para socializar con ellos, se necesita de sus habilidades en vigilancia y exploración, estamos en una situación crítica aquí- Garen sabía que pasaría esto, ni con su buen humor la mujer en frente suyo es fácil de tratar, y claramente no lo estaba.
-Claro claro, cambia el tema... siempre lo haces… ¿y que podría ser tan preocupante para que la "asombrosa" Vanguardia Intrépida no pueda manejarlo junto a los CazaMagos?- ya toda esta charla le parecía estúpida ¿que estará haciendo Valor, quizás cazando alguna alimaña, o algún despreocupado guardia?
-... ¿podrías tomarte en serio esto? la amenaza es real, te necesito (mueca) se necesita tu experiencia contrainsurgente-.
-Pero si aquí solo hay "prisioneros" que ni siquiera tienen entrenamiento, ¿que fuerza militar podría estar interesada en este lugar?-.
-Es sobre Sylas… será ejecutado- y con la mera mención de ese nombre, y con el repudio dicho, la expresión de la peliazul cambio inmediatamente.
-Entiendo, los magos fugitivos querrán impedirlo, aún lo consideran su líder después de todos estos años- "asi que de todo esto se trataba, es por ÉL que me llamaron… realmente necesito patear algo ahora".
-Eh… conoces bien la situación del preso, no eres conocida por tratar con los usuarios de magia- el pelicastaño estaba intrigado, no recordaba un cambio tan brusco en la actitud de la joven antes.
-¿Oh? así que sigues atento a lo que hago, que tierno- ni ella media bien lo que decía, se sentía dolida aun, quería que él lo supiera.
-Quinn, por favor, fue hace mucho todo eso, ¿cuando podrás dejarlo ir?- la voz del del hombre se suavizó considerablemente.
-¿Es mi culpa entonces? lo imbécil no se te ha quitado Garen, la única razón por la sigo aquí es porque el rey lo ha pedido- no podía estar más harta de todo esto, ahora seriamente lo que quería patear era ese definido rostro.
-Ya veo… puede retirarse, esperare su reporte lo más pronto posible- una parte de él esperaba otra cosa, que algo hubiera cambiado, pero despues de tanto tiempo, todo seguía igual de mal entre ellos dos.
-Con su permiso "Capitán Garen"- ya dirigiéndose a la salida, la ranger se giró por última vez -tengo una duda ¿por qué ahora? ya lleva 15 años ahí y mucho no ha logrado- es razonable pensar eso, no le agradaban los altos mandos, pero debería haber una razón para una decision tan drastica.
-No es relevante, se ha tomado la decisión por razones externas- ahora era el turno del caballero para cambiar su actitud, claramente había tocado un tema sensible, pero cuando iba a indagar más en ellos, la puerta se abrió de golpe, dejando pasar a un muchacha de dorados cabellos.
-¡Hermano! reconsidera todo esto, ha sido mi culpa, pero nada malo paso, solo tenía curiosidad, por favor herma…-.
-¡Soldado, le he dicho que no saliera de su habitación! como parte del ejército demaciano, aquí la familia no está por encima de tu deber, ya con dejarte estar aquí…- Garen con sus discursos de virtud y honor era el ser más insoportable del mundo, pero Quinn ya no estaba pendiente de eso… ella estaba aquí después de todo, la mitad del camino se había contrariado en si buscarla o no, y la otra mitad en qué le diría si se encontraba con ella… ¿la odiaba por no hablarle, solo la ignoraría? todas esas dudas cruzan la mente de la peliazul, mirando a la joven de claro cabello, el rostro era casi idéntico al infantil que recordaba, aunque ya se notaba que era una mujer y no más esa niña que conoció hace lo que le parece una eternidad.
-Lo-lo siento herma-Capitán, no volverá a ocurrir, con su permiso- y tan rápido como entro al cuarto, el pequeño haz de luz se esfumó por la puerta.
"Ni siquiera se giró a verme… supongo que eso dice todo" -Supongo que yo también me voy, suerte espadita- el día no pudo haber ido mejor, y francamente no estaba de humor para todo esto, ya necesitaba un descanso, o el intento por lo menos, así que pensó en volver donde el par de guardias y preguntar donde estaban la barracas.
-Sabía que eras tú, no has cambiado nada… Quinn- por un momento, el corazón de la exploradora se detuvo, sabe de quién es la voz, la de una joven rubia que pensó no volvería a ver.
-... Podría decir lo mismo sobre ti… Lux-.
