Dedicado: A Estrella, porque gracias a ella pude ver lo que es una ilusión y lo que es real.

Basado en la canción Desperately de Michelle Branch.

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Desperately

Chapter 1

"Maybe we were meant to be"

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"Cerca de un mes ha pasado ya desde que iniciamos el nuevo año en Hogwarts. La guerra terminó, Potter ganó mientras el cuerpo mortal de Voldemort fue a dar a un cementerio junto con sus familiares. Las vidas que se perdieron sólo fueron de aurores muy jóvenes y también las de mortífagos muy temerosos.

Mi padre, Lucius Malfoy, fue uno de ellos. Murió temeroso de lo que le fuera a suceder a su querida familia, pensando en la desgracia que le añadió a nuestro nombre. Se fue de este mundo con la mente llena de culpas, la principal de ellas era que, posiblemente para que él compensase todo el mal hecho, yo tendría que cargar con el hecho de que jamás podría ser feliz.

Y probablemente así sea; curiosamente, no me importa tanto como debería.

En Slytherin únicamente quedamos los que nos rehusamos a recibir la iniciación para ser mortífagos. Los que no, murieron desde el momento en que Voldemort les quitó la voluntad, los aurores solamente se encargaron de acabar con su pobre alma. Otros más murieron ayudando a la Luz; y entre los tantos sobrevivientes del lado correcto, yo me encontraba...

Las rivalidades entre casas Slytherin-Gryffindor continuaron como de costumbre, involucrando a las otras dos a favor de los gatos, haciendo que el número nos sobrepasara de forma exagerada. Yo no era quién lo iniciaba, pero sí quien lo terminaba. Los gatos siempre atacaban a los otros dos cabezas de Sly, Blaise y Pansy, ocasionando que las demás serpientes se pusieran a la defensiva y respondieran con hechizos, y, cuando los superaban en número, yo intervenía mandando a todos al demonio, literalmente hablando, pues los estampaba contra las paredes por medio del expelliarmus. Nadie podía reclamarme ni hacerme nada, me debían más de lo que desearían y tenían que marcharse maldiciendo su suerte.

Todos a excepción de Potter, él siempre se mantenía al margen. No insultaba a las serpientes pero no detenía a los demás. Siempre miraba ausente la escena, hasta que yo aparecía y él me miraba con sus ojos verdes cargados de sentimientos que llegaban a desconcertarme¿cómo unos momentos podía mantenerse como autómata y al segundo siguiente lanzar una mirada llena de emoción? En realidad, yo ignoraba su presencia pero podía saber lo que el chico dorado hacía y no necesitaba estudiar mucho su mirada para saber que había algo más en su forma de verme. Y también sabía a qué se debía.

Desde hace mucho yo ya había escogido el camino a seguir y quería hacer que mi padre dejara el camino de las filas de Voldemort. Pero simplemente me "desheredó" y me retiró la palabra. Poco tiempo después averigüé que nunca lo hizo, solamente lo dijo para no ponerme en peligro.

En la batalla, Potter tenía que llegar hasta donde Voldemort le esperaba y todos ponían lo mejor de sí para ayudarlo al menos con eso. Cuando pasó algo cerca de mí, un rayo aturdidor le dio de lleno, debilitándolo por completo y cuando vi quién le amenazaba con la varita fui corriendo lo más rápido que podía.

No lo pensé, me puse en medio de ambos, protegiendo a Potter de las intenciones de mi padre que insistía en que me quitara, que era por el bien de nuestra familia, me decía. Yo negaba y justo cuando mi padre me explicaba que él deseaba que yo fuera feliz y que solamente podía serlo si Potter moría, mi padre fue alcanzado por el rayo de un auror, un Avada para ser más específicos. En su rostro estaba tatuada la mueca de dolor que nunca pude adivinar en su rostro. No lloré, ni pienso hacerlo en algún momento ahora. No fue el auror quien me arrebató a mi padre, fue él mismo quien se alejó de su familia y se condenó a algo de lo que, sabía, jamás saldría victorioso.

Potter vio sorprendido todo, yo me giré y lo miré furioso: "Haz que esto valga la pena¡ahora vete!", fue lo que le grité, mientras el chico salía corriendo de nuevo y yo dejaba que mi capa cayera sobre mi padre. Después, continué con el ataque esperando que Potter no se demorara mucho. Yo ya comenzaba a cansarme.

En medio de mi batalla, no vi cuando mi padrino me jaló y me llevó corriendo a toda prisa hasta la antigua mansión donde Voldemort se ocultaba. Al llegar ahí, nos pusimos a lado de Dumbledore que veía con preocupación cómo Potter se enfrentaba solo a Voldemort. Estaba siendo derrotado bajo un cruciatus, y la pelea verbal se llevaba a cabo por medio del pársel…

- ¿Por qué no hace nada! – le grité a Dumbledore.

Yo veía desesperado cómo Potter se retorcía de dolor, apretaba los dientes para no gritar y apenas y podía responderle a Voldemort usando el pársel.

- No está en mis manos – dijo el Director cerrando los ojos, luciendo más derrotado de lo que imaginé ver alguna vez en mis años de inmadurez.

- ¿Cómo que no está en su manos! – solté furioso, él era el mago más poderoso a quien Voldemort temía, algo debía poder hacer.

- Draco… cálmate – me pidió mi padrino, afligido.

Yo podía seguir discutiendo reclamándole su incompetencia al director, pero eso en nada ayudaría a Potter. Sin embargo¿qué podía hacer yo? Me sentí impotente, no me gustaba las sensaciones que venían de la resignación. Sencillamente no podía quedarme quieto ahí y tener fe en que algún milagro le daría ventaja a Potter. No podía estar en silencio y ver cómo torturaba a ese Gryffindor que siempre pensaba en todo el mundo antes que en él.

- ¡EXPELLIARMUS! – exclamé lanzando el hechizo con todo lo que me quedaba de energía. Por mi familia y por ese tonto Gryffindor.

Dumbledore y Snape vieron con sorpresa cómo el hechizo traspasaba una especie de muro invisible e impactaba de lleno a Voldemort, lanzándolo lejos de Potter y éste no desaprovechó la oportunidad, terminó con él justo cuando yo caía desmayado al haber ocupado casi toda mi energía.

A decir verdad, no le guardo rencor ni a mi padre ni a los aurores, mucho menos a Potter y, por más increíble que suene, tampoco a Voldemort. Cada uno tuvo sus razones para todo lo que provocaron e hicieron. Todos los que participábamos teníamos intereses puestos en juego que fueron nuestros motivos. El mío, se reveló hasta el anochecer del día siguiente durante la celebración por la derrota de Voldemort.

En aquella noche, Potter dejaba caer lágrimas de felicidad y tristeza en silencio, según me contó después. Al llegar yo, él declaró que sentía profundamente la muerte de mi padre por su causa. Yo le vi como un niño indefenso y me pregunté si era el mismo Gryffindor que había conocido durante todo este tiempo. Me dijo que iba a hacer realidad el último pensamiento de Lucius: él haría todo para que yo fuera feliz.

Él hablaba de ser amigos. Y yo… estaba más o menos alejado de ese deseo, manipulé las cosas, inclusive sus sentimientos, todo para hacerlo mío. Finalmente, luego de que se llevó la idea de que yo sería feliz teniéndolo como amante, él accedió.

Lo tomé de forma dulce y apasionada a la vez. Sin más marcas que algunos rasguños en mi espalda y un par de moretones en su clavícula. Le hice mío cada vez que necesitaba sentir algo más que frialdad, pero lo único que me ataca el pensamiento cada vez que intento dormir desde entonces y aún ahora es que le poseía susurrándole palabras falsas de amor. La dulzura y la pasión que le expresaba y le transmitía no eran para él… todo era una forma de sobrellevar mi decaída fe y no más. La consciencia me ganó pues, luego de una semana, terminé la relación sin nombre que tenía con él.

Él lo aceptó sin rechistar, y sonrió diciendo que nuestros destinos estaban cruzados. Me miró como lo hizo luego de iniciar las clases. Siendo sinceros, por momentos, pasaba por mi mente la idea de que quizá sí estábamos destinados a estar juntos. Pero inmediatamente hacía caso omiso a ese pensamiento tan absurdo y continué separado de él.

Aún ahora pienso que es extraño que él ponga en mí la duda. Tan Gryffindor que puede transmitir sus sentimientos a los otros...

Es verdad que soy un patán, me comporté como un maldito vividor. Igual no me importa, es una descripción corta para lo que realmente soy. No sé si Potter creyó en mis palabras; es más, lo dudo. Yo no querría decirlo ni mucho menos averiguarlo pero separados estamos mejor. No pienso hablar de mis sentimientos ni de otra cosa ocurrida durante la semana que estuve con él, no quiero tocar el tema con nadie más, ni siquiera conmigo mismo.

- Así estoy bien – susurro levantándome del piso de la torre de Astronomía para dirigirme a mi habitación."

"Entonces¿por qué luces tan apagado? Seguimos separados, las cosas cambian alrededor de nosotros... pero no el que yo te ame y que ahora me sienta tan desesperado de tenerte de vuelta conmigo, no me basta con saber que eres mío de lejos. También te necesito cerca, tanto como tú…."

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Continuará…

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No sé qué me ha sucedido, es una trama muy simple pero una forma distinta de aunar los destinos. Estoy ofreciendo la perspectiva más emocional de Draco, como podrán haberlo visto, y no será suave, un Malfoy no lo es. En cuanto a Harry, quizá pudo parecerles muy sumiso, pero lo cierto es que este tierno Gryffindor no se comporta así de la nada. Hay un asunto detrás de todo esto, así que les pido que no se adelanten a juzgar. No todavía.

Espero sus reviews, gracias de antemano por leer.

Inocent Muggle.