Disclaimer: Ni los personajes, ni Dragon Ball no me pertenecen son de Akira Toriyama.
"No es un adiós, es un hasta pronto"
― ¿Qué sucede, Gohan? ―pregunta la ojiazul.
― ¿Eh? Nada, no sucede nada ―mirando hacia unos arbustos― solo me pareció ver a alguien familiar.
― ¿Alguien familiar, a quién? ―dice extrañada.
―No lo sé, no logre verlo bien.
―Sera mejor regresar a casa Gohan, ya es tarde ―aseveró Videl.
―Si ―fijando nuevamente sus ojos azabaches hacia los arbustos― será que… ―Gohan dibuja una pequeña sonrisa en su rostro. Una gran alegría lo envergaba en todo su ser, no había ninguna duda de que era él.
Que había sido de su mejor amigo de la infancia después de que el primogénito de Milk se concentró de lleno a sus estudios.
Que había sido de su mejor amigo después de muchos años sin tener noticias de él.
Hacía algún tiempo que el Gran Dragón de color purpura reapareció en la vida del semisaiyajin, alegrando aún más la vida del primogénito de Goku a parte de su familia que logro formar al lado de Videl Satán. Un día, Gohan decidió buscarlo en los alrededores del Monte Paoz. Ya que, llevaba días que la presencia de su gran amigo de color purpura rondaba por los alrededores.
― ¿Gran Dragón, eres tú? ―llamándolo por su nombre mostrando una gran sonrisa.
Felicidad.
El dragón voltea a verlo y en sus ojos irradiaba un brillo que hace mucho había visto. El mencionado vuela lo más rápido posible hasta llegar a él y tirarlo de espalda comenzando a lamer sus mejillas del pelinegro. No se necesitaban las palabras, solo tenían que disfrutar el momento de su reencuentro.
Amistad.
Hasta que un día…
― ¡Gran Dragón! ―exclamo Gohan― vine lo más rápido que…
Dolor.
― ¿Gran Dragón? ―vuelve a preguntar.
Al verlo inmóvil, Gohan se quedó parado en su lugar, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos negros.
Tristeza.
Vacío.
Gohan llevaba varios días encerrado en la habitación que compartía con la hija de Mark, la infortunada partida de su gran amigo de color purpura lo destrozo por completo llevándolo al borde de la depresión. Videl entro a la habitación donde vio a Gohan en posición fetal, sabía perfectamente el dolor que este estaba pasando pero no era la razón por la cual debía permanecer en la habitación cuando este llegaba del trabajo. Videl entendía que estaba pasando un duelo por la repentina partida del gran amigo de su esposo.
―Gohan, cariño ―sentándose en la orilla de la cama, entrelazando sus dedos con los de su esposo.
Inesperadamente Gohan abraza con fuerza a su esposa soltándose a llorar con amargura. Necesitaba desahogarse con su compañera.
―Vid…
―Desahógate, te hará bien ―aconseja― la vida es injusta y sé que en algún momento se volverán a ver… no es un adiós, es un hasta pronto.
FIN.
Espero que para todos aquellos que lean este fic sea de su total agrado. Cualquier comentario, Fav y Follow son bienvenidos.
