Hola a todos ^^ Hoy les traigo esta muy loca historia... Siempre he sido fan de DBZ, y siempre he querido escribir algo sobre esta grandiosa serie! Aunque hasta hace poco fue que por fin decidí empezar a crear un nuevo mundo.
Espero sea de su completo agrado y muchas cosas pasaran en este fic, en donde habrá acción, misterio pero sobre todo romance... ¡Habrá de TODO!
Prólogo
Recargo mi cabeza en el respaldo de la silla, cierro los ojos y respiro profundamente. Es difícil estar en una celebración, cuando no hay nada que celebrar. Escucho unos pasos acercándose a mí, por lo que abro los ojos y veo como mi padre toma una silla para sentarse a mi lado. Se le nota cansado y con las mismas ganas que yo para celebrar. No dice nada, pero se que piensa. Han pasado tantos años desde aquella gran batalla, los mismos desde esa fatídica noche; en la cual perdimos la única cosa que creíamos segura.
-Papá… Si quieres ya nos podemos retirar- Voltea a verme y suspira, para después regresar su mirada a mi pequeño hermano, quien a pesar de mantener una conversación con sus amigos, tiene el mismo estado de animo que nosotros dos. Aún pasado ya el tiempo, nadie olvida nada. ¿Cómo es posible que sólo en unos días ganes y pierdas todo tu mundo? Son esas cosas que sin más, yo simplemente no puedo explicar.
-Si, se hace tarde y… tenemos que llegar a casa.- Ambos nos levantamos de nuestros respectivos asientos, él se dirige a buscar a mi hermano y yo camino unos pasos encontrando rápidamente a mi esposa. Ella al verme detiene su plática y me mira, para después caminar hasta donde yo me encuentro y posarse frente de mí. No dice nada de momento, pero sé que entiende lo que yo trato de decir.
-¿Es hora de irnos?- Asiento con la cabeza, logrando que ella haga lo mismo. No sé que me sucede, pero parece que la voz se ha ido de mi garganta. A través de los años, cada vez esta misma fecha, el corazón se me hace añicos, pero hoy… Hoy algo es diferente, sigue estando el dolor dentro de mí, pero, hay algo más. Mi esposa, me mira desconcertada y solo atino a mostrar un atisbo de sonrisa, para no preocuparla- Iré a buscar a la niña y nos vamos, ¿De acuerdo?
-De acuerdo, pero no tardes- Ella sonríe y va en busca de nuestra pequeña niña, mientras yo, me reúno con mi padre y hermano quienes se están despidiendo, cosa que yo también empiezo a hacer.- Gracias por todo, pero es hora de irnos- Es tardado despedirse de tanta gente, gente que ya es tu familia. Minutos más tarde, mi esposa regresa con mi hija y ambas comienzan a despedirse… Sin embargo, algo extraño comienza a suceder. En mi mente una, alarma incesante se activa, avisándome que algo no está bien; que algo cambiara.
-Papi, ¡¿Qué esta sucediendo?!- Una luz blanca se empieza a formar alrededor de nuestros cuerpos, observo la habitación y noto, como todos estamos en las mismas circunstancias; volteo en dirección de mi padre, para encontrarme con una mirada de desconcierto igual o peor que la mía. El pánico se apodera de mi cuerpo, e instintivamente coloco en mis brazos a mi familia. Rápidamente, observo de nueva cuenta mi alrededor, donde aprecio caras desde desconcertadas hasta completamente aterrorizadas; pero las únicas que me importan en este momento son las de mi verdadera familia.
-No lo sé, Pan, no lo sé… ¡¿Papá?!- En eso, la luz empieza a emerger más brillante y por supuesto mucho más aterradora. En los años anteriores he visto miles de cosas que ningún humano se podría imaginar, pero esto… esto va más allá de lo que yo puedo imaginar… ¿Qué diablos esta pasando? ¿Qué esta ocurriendo?... ¿Qué pasará…? Con una fuerza brutal, la colorida luz, empieza a absorbernos, primero lento para pasar a una velocidad sorprendente; transportándonos a un sitio completamente… desconocido.
**** oooo **** oooo ****
El sonido del despertador irrumpe mi sueño, anunciando que es hora de iniciar el día, mi cuerpo aún se siente pesado por toda la actividad física de ayer y mi mente me pide quedarme en la cama cinco minutos más; pero no puedo, por más que el sueño trate de vencerme. Hoy es el primer día de clases, después de unas bien aprovechadas vacaciones de invierno y por nada del mundo me perdería el regreso.
Apago el despertador, me incorporo sobre mi cama y me estiro, tratando de desperezarme; una vez bien estirada, me pongo de pie para sentir el intenso frio matinal que se cuela por la ventana; me encamino hacía el baño, pero algo dentro mí me impulsa a mirar por la ventana. No hay nada… no esperaba nada. ¡Que tonta soy! ¡Es una tontería, esperar algo que va a pasar cuando no quieres que pase!
Me aparto de la ventana y ahora si, emprendo mi viaje al baño. En éste, abro el grifo y dejo que la bañera se llene, empiezo a quitarme el pijama y una vez desnuda, me introduzco a la bañera y dejo que dentro del agua fluyan todas mis preocupaciones. Han pasado años, desde que sé y espero este momento, pero… ¿Qué hare cuando llegue? ¿Cuándo ya no me quede más por hacer? Tantas pláticas, tantos planes, tantas recomendaciones; pero... solo uno es el que llevare a cabo.
El sonido de mi celular me distrae de mis pensamientos, cuidando que no caiga dentro de la bañera, lo tomo y no hago más que sonreír. Me ha llegado ese tipo de mensajes que al leerlos, sabes que nadie ni nada podrá hacer, que dejes la felicidad que te ha causado. Lamentablemente solo puedo disfrutar de este mensaje, en este preciso momento; ¡Si pudiera saber que pasara…!
Salgo de la ducha y empiezo a secarme, cuando una ráfaga de aire golpea mi cuerpo, erizando mi piel de pies a cabeza, golpeándome el pecho, causando un sentimiento de vacío en él… El miedo se inserta en mi cuerpo y me siento tonta… Ya debería estar acostumbrada a esto, a esperarlo… a su presencia. Pero aún así, todavía logra sorprenderme, asecharme; asustarme. Y así como aquella ráfaga llego en un instante… desapareció en otro.
Salgo apresurada del baño, aún con los nervios destrozados, respirando arrítmicamente. Intento calmarme y hasta después de unos minutos lo logro; comienzo a vestirme seleccionando adecuadamente el vestuario que usare… No es vanidad, ni nada por el estilo pero soy una muchacha guapa, y me gusta verme bien; sobretodo si llevare a cabo el plan que está previsto desde hace algunos meses.
Una vez arreglada con un conjunto perfecto para iniciar el año, me observo en el espejo y lo que veo me deja congelada; esta detrás de mí, sonriendo, burlándose de mí… ¡¿Por qué maldita sea?! ¡No puede dejarme un momento! ¡Sé que este año acaba el trato! Pero no tiene porque recordándomelo a cada segundo… Volteo a hacerle cara y ya no está… Solo se asegura de que sepa que él esta ahí… ¿Cómo si pudiera olvidarlo? Respiro hondo, salgo de mi cuarto y bajo las escaleras, tratando de mantener la postura… ¡Necesito que me vea fuerte! ¡Que vea que a pesar de todo el miedo que le tengo, no podrá contra mí! Sin embargo, al acercarme a la cocina, un ki conocido se hace presente; mostrándome al Supremo Kaiosama en un estado en el que pocas veces lo he visto… Esta desesperado.
-¡Ha sucedido! ¡Ha hecho lo prometió!… Ellos llegaran en cualquier momento. Sabes lo que tienes que hacer, ¿Cierto?
¿Qué les ha parecido? ¿Confuso?... Lo sé, pero les juro que en cada capítulo, se ira descubriendo que fue lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará.
Agradezco este capítulo a Andy, quien siempre esta dispuesta a leer mis ideas y a aconsejarme... ¡GRACIAS!
