Descargo de responsabilidad: Nada me pertenece ni hoy ni siempre.
Dedicatoria: a la fragilidad de los sentimientos.
o.O.o
Muñeco de porcelana
Kurt tiene ojos azules enmarcados por grandes pestañas, sus manos son pequeñas y rígidas, cara pálida como la porcelana de un material frágil.
Fue el último -y único- regalo que le dio el padre de Rachel antes de partir y nunca regresar, de eso seis años.
Algunos juguetes han llegado desde entonces, algunos de ellos se han marcharon y otros pocos se quedaron, pero ninguno de ellos ocupó el lugar de Kurt.
Rachel ahora puede correr y amarrar sus agujetas, no necesita ayuda para sentarse en una silla, el tiempo ha pasado y Kurt lo ha notado.
Kurt sabe que sus ojos no son tan relucientes, su cabello no es sedoso ni bonito como lo fue alguna vez, sus zapatos están ajados y manchados, además le duele el doblar el brazo derecho, secuela de un tórrido día de campo con la niña. Pero pese a todos los cambios y el desgasto, sabe que Rachel le quiere, tanto como él lo hace.
Quinn la madre de ella, se ha hecho cargo del hogar. Trabaja como mesera en un local de comida rápida cercano, los fines de semana: ambas venden flores de seda por las calles del pueblo.
Kurt escucha llorar a la rubia cuando los alimentos escasean y las raciones también lo hacen, Rachel siempre sonríe triste y besa la tersa mejilla antes de subir con el estómago vacío a la cama.
Es el día especial de Rachel y quizá como pasó en la navidad pasada: ningún juguete arribe al corazón o a la habitación de la pequeña. Sin importar eso, él siempre estará para ella. Aunque no pasé el día con él, Kurt está feliz y quiere que pase el mejor día posible, para su pequeña de coletas largas y vestido colorido.
Ella regresa contenta, Sam el novio de Quinn le ha regado un juguete y es muy bonito, con dulce olor.
De cara sonriente, ojos avellana y piel tostada, con una pajarilla verde agua rodeando su cuello. Kurt le mira midiendo sus intenciones, no será el primer juguete que llega con intensiones turbias. Hace un par de años llegó Sebastian un Nenuco, molesto y pedante. Sigue aquí, pero aun lo logra relacionarse con los demás ni con la niña.
Kurt se acerca al nuevo.
Kurt sabe de las desventajas físicas con la que se encuentra, su brazo derecho casi inútil y la fragilidad de su cuerpo.
-Hola, ¿Eres el juguete nuevo?- ante la mirada y sonrisa del Ken continua. -Bienvenido.
Su mirada es amable, de palabras sinceras. Quizá ha llegado alguien que cuide de Rachel como lo hace Kurt, como Sam protege a Quinn y quizá, solo quizá, ha llegado alguien que cuide de Kurt.
o.O.o
Si les gustó díganlo, también si no fue así.
Este al igual que todo lo que subo tiene errores, lo sé, no tengo Beta y bueno las cosas se pasan.
Que tengan un bonito día.
Besos "3"
