"5/7/2007

Querido diario, o solo diario… ¿o paso directo a escribir? Bueno, estoy algo nervioso, creo que se nota, jeje…Iré al grano, el día de hoy, cinco de julio del 2010, paso algo muy extraño, que fue lo que me impulso a comenzar a escribir mis vivencias de este proceso en este cuadernito.

Hoy fue un miércoles como cualquier otro, bueno, casi como cualquier otro. Agobiado volvía del trabajo, llovió todo el día, me moje, no pude utilizar el auto por que Anna quiso ir a no se donde.

Entro al apartamento y ahí estaba ella, hermosa como siempre, echada sobre el sofá, comiendo galletas saladas y mirando una novela de mala calidad.

-Estoy embarazada.

La escuche decir, así de la nada. Asustado tome asiento en una de las sillas del comedor, respire profundamente. Aquellas palabras se mezclaban por completo en mi cabeza. El sonido del televisor, la lluvia golpeando la calle, su boca mascando las galletitas, y mi pie izquierdo que golpeaba fuertemente el suelo.

Y… y ya no se que más escribir."

Atemorizado, el moreno miro el techo de la habitación. Si se encontraba feliz, demasiado feliz por aquella noticia, era solo que, simplemente no tenía idea de cómo reaccionar, de cómo seria su vida de ahora en adelante, de que significaría realmente ser padre.

Guardo aquel cuaderno, lo ultimo que querría seria que Anna le viera escribiendo ese tipo de cosas.

Calzo sus pies con unas pantuflas, para dirigirse al living y encontrar a su joven en la misma posición que hace un rato.

-¿Ya no quedan galletitas amor?-pregunto con timidez

-No, ya no hay más.

Guardo silencio ante aquella tajante respuesta. Concentrada proseguía mirando el televisor.

Ya llevaban un tiempito de casados, más aun conviviendo, pero ello no era motivo para que Yoh Asakura no sintiera un profundo temor por su legítima esposa.

Dudoso tomo asiento a su lado, para cariñosamente acariciarle el cabello.

-De verdad me alegro muchísimo de que esto nos este pasando-hablo con una tierna sonrisa.

-¿De verdad?

-Si, claro, tener un hijo contigo es algo mágico, sabes lo especial que eres para mí.

Tras aquella confección, sus brazos la radiaron en un calido abrazo. El podría ser muy despreocupado y haragán, pero que quería lo mejor para sus seres amados era una realidad.

-¿Tan especial soy para ti?-hablo picara

-Claro Annita, te amo.

-Entonces ve hasta el almacén y tráeme más de esas galletitas-hablo para volver a concentrarse en las imágenes del electrodoméstico.

-Pero…Pero…-Preocupado miro la ventana, la tormenta parecía estar en su peor momento, intensas lluvias, fuertes vientos y algún que otro rayo que descargaba su ira en algún para rayos sorteado de la ciudad de Tokio-¿Ahora?

Más no fue necesaria la respuesta, los ojos negros de la rubia lo decían todo. Desde pequeños habían tenido esa conexión más fuerte que cualquier palabra.

-¡Ya mismo las traigo Annita!-Ya sin salvación, se coloco su abrigo, para resignado salir a el ojo de la tormenta en busca de aquellas galletas.

¡Hola! Espero que esto sea de su agrado. Hace demasiado que no escribo un fic de shaman king, como mala otaku que soy, a poca cosa de anime le siguo la pista, pero el placer de escribir aquí me mantiene, jajaja.

Espero poder divertirlos, aunque sea un rato con esto, que se me ocurrió de un segundo al otro y ni yo se a ciencia cierta en que culminara, jajaja.

Nos vemos en el siguiente capitulo.