Notas de la traductora: Traduciré parte de las notas de autor originales (las diferenciaré de las mías que serán las notas de la traductora) que aportan al desarrollo de la historia, así como las respuestas a los reviews.
Notas de autor: Para mis lectores en inglés, no hay nada nuevo, no se preocupen, ¡es solo una traducción! Cumpliendo lo prometido a mis pequeños frenchies, la traducción de la historia que estoy publicando con el nombre de "Unexpected Alliances". Para introducir un poco esta historia, utilicé el manga como base (atención a los spoilers a los que no les guste) y deje divertirse a mi imaginación. Los personajes principales serán Conan y Heiji, así como Kaito y Saguru. Usaré pairings cannons.
(…)
¡Diviértanse!
Capítulo 1: Descubierto
-Te lo pregunto otra vez: ¿dónde está?- preguntó Vodka con una mirada amenazadora al hombre que, después de haber sido brutalmente golpeado, se encontraba en el suelo delante de él.
-Prefiero estar en el infierno… para ver sus cabezas ardiendo… por mi causa- respondió, respirando con dificultad.
-Irás solo, por imbécil- declaró Gin- Nos vemos allá
El eco de un disparo retumbó a través del inmueble abandonado y la respiración trabajosa del cuarentón gimiendo en el piso se detuvo, su cabeza cayendo sobre el hombro
-Nos largamos- ordenó Gin, caminando hacia la salida
- Pero Ainiki, ¿qué hacemos con él? ¿Y cómo la recuperamos?
-No te preocupes En dos días volarán este edificio así que a este cabrón nadie lo encontrará jamás. Para lo otro tenemos un plan B… Hablando del Rey de Roma- señaló el hombre de cabello largo, sacando su teléfono
-¿Sí?
-¿Pudiste sacarle algo a nuestro amigo respecto a la tarjeta?- preguntó la voz suave de Vermouth.
-No, ese idiota decidió que prefería ser enterrado con su jodido secreto...
-¿O es que tú y tu matón fueron demasiado entusiastas durante el interrogatorio?- se burló ella
-Al menos hacemos algo más activo por el jefe que pasearnos con esos disfraces tontos…
-Esos disfraces tontos como tú les llamas han logrado más cosas hoy que tu pistola. Tengo la ubicación de la tarjeta SD.
-…-se detuvo el hombre impresionado, a su pesar, por los milagros de la profesional del maquillaje.- ¿Dónde?
-No será fácil… Podría decirse que ocultar las informaciones sobre la Organización en joyas para nuestros pequeños intercambios con las filiales de otros países no era verdaderamente una buena idea, así que te dejo el placer de señalárselo a Bourbon…
-Sí, yo me encargo- aceptó con una sonrisa astuta
-En fin, el brazalete con la tarjeta fue a parar a las manos de una cantante famosa, como regalo de un fan anónimo.
-Tu historia suena rara
-Cherry on the cake, como dirían nuestros amigos ingleses, la chica está vigilada 24/24 por paparazzis mientras no está en el escenario y no se quita nunca su accesorio fetiche.
-Quisiste recordármela a propósito con tu frasecita inglesa, ¿no?
-Vamos, no te enojes conmigo, cariño. Si tienes problemas con tu ex no deberías descargar tu ira en los demás- señaló con una sonrisa divertida
-Sinceramente me daré gusto golpeándote cuando el jefe se deshaga de ti- gruñó con una voz que no presagiaba nada bueno
-Guarda los halagos para más tarde, tienes una nueva misión. De su parte
-Suéltalo
-Te arreglamos una cita con unos viejos conocidos que se especializados en la caza del mejor ladrón de joyas de Japón. Probablemente puedan ayudarnos a encontrar un medio de hacerlo trabajar para nosotros.
-¿Los tipos que persiguen a Kid? ¿Te refieres a los incautos que creen que la juventud eterna se encuentra en una piedra?
-Así es…Pero por increíble que pueda parecer, la juventud eterna era el objetivo en común de nuestros dos sindicatos antes de que estos se separaran… Decidimos que sería mejor confiar en la medicina y la ciencia que en piedras mágicas e historias sobre la luna llena.
- Si…En fin, prefieres encargarte del maquillaje antes que de la droga
- Sabes, no te vendría mal, podrías ocultar la herida en la mejilla que te hizo amorosamente tu Koibito
-Suficientes estupideces… envíame la fecha y la dirección por SMS- dijo Gin antes de colgar con rabia
-Esa maldita mujer- pensó Gin mientras guardaba su teléfono en el bolsillo.
No podía comprender por qué el jefe la protegía… Era una pedante que sabía darle a la gente donde verdaderamente le dolía y las muchas libertades que se tomaba ponían en peligro la seguridad de la Organización.
Si tan solo pudiera un día…
-¡Kaito!- gritó Aoko mientras su saya era levantada una vez más por un autoproclamado "mago extraordinario"
-¿Peces? ¿Intentas matarme, Aoko?- el adolescente no pudo reprimir un escalofrío al ver la ropa interior
-¡Venganza!- rio Aoko
-Vamos, eso es un golpe ba…
-¡SILENCIO!- gritó el profesor- Este no es el recreo, están en mitad de una clase, así que se sientan y se callan.
Kaito y Aoko intercambiaron una mirada estilo "Es tu culpa" antes de volver a sentar y calmarse
Kuroba dejó sus pensamientos vagar otra vez, tratando de concentrarse en la sensación desagradable que tenía desde la noche anterior. A pesar de no haber visto a nadie se sentía observado, todos los sentidos de "Kaitou" se encontraban en alerta roja. Estaba acostumbrado a sentir los ojos de Hakuba en su nuca, pero no había nada hostil en esa mirada... Algunas veces podía ser un poco molesto… Bueno, en realidad todo el tiempo, ¡pero era realmente divertido burlarse de él!
En cualquier caso, aquello no tenía nada que ver con la sensación incómoda que sentía en ese momento. No tenía la clarividencia de Akako pero, podía darse cuenta de que algo no iba bien y eso no le gustaba nada.
Amuro se quitó los gemelos de los ojos para frotarlos y darle una mordida a su sándwich. Ajustó su auricular para oír la conversación entre los dos hombres
-Oye Jii-chan, ¿cómo estás? ¿Por qué no hay clientes en tu bar?
-Solo son las 4h, Kaito-boochama, El Blue Parrot no abre sus puertas hasta dentro de dos horas
-Ah, así que solo somos tú y yo. ¿Puedes darme dos bolas de chocolate?
-Sabes, esta no es la última heladería del mundo…
¿Hasta cuándo tendré que vigilar a este maldito mocoso egoísta?
El agente recordó su discusión que tuvo con Gin la noche anterior: Fallaste, ahora busca una forma de limpiar el desorden que causaste, Señor detective Inútil"
Entonces, tuvo que trabajar con las informaciones que Gin recuperó de la organización "hermana"". La primera parte era que Kid era un hombre llamado Kuroba Toichci. La segunda es que habían intentado matarlo hacía 8 años y creían haberlo logrado, visto que hombre no había reaparecido. Pero hace algún tiempo, Kid había resurgido debajo de sus narices, idéntico en todos los sentidos: la maestría del disfraz hasta los juegos tontos con la policía, pasando por la confianza del hombre en sus capacidades. Claro, Kuroba no había reaparecido, pero después de un intento de asesinato, ¿quién lo haría?
También quedaba la posibilidad que el hombre estuviese verdaderamente muerto y que un sucesor suyo sea quien haya tomado el relevo
Por lo tanto Bourbon había decidido seguir la pista "Kuroba". El único vínculo que persistía era su hijo de 16 años, aparentemente adepto para la magia y las malas bromas, como dicen: tal palo, tal astilla. Sin una mejor idea, Amuro decidió seguir al adolescente, no fuese a ser que estuviese en contacto con su padre. Por eso instaló algunos dispositivos de escucha en su casa, en la escuela y finalmente en un bar donde el chico pasaba el tiempo. Siendo detective, seguir a las personas le era natural, la misión le venía bien. Incluso si por el momento no parecía servir para nada.
-Ah, por cierto, hice las mejoras que me pediste a la pistola- dijo el anciano
Amuro se apresuró a coger los gemelos para seguir con el espionaje. ¿Una pistola? ¿En Japón? ¿A un menor? Eso, era interesante
Ah, genial- agradeció al adolescente
Levantó la pistola a la altura de los ojos y apretó el gatillo. Apareció una carta con un pequeño "plop" y se incrustó en un marco en la pared opuesta.
-Si aprietas el botón de al lado, la carta explota
Kaito apretó el susodicho botón y la carta desapareció en una nube de humo
-Eh, no está mal- sonrió- ¡Dale las gracias a tu técnico!
Amuro se quedó boquiabierto. ¿Una pistola que lanza cartas? Solo existía una persona en Japón con un arma parecida… ¿Hasta qué punto era loca su suerte como para chocar por azar con el heredero de Kid en tan poco tiempo? ¿Y cómo el inspector encargado de llevar el caso pudo pasar por alto que su Némesis era el mocoso de al lado, el mismo que sateaba con su hija en clase? Todavía tenía que verificar un punto pero después…
Bourbon se sonrió a él mismo: encontrar con qué chantajearlo no iba se difícil de encontrar y, después de dos días de vigilancia, sabía exactamente dónde encontrarlo…
Nota del traductor: Satear es un término que se emplea en Cuba para describir un filtreo que no tiene intenciones serias y en general abierto y descarado. (Es un término familiar)
