Disclaimer: Los personajes y ambientes no me pertenecen, son de S.M. y J.K.R
Summary: Bella quiere alejarse de un mundo que quedó devastado por la guerra y decide comenzar una vida nueva junto a su tío Charlie, una vida muggle. Pero no tiene idea de lo que le espera. Encontrará al amor de su vida en su propio mundo. -Solo yo me puedo ir a un lugar esperando una vida muggle, y encontrarme rodeada de lobos y vampiros.
Aviso: Los magos pueden parecer más modernos y acostumbrados a la tecnología que lo normal. Al leer esto los objetos pueden parecer más comestibles que lo normal XD.
X: conversaciones que no le interesan a nadie
K: Pensamientos.
Capitulo 1
Dejando un mundo, entrando en otro...
LLegada...
Me quedé mirando la ventanilla de la patrulla de Charlie.
Ahhh Forks-pensé- Frio, humedo...aburrido...
Ese pensamiento sonó triste, pero en realidad para mi
que sea aburrido es lo más emocionante de todo. Nada de que preocuparme...
-Tienes el cabello más largo que hace una semana ¿o me parece a mi?
-No me va a crecer en una semana tío.
-Bueno, solo quería empezar una conversación.-Sonreí y le dije- Me gusta el silencio...la tranquilidad...se siente bien.-Ahora estaba mirando el paisaje.-Es relajante no tener que estar alerta todo el tiempo.
Se puso un poco tenso pero después se relajó en su asiento.
-Llegamos
Hace mucho que no veía esta casa. Muchas veces, cuando era pequeña había tenido que venir para ocultarme, pero eso fue hace mucho tiempo.
Subí y a donde sabía que estaba mi habitación con mi cactus en la mano.
-Hay una repisa vacia para ti en el baño y elegí la ropa de cama ¿te gusta el morado no?
-El morado es lindo, gracias- le dediqué una sonrisa de agradecimiento. Lo bueno de Charlie era que sabía darme mis tiempos.
-Bella, ¿recuerdas a Billy Black?
-Sí luces bien
-Sigo bailando...Me da gusto que estés aquí, Charlie no ha cerrado la boca desde que supo que vendrías.
Mi hermano me había mencionado la posibilidad de que me venga a mudar con Charlie. Claro que le habría gustado que me quedara allí, pero sabía que yo quería estudiar como lo hacían los muggles. Me parecía una linda forma de conocerlos mejor.
X-Si sigues exagerando te meto en el lodo.
X-No después de que te dé en los tobillos.
-Hola, soy Jacob.
-Hola. Sí, me acuerdo de ti.-Jacob había sido una especie de amigo. Cuando tenía que ocultarme aquí y actuar como la hija de Charlie, él había estado acompañándome. De una manera sumisa, pero aún así lo había hecho.- ¿Siempre son así?
-Empeoran con la edad.-Él había pasado más tiempo con Charlie que yo. Charlie había trabajado aquí en Forks hasta que empezó la guerra. Cuando nuestro mundo cayó en manos de "los malos" él se ofreció a volver, a ayudar.
-Ah, que bien
-¿Y, que te parece?, tu regalo de bienvenida. Se la acabo de comprar a Billy.
-Reconstruí el motor para ti-Dijo Jacob
-Oh, por dios. Es…es increíble.-Me encantó ese gesto que habían tenido los tres hacia mí. Esa camioneta era algo especial. Además tenía mi propio vehículo.*
X-Te dije que le gustaría, yo sé cuál es la onda.
X-Ah sí, claro (: si, claro:) eres lo máximo.
-Ok, tienes que pisar el pedal dos veces para la velocidad. Fuera de eso, todo funciona.
-¿Así?
-Sí, así es.
-De acuerdo, ¿quieres que te lleve a la escuela o a otro lado?
-Voy a la escuela en la reservación.
-Ah, claro (:_). Lástima, me hubiese gustado tener un amigo.
Mi primer día...
Mi primer día en mi nueva escuela. Es marzo, a mitad del semestre. Genial.
Todos al llegar mi marraban con ojos prejuiciosos. No los culpaba, no sabían nada de mí. Aunque, más que incomodarme, me gustaba tener otro tipo de atención. En Howarts siempre fui vista como Lo máximo, solo por ser hermana de El Elegido. No tomaban en cuenta mis dotes deportivas, por lo que era la capitana del equipo de quidich; o mi inteligencia que, solo superada por Hermione, me hacían una de las mejores alumnas del colegio.
Pero ahora era distinto. Si a alguien le llegaba a interesar de alguna manera sería por mi personalidad. Por lo que soy simplemente yo. Sin magia, sin fama, solo yo.
Entré a la escuela leyendo el papel en el que, con letras prácticamente indescifrables, estaban escritas mis clases. No me di cuenta de que un chico se me acercaba en ese momento.
-Eres…Isabella Swan, la chica nueva. Hola me llamo Erik, los ojos y oídos de éste lugar.- Se veía más como un emo, pero me pareció buen chico. -Em, lo que necesites, un guía, una cita, con quien llorar…
No podía concentrarme en sus palabras, sentía la mirada de todos sobre mí. Empezaba a volverse incomodo. Pero, después de todo estaba ahí porque quería.
-Bueno en realidad…soy de las que sufren en silencio.
-Será un buen reportaje, escribo en el periódico escolar y saldrás en la primera plana.
-Oh, no-No quería empezar con el pie izquierdo en el instituto.- No, no por favor no vayas a hacer eso.
-No, no tranquila…No habrá reportaje.
-Ok, gracias.
Estábamos en clase de gimnasia, jugando voleibol. Sabía jugar perfectamente, pero no era yo en ese momento, no era Bella Potter. Era Bella Swan en ese momento. Y Bella Swan era torpe y no era nada ágil (como yo). Me hice la desentendida y en vez de prestar atención y poner la postura correspondiente, como estaba acostumbrada, me paré con las piernas rectas y puse un aspecto de asustada. Me pasó la pelota y yo, en vez de golpearla como corresponde, decidí pegarle hacia un lado. Con tanta mala suerte que le pegó en la nuca a un chico que estaba jugando basquetbol. Fui hasta donde estaba para disculparme.
-Lo lamento, les dije que no juego bien.
-No, no es nada, en serio. Tu eres Isabella ¿verdad?
-Solo Bella.
-Sí, hola. Me llamo Mike. Mike Newton.
-Remata muy bien, ¿verdad?-Otra chica se nos había unido.
-Sí.
-Me llamo Jessica. Oye, eres de Arizona ¿cierto?
-Sí-Tenía que continuar con la historia que me había armado ahí. Según el pueblo, Charlie se había divorciado de "mi madre" a quien llamábamos Renee y había venido a vivir aquí. Yo supuestamente había venido a vivir aquí porque mi madre se había vuelto a casar.
-Se supone que la gente de Arizona está bronceada.
-Sí, tal vez, por eso me corrieron.-Se empezaron a reír forzadamente ante mi intento de chiste.
Llegué a la cafetería y me senté con los que conocía.
X-Hey, Mike. Conociste a mi amiga Bella.
X-Oh, ¿tu amiga?
X-Sí.
Ese chico, Tyler, se acercó diciendo algo, dándome beso en la mejilla y haciendo que me sonrojara un poco ante la situación. Le quito la silla a Mike que estaba sentado al lado mío, antes de que se sentara haciendo que éste se cayera al piso.
-Es como en primer grado, eres como el juguete nuevo-dijo Jessica.
-Sonríe-Antes de que pudiera decir algo Ángela ya me había sacado una foto.-Lo siento, es para el reportaje.
-No hay reportaje, Ángela. No vuelvas a hacerlo-Erik se levantó fingiendo enojo dejándonos a las chicas solas.-Tienes mi apoyo, Bella.-Dijo antes de irse.
-Escribiremos otra editorial sobre los chicos y el alcohol.
-Puedes escribir sobre…desordenes alimenticios. O el relleno de los trajes de baño.
-Ese está muy bueno.
En ese momento, mi vista se desvió. No oí nada más. No vi nada más. Toda mi atención estaba puesta en los cuatro chicos que entraban en la cafetería.
-¿Quiénes son?-Fue lo único que atiné a preguntar.
-Los Cullen.-Dijo Ángela.
-Son hijos adoptivos del Dr. Cullen- A Jessica le empezaron a brillar los ojos. O le gustaba hablar de este tema, o le gustaban los chismes en general.-Se mudaron de Alaska hace unos años.
-Es que no socializan con otros.
-Es que andan juntos.-Parecía hasta emocionada al decir eso con una sonrisa.- Sí, ANDAN juntos. La rubia es Rosalie y el de cabello corto es Emmett. Son como pareja, ni siquiera sé si eso es legal.
-Jessie, ellos no son parientes.
-Sí, pero viven juntos. Eso es raro. Ok, la de cabello corto, Alice. Ella sí es MUY rara. Ella anda con Jasper, el rubio que parece estar sufriendo. El Dr. Cullen es Cupido y Padre adoptivo.
-Tal vez me adopte.
-¿Quién es él?- dije al ver al quinto chico cruzar la puerta.
-Él es Edward Cullen. Es GUAPÍSIMO obviamente. Pero nadie es suficiente para él. ¿A quién le interesa?-Lo miré y sentí como una sensación recorría todo mi cuerpo. Una sensación difícil de describir. Cómo cuando uno siente una descarga eléctrica al tocar a alguien. Pero fue solo con la mirada.-En serio, no pierdas tu tiempo.
-No planeaba hacerlo
-Sr. Molina.
-Hola, Mike. Ah, Srta. Swan.-Mientras el profesor me saludaba, tuve unos instantes para observar toda la sala. Si no le hubiese prestado atención a Edward Cullen, diría que todo andaba bien. Pero no fue así. Cuando pasé frente al ventilador, se puso nervioso. Estaba con una actitud…como si de un momento a otro fuese a saltar de la silla. Entendí a medias lo que estaba pasando. Yo me tendría que sentar con él, inevitablemente. Era el único lugar que quedaba vacío. Pero ¿por qué se pondría nervioso por eso?
Puso una mano un su rostro tapando su nariz y su boca. ¿?
-Hola ¿es la clase correcta?- Le entregué al profesor la hoja en donde decía mis clases-Gracias, bienvenida a la clase. Estas son tus cosas ¿de acuerdo? Y… Aquí hay un asiento para ti así que adelante. Sigue la clase hasta que te pongas al corriente.-Luego le habló a la clase.-Chicos, hoy observaremos el comportamiento de los platelmintos o gusanos planos…
Edward Cullen parecía aun nervioso, como resistiéndose a irse corriendo, aun no lo entendía. Chequeé que mi cabello no oliera a ninguna sustancia mágica. Al menos no detectable para los muggles. No, todo en orden. Mi cabello olía a mi perfume.
Pude ver en sus ojos una mezcla de terror, enojo y nervios. Durante toda la clase sentí sus ojos sobre mí, pero lo ignoré de todas maneras. Cinco segundos antes de que el timbre tocara se levantó furiosamente de la silla medio corriendo hacia la salida. Me quedé unos segundos sentada ahí. Asustada y confundida.
Cuando fui hasta donde él estaba pude escuchar que quería cambiar su clase, pero todas estaban llenas. Me miró de una manera rabiosa. –Está bien, tendré que aguantarlo.- Indignada salí del lugar. Era obvio que se refería a estar sentado conmigo
¿Qué le pasaba conmigo?
-Es increíble cómo has crecido, y muy hermosa.-Sonreí, esa mujer me había visto por última vez cuando tenía 12 años y había venido unos meses. Me había tenido que venir a ocultar aquí cuando Charlie se había enterado de que Voldemort había vuelto.
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-Eh, Bella ¿Te acuerdas de mí?-Miré a Charlie, no me acordaba de él. Pero no quería decírselo al hombre-Una vez fui Santa Claus.
Charlie habló por mi-Waylon, ella no ha estado aquí en Navidad desde que tenía 6 años- Quería pasar la Navidad con Charlie pero me parecía más justo ir a pasarlas con Harry. No me gustaba que estuviera solo, en casa de los Durdsley.- ¿Recuerdas esas botellitas...?
-Ok, deja que se coma su hamburguesa. En cuanto termines voy a traerte tu postre favorito, tarta de moras. Tu padre aun lo pide, todos los jueves.-Era extraño, pero tenía que decir que Charlie era mi padre. Aunque de alguna manera se había comportado siempre como si lo fuera. Le debía mucho.
-Gracias, me encantaría.
