Versión en español de "Our Ruination" por Thequeergiraffe. Link directo al original en inglés en mi perfil. Thank you so much for the permission.


Mycroft:

Descubrí el pequeño momento de indiscreción de Sherlock completamente por accidente. Tú ves, mi regreso a la mansión no está previsto sino por otras tres horas, pero me las arreglé para atrapar un tren temprano (es impresionante cuantas cosas puedes obtener tan solo con tener el descaro de preguntar por ellas) y aquí estoy: parado en el umbral de la puerta de mi habitación, mirando. Mi hermanito tiene su puño en su regazo y mis sábanas presionadas en su nariz, y está gimiendo rítmicamente con cada embestida de sus caderas. Dios mío. Este es un testamento de cuán perdido está en este momento, que Sherlock, quien se da cuenta de todo, todavía tiene que descubrir mi interrupción inesperada.

Me moví rápidamente. En menos de un segundo, entré en la habitación y cerré la puerta, bloqueándola detrás de mí. Esto atrajo su atención y me vio- casi grita, hasta que levanté mi dedo a mis labios y cayó contra la cama, su pecho agitado y sus ojos muy abiertos. Es tan descarado, mi hermano, que ni siquiera tiene la decencia de avergonzarse de sí mismo. En vez de eso se sentó y siseó, "llegas temprano."

"Obviamente." Desplazo mi mirada hacia sus pantalones, los que están aún abiertos, y resisto el impulso de lamer mis labios o tragar. En su lugar dejé que mi mirada volviera al rostro de Sherlock, al delicado tinte de rosa que florece en cada mejilla y la confusión en sus ojos. "Termina, rápido," dije sin realmente esperándolo; como buena medida, añadí: "Mamá pronto enviará por nosotros, me imagino."

Sherlock no está tan fuera de sí para no ver a través de esto. Sonríe, lenta y astutamente, y dice arrastrando las palabras, "quieres mirar." No es una pregunta, por lo que no lo dignifico con alguna forma de confirmación. Solo me hundo a su lado en la cama, desabrocho los puños de mi camisa y arremango mis mangas.

Mi hermano nunca ha sido lo que llamaría tímido, pero es propenso a la teatralidad y así que vi sus lentos, aparentemente cautelosos movimientos con limitada paciencia. "Hazlo correctamente, por favor," suspiré, inclinándome hacia atrás con las manos, "o deja de aburrirme y ve a tu propia habitación." Me complace inmensamente cuando frunce el ceño y apresura su pálido y pequeño puño, trabajando rápidamente pero con un aire de rebeldía en su mandíbula. Estoy conciente, distantemente, de la forma en que mis propios pantalones se están ajustando, pero mantengo mis manos (ahora temblando, pero solo ligeramente) en la cama detrás de mí.

Dejó de presumir y está empujando de nuevo, su labio inferior entre sus dientes y su respiración entrecortada. Sus ojos desenfocados, pálidos y nublados. Es la cosa más hermosa que he visto. Tengo el repentino impulso de tocarlo pero se va rápidamente; a Sherlock nunca le ha gustado ser tocado, por uno, y mientras que la diferencia de edad entre nosotros se siente a veces insignificante, mis dos años en la universidad lo han hecho casi insalvable. Tengo veinte; Sherlock tiene catorce. He tenido sexo (con putas, por supuesto, pero el punto se mantiene) mientras dudo que Sherlock haya hecho más que cogerse de las manos (aunque, admitiéndolo, tampoco yo lo he hecho… pero nuevamente, el punto se mantiene). Ahora hay un mundo entero entre nosotros, y mientras mi hermano es un genio, claramente, y es capaz de entender mucho (y muy rápidamente), su ingenuidad social sería probablemente solo agravada por la consumación de una relación incestuosa. Incluso esto, permitiéndole jadear y gemir a mi lado mientras su semilla corre sobre su puño aún trabajando, se siente como demasiado. Me pregunto si será mi ruina, este pequeño capricho mío. Me pregunto si esto será su ruina.

"Límpiate," espeté, más bruscamente de lo que pretendía. Él me miró, sus revoltosos rulos cayendo en sus ojos, y hay algo casi herido en su mirada.

Mas, indignado, Sherlock sacude su mano (todavía pegajosa con ejaculación) en dirección a mi abultamiento en la cremallera y de forma completamente insensata pregunta, "¿qué pasa con la tuya?"

"No soy del hábito de exhibirme, Sherlock," me las arreglo con calculada ligereza. Preferiría que él la tomara, mi pobre e impertinente erección, y de hecho puedo fácilmente imaginar la sensación de sus largos dedos, pero no lo digo. En lugar de eso digo: "Te dejaré eso, querido hermano."

"Bien," masculla, pasando su mano con poca delicadeza sobre la funda de mi almohada. "Y yo te dejaré a ti el voyeurismo." En un instante arregló sus pantalones y se dirigió hacia la puerta. Dándose vuelta hacia mí (esos ojos verdes grisáceos tan tormentosos, la bruma de excitación disipada) escupe, "no tiene que advertirme sobre no decirle a nadie; no soy un estúpido. Y dile a Mamá que no tengo hambre. No me importa si le molesta."

"Lo haré," dije, porque necesitaba ser dicho.

"No me importa," resopla Sherlock, y se fue, la puerta abierta y sus pesados pasos retirándose por el pasillo.

Mis hombros se relajan, y la respiración que he estado medianamente reprimiendo me deja en un lento suspiro. Dejo caer mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos. En un momento me levantaré, cerraré la puerta, y caeré de nuevo en la cama. Tocaré las manchas húmedas en la funda de mi almohada con una mano y la ahora dolorosa evidencia de mi vergonzoso deseo con la otra. No tardará mucho, solo el cambio de la tela es casi más de lo que puedo soportar. Luego me levantaré, lavaré mis manos, mi rostro (y cuello, Mamá se preocupa por la piel detrás de mis orejas), y bajaré para cenar. Anunciaré la ausencia de Sherlock; Mamá llorará entre sus palmas, la piel de sus manos casi translúcida sobre sus protuberantes venas y huesos. Comeré demasiado. No pensaré sobre Sherlock.

Pero por ahora, todo lo que puedo hacer es respirar.