Disclaimer: Personajes y lugares de Jotaká.


Hasta que lo pierde

La observaba, la miraba, la extrañaba.

Ya no le pertenecía, ya no era de él, ella estaba con el desgraciado de Potter, aquel que le quitó su amor, su amistad, su todo.

Lo odiaba, odiaba a James Potter con todo su ser, lo odiaba por tenerla, lo odiaba por acariciarla ¡Joder! Lo odiaba porque ella le pertenecía a aquél maldito azabache y no a él. James Potter su opuesto, su enemigo le había ganado… de nuevo.

Pero muy en el fondo sabía que James Potter no era culpable de que ella se fuera, de que ella se alejara, de que lo dejara. No. El culpable era él, él quien decidió el lado oscuro, él que se dejo envolver por las artes oscuras, por sus slytherins amigos, por Voldemort.

Sabía que ella quería apartarlo de aquella oscuridad en qué se había sumergido, quería volverlo a la luz, quería tener con ella al antiguo Severus, a su mejor amigo, pero todo acabó ése día, aquél día en que soportó por última vez las burlas de los estúpidos "merodeadores" .

Fue ése día cuando la despreció, cuando aquellas dos palabras hirientes, dolorosas y totalmente despreciables Sangre Sucia y no, ella no lo perdonó, intentó disculparse miles de veces y a pesar de eso ella no quería explicaciones, no quería verlo, estaba seguro de que lo odiaba.

Porque él se había convertido en lo que tanto había odiado, aquellas palabras sólo confirmaban lo que ella más temía y sabía esto por las palabras prácticamente diarias que le decía la pelirroja Severus, sí sigues con ellos, terminarás pensando lo mismo que ellos piensan, sí, entendía perfectamente las palabras de Lily, y a pesar de que lo juró miles de veces, aquella tarde había destruido todo, absolutamente todo.

Destruido su amistad, destruido su amor, porque algo dentro de él, le decía que Lily lo había amado, quizás aún lo amase, pero lo dudaba, los ojos de Lily, su Lily brillaban cuando miraban al malnacido de Potter, ese que se la había quitado por completo.

Sí, definitivamente ahora entendía aquella frase que escuchó una vez, aquella que ahora lo hacía castigarse mentalmente, reprocharse por la estupidez que había cometido, aquella frase que ponía significado a sus lágrimas y es que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

Y él no sabía cuánto valía Lily, él no sabía que sus ojos se llenarían constantemente de lágrimas, él no sabía que se arrepentiría de decir dos simples palabras que culminaron de marcar su solitario y estúpido destino, él no sabía que nunca podría olvidarla, no sabía nada de esto hasta que la perdió, y ahora lo sabía porque lo vivía, todos los malditos días de su vida.

Por eso la miraba, la observaba, la extrañaba, por eso odiaba a Potter, odiaba a los amigotes de éste, odiaba las sonrisas que ella le regalaba a ellos, odiaba todo lo que la alejaba de sí, pero sobre todo se odiaba a él mismo, porque él era el culpable de que ella se hubiese marchado de su lado.