LA UNIÓN DE KIMARA

Disclaimer: nada me pertenece, sólo la idea.

Kimara caminaba hacia el altar, sonreía al recordar el día en que ella y Rando volaron juntos a lomos de Ayakestra y pasaron el resto de la noche juntos. Esa misma noche Rando la pidió matrimonio.

Kimara miró a los invitados y divisó a su padre, que la miraba lleno de orgullo. Luego miró al altar, sus ojos rojos se cruzaron con los ojos verde y castaño de su futuro esposo. Rando sonrió al verla, pensaba que nunca había habido una novia más hermosa y se sentía inmensamente afortunado al pensar que ella lo amaba.

-Decid vuestros nombres- los invitó Zaisei

-Me llamo Rando-

-Mi nombre es Kimara-

-¿Cuánto tiempo hace que os conocéis?-

-Tres años-

-¿Qué sucedió el día que os conocisteis?-

-Me pusieron a sus órdenes en la expedición a Kash-Tar-

-¿Cuánto tiempo hace que estáis juntos…como pareja?-

-Dos años y tres meses-

Los futuros cónyuges contestaban las preguntas por turnos, como si hubiesen hecho un pacto silencioso.

-¿Y queréis seguir juntos…durante más tiempo?-

-Sí-

-Pero habrá habido momentos malos, ¿no es así?-

-Sí que los ha habido, pero siempre se superan-

-Kimara, ¿quieres seguir con él a pesar de todo?-

-Sin duda-

-¿Y tú, Rando?-

-Por supuesto, ahora y siempre-

Zaisei sonrió.

-Existe un lazo entre vosotros-declaró- un lazo fuerte, hermoso y sincero. Vuestras palabras y sentimientos dan fe de que os amáis. Soy testigo de ello ante los dioses y les suplico que derramen sus bendiciones sobre vosotros, que vuestro lazo perdure y que os colme de felicidad a ambos-

Todos aplaudieron y los cónyuges compartieron un apasionado beso. Shail le susurró a Jack:

-Creo que vamos a tener que incluir esto como parte de la ceremonia, ha pasado en todas las bendiciones a las que he acudido últimamente-

Todo aquel que le oyó no pudo evitar reír.