PROLOGO
Tres años han pasado ya desde aquel día en el que el equipo 7 de Konoha se vió dividido, Naruto se marchó con el maestro Jiraiya para entrenarse y mejorar sus habilidad. Sasuke, por su parte, decidió seguir el camino de la oscuridad marchándose tras los pasos de Orochimaru como su maestro, el joven Uchiha, cegado por el deseo de venganza, no consideró las palabras de sus compañeros. Sakura fue la única que permaneció en Konoha, bajo el mando y las enseñanzas de la hokage busca por fin obtener la fuerza y habilidad para estar a la par de sus amigos. La paz que tanto tiempo ha durado parece estar cerca de desaparecer. Los peligros acechan aun por las tierras de los ninjas. El peligroso grupo Akatsuki recién ha hecho sus movimientos. Sus miembros y motivaciones aún siguen siendo un misterio para aquellos que los investigan, lo único que pueden tener por seguro es que ninguna aldea puede escapar a ser objetivo de esta organización de criminales de rango S.
El mundo de los ninjas que esta paz ha disfrutado desconoce la gran amenaza que se acerca a sus costas por el norte. Una flota de dimensiones nunca antes vista se aproxima a toda velocidad con un brío embravecido, estos guerreros solo desean una cosa, venganza. Este continente, conformado por países y aldeas, fue en algún tiempo, la cuna y tierra de nacimiento de aquellos que buscan esa venganza. Los samurái han regresado después de siglos de exilio en una tierra asolada por la miseria y dificultad.
Los ninjas de hoy lo desconocen por completo, pero su amada tierra fue dominada por los samurái, mucho tiempo atrás. Fueron amos y señores de todo en un principio, hasta que guerras y rebeliones los debilitaron, y los ninjas lograron expulsarlos reclamando para ellos este continente. Enviados a morir en el mar por sus vencedores, los samurái llegaron a un continente desconocido e inhóspito, la vida nunca fue más difícil para ellos, llegaron a una tierra basta, pero plagada de peligros y criaturas aterradoras. Siglos habitaron ese lugar hasta poder llamarlo un hogar. Los clanes se repartieron las tierras tratando de crear una armonía que les permitiera sobrevivir y prosperar, no obstante, para ellos la guerra es su forma de vida, decenas de conflictos tuvieron que pasar hasta que los siete grandes clanes lograron la ansiada paz y la unión de los samurái como una sola nación, una sola cultura, una sola facción, un solo poder.
La Gran Alianza Samurái se fundó en base a un ansiado deseo, un deseo anhelado por todos y cada uno de los líderes, regresar a su hogar y castigar a esos que los expulsaron.
El mundo de los ninjas y el de los samurái chocaran desatando el caos por todos lados, pues más de uno buscará sacar provecho de tal situación.
Aventúrate en esta historia y averigua que pasará. El odio, la furia, el temor, el amor, el drama, la amistad, las traiciones y las nuevas alianzas, se verán inmersos en esta historia, donde solo una facción saldrá victoriosa.
Esto es. Naruto: El resurgir del samurái.
"Si el camino del ninja es difícil, el del samurái es simplemente cruel"
Advertencia. Este fanfic contiene: Derramamiento de sangre y gore, violencia intensa, lenguaje grosero, sexo explícito y muerte de personajes.
Capítulo 1: La llegada del bien y el mal
01 de febrero. Konoha.
Es un día como cualquier otro en la gran y bella Aldea oculta entre las hojas, el sol brilla en todo su esplendor y con gran fuerza pues la primavera está comenzando, como siempre los aldeanos hacían sus rutinas con tranquilidad y sin problemas, las calles de la aldea eran sin duda muy concurridas, los olores de las decenas de restaurantes y puestos de comida se mezclan perfectamente entre las calles llegando a todas las personas abriendo el apetito. Si avanzamos más podemos ver la mansión del hokage, o mejor dicho, la hokage, pues como el monumento a los hokages muestra, se trata de la famosa "Princesa de las babosas" Tsunade Senju. Cabe mencionar la típica presencia de los ninjas de la aldea, quienes forman la fuerza principal militar de la aldea, la mayoría con sus típicos chalecos verdes y sus bandas en la cabeza. En síntesis, era un día bello y común en la aldea.
Nos situamos pues en un lugar específico de la aldea, más precisamente, la entrada a la misma, donde sus dos vigilantes se encontraban, como de costumbre, sin hacer nada, solo quejándose de lo aburrido que puede ser ese día. Sin embargo se sorprenderían mucho al divisar dos figuras acercarse a la aldea, y conforme avanzaban pudieron reconocerles. Un hombre alto, de larga cabellera blanca, vistiendo ropajes verdes con un chaleco rojo, además de calzar unas sandalias de madera. A su lado nos topamos con un joven bastante conocido por todos en la aldea de la hoja, su cabello rubio despeinado, su camisa manga larga naranja con negro al igual que su pantalón, ojos azules, una gran y alegre sonrisa acompañada de unos bigotes bastante extraños, tres en cada mejilla.
– Oye ¿En verdad son ellos? – Cuestionó Izumo sin dar crédito a lo que sus ojos veían, al tiempo que jalaba la camisa de su compañero para que viera también.
– Si, son ellos ¿Cuánto tiempo ha pasado? – Respondió el otro vigilante igual de incrédulo que el primero.
– Hola, Izumo, Kotetsu ¿Cómo están? Vaya ustedes no han cambiado en nada, siguen siendo los vigilantes – Si, así es, es Naruto Uzumaki, junto a Jiraiya.
El joven había cambiado bastante en esos tres años que había estado ausente por su entrenamiento con "El sabio de los sapos"
– Cielos Naruto, sin duda tu si has cambiado bastante en estos años, seguro te has vuelto muy fuerte – Comentó Izumo sonriendo ante el regreso del joven ninja.
– Claro que sí, he entrenado con el viejo pervertido y ahora soy más fuerte. Bueno, vamos a ver a la hokage, nos vemos luego chicos, no se duerman – Dijo el chico riendo un poco mientras se despedía.
Avanzaba por la ciudad hacia la mansión de la hokage. La belleza de la aldea y los cambios casi nulos en la misma llenaban de emoción y alegría al ninja que por fin regresaba a su amado hogar, lo cual le hacía formar una enorme sonrisa en la cara. A su lado caminaba su maestro quien le miraba de reojo, sonreía al igual que Naruto pues sabía perfectamente lo que el chico sentía al volver, pues durante el entrenamiento el chico pasó algunos momentos de nostalgia por no estar en casa. Siguieron avanzando sin decirse nada hasta llegar a la mansión de la hokage, donde todos los ninjas se sorprendieron de verlos volver al igual que se alegraban por ellos.
Saludaron algunos y siguieron su camino entrando a la mansión, donde a los pocos minutos se toparon con Shizune, la fiel ayudante de la hokage, quien en sus brazos llevaba a la mascota de Tsunade, una cerdita de nombre Tonton. La asistente no se había percatado de ese par hasta que estaban cara a cara y su sorpresa fue mucha.
– Hola Shizune ¿Cómo estás? – Dijeron ambos al mismo tiempo de forma amable.
La mujer se sorprendió y dio un chillido pues la habían tomado por sorpresa, terminado por caer sentada.
– ¿Oye, estas bien? – Naruto se acercó para ayudarla a ponerse de pie – No era nuestra intención asustarte.
– No, no. Fue mi culpa, me sorprendieron. Gracias Naruto – Respondió sobándose un poco el trasero por el golpe. Y luego reaccionó – ¿Naruto? ¡Naruto y Jiraiya! – Exclamó regresando a su sorpresa – Volvieron, cielos, esto es increíble ¿Cuánto tiempo ha pasado? Has cambiado muchísimo – Sonrió enormemente y con una ligera emoción.
– Tres años – Respondieron los dos al unísono – Tú no has cambiado nada que digamos ¿cómo le haces para no envejecer?
– Seguro haces las mismas artimañas que Tsunade ¿Verdad? – Comentó el sabio de los sapos riendo un poco.
– ¡Claro que no Jiraiya! – Exclamó la pelinegra algo ofendida – Solo me cuido bien, eso es todo. Pero bueno, dejando eso de lado. Vinieron a ver a la señora Tsunade ¿Verdad? – Sonrió ella mientras olvidaba las palabras de Jiraiya.
– Si, así es ¿Está? – Preguntó Naruto.
– Sí, claro. Está desocupada además, estoy segura que se alegrará mucho al verlos otra vez, venga – Comentó la ayudante acompañándolos hasta la gran oficina de la hokage.
Dicho eso siguieron el camino hasta llegar a la oficina de la hokage. La hermosa rubia estaba tranquilamente en su escritorio leyendo y firmando documentos como todo el tiempo, vestía su típico traje de hokage, se le notaba bastante aburrida recargando su rostro en una de sus manos mientras firma con casi nada de ánimos. Escuchó a Shizune carraspear y levantó la mirada, al instante sorprendiéndose de ver tanto a Jiraiya como a Naruto quienes sonreían al verla, levantando una mano en forma de saludo.
– ¡Naruto, Jiraiya! – Se levantó rápidamente con cierta emoción, aunque rápidamente regreso a su personalidad seria y tranquila, carraspeando un poco para ello – Vaya, ya, ya volvieron, que bien – Ocultaba su emoción dejando únicamente una sonrisa bastante linda.
– Vamos Tsunade, no tienes por qué actuar, es obvio que estas emocionada por volver a vernos – Rió el sabio que la conocía perfectamente y sabia cuando sobreactuaba.
– Si abuela Tsunade, casi saltas sobre el escritorio al vernos, estoy seguro que… – Antes que siguiera hablando recibió un golpe en la cabeza por parte de la rubia.
– Aun sigues llamándome vieja, Naruto – Gruñó molesta apretando el puño y resaltándose una vena en su frente.
– Vamos lady Tsunade, no sea tan ruda con el chico, acaba de regresar a su hogar – Se escuchó una voz detrás de ellos.
En la ventana estaba "El ninja que copia" en cuclillas sobre el borde la misma, no había cambiado nada, incluso en su mano derecha tenía el famoso libro que tanto le gustaba, y que era obra del "Sabio pervertido" aun que parecía una versión más reciente.
– ¡Kakashí sensei! – Exclamó con cierta emoción el ninja rubio al ver a su otro maestro una vez más – Usted tampoco ha cambiado en nada, incluso sigue leyendo ese libro para pervertidos – Comento sonriente.
Jiraiya solo bufó cruzado de brazos arqueando la ceja, pues él consideraba sus libros obras de arte.
– También me alegra verte Naruto, tu sí que has cambiado bastante en este tiempo – Rió un poco el ninja de la máscara – Hay alguien más que también se alegrará mucho de verte – Señaló detrás de ellos a la entrada de la oficina.
Allí una joven chica de cabello rosa y vestimenta roja entraba con un montón de libros en sus brazos, los cuales dejó en el suelo cerca de la entrada.
– Lady Tsunade, ya traje los libros que me pidió, creo que son… – En eso levantó la mirada, quedándose muda al ver a su compañero de equipo otra vez.
– Sakura – Dijo Naruto sonriendo de forma un poco más alegre al verla a ella.
Se acercó hasta estar cara a cara, la joven ninja aún estaba muda ante la sorpresa, pues ella solo recordaba a aquel chico rubio entrometido que se fue a entrenar, ahora estaba frente a ella había un hombre, lo primero que notó fue la altura de su compañero que ahora la rebasaba un poco. Se le vía más maduro, incluso aun con sus ropas podía notársele más fornido, su voz ya no era irritante como ella llegaba a pensar, era un tanto más grave y cálida.
– Vaya, tu si has cambiado mucho Sakura – Dijo el rubio mirándola.
Al igual que ella, Naruto detallaba los cambios en su compañera, no solo su estatura, pues también creció, si no su complexión, se le notaba más fuerte, aunque lo más relevante, es que ya no era una niña mandona y gruñona cono el rubio llegaba a pensar, era una mujer ninja con una belleza envidiable.
– Te vez más linda Sakura – Fue lo que dijo con un tono amable y bastante honesto, como si lo dijera de todo corazón.
Esas palabras sorprendieron a los otros tres testigos de ese reencuentro, mientras que a la joven ninja peli rosa fácilmente se sonrojo. Antes que aun pudiera decir algo él se acercó aún más hasta poder abrazarla.
– Na, Naruto – Fue lo único que pudo decir, antes de reaccionar y sonreír enormemente, correspondiendo al abrazo, más que gustosa – Volviste, en verdad volviste – Susurro tratando de contener las lágrimas que amenazaban con recorrer sus mejillas.
– Sabia que se alegrarían mucho al volver a verse – Comentó Kakashi, de alguna manera enternecido por el rencuentro de sus alumnos.
– Sin duda. Por otro lado, debo hablar con Jiraiya en privado – Dijo la hokage al ninja de la máscara mientras regresaba a su escritorio.
– Claro que si señora – Asintió Kakashi mientras se acercaba a esos dos – Naruto, Sakura, que tal si celebramos este recuentro comiendo en Ichiraku. Yo invito.
– ¡Claro que si Kakashi sensei¡ – Exclamó emocionado y ansioso, pues no había comido nada en todo el día, y un delicioso ramen le hacía agua la boca.
Los tres miembros del equipo siete se retiraron de la oficina dejando solos a los dos legendarios ninjas, quienes en poco cambiaron sus semblantes de sonrisas a seriedad.
– ¿Y, de que quieres hablar conmigo Tsunade? – Cuestionó Jiraiya recargándose acercando una silla para sentarse.
– Para hablar sobre las amenazas ante las que está la aldea – Comentó ella de forma seria mirándole igual.
– Entiendo, los Akatsuki aún no han sido identificados, salvo de miembros, Itachi Uchiha y Kisame Hoshigaki, de los que tampoco sabemos su paradero o sus motivaciones. Además tenemos a Orochimaru quien convenció a Sasuke Uchiha para irse con él, eso también lo convierte en un potencial peligro para la aldea puesto que no conocemos su escondite – "El sabio" hizo un repaso sobre las amenazas de la aldea que conocía.
– Además hay otro riesgo, aunque solo sea un pequeño rumor venido de otras tierras – Tomó una caja que estaba bajo su escritorio y la puso sobre el escritorio.
– ¿De qué se trata? ¿Y desde cuando crees en rumores? – Preguntó extrañado acercándose para ver menor esa caja.
– Dime Jiraiya ¿Qué sabes sobre los samurái? – Ahora fue ella quien preguntó.
– ¿Los soldados del país del hierro? ¿Qué tienen de importancia o relevancia? – Simplemente "El sabio" no entendía a lo que ella quería llegar.
– Esos no, los verdaderos samurái, los de la era antigua – Enunció ella mirándolo, y por primera vez se notó levemente preocupada.
– Realmente no se mucho de ellos, nadie sabe mucho de ellos. La era antigua acabó hace demasiado tiempo – Respondió confundido pero intrigado por lo que ella decía – Aun así, no veo ningún riesgo en eso, los antiguos samurái están extintos y nada queda de su civilización o sus tradiciones.
– ¿Entonces puedes darme una explicación para esto? – En eso abrió la caja.
"El sabio de los sapos" se impactó abriendo los ojos a mas no poder, al ver el contenido de esa caja. Era una espada, pero no era una espada común, no era una espada que alguno de ellos dos alguna vez hubiera visto, era una katana.
La empuñadura era negra y recubierta de cuero negro haciendo un diseño muy meticuloso, el guardamano era ovalado y con diseños de flores, muy artístico, finalmente a hoja era tan brillante y perfecta, sin dudas una técnica de forjado que desconocían los mejores herreros de esa aldea, y ni hablar de su filo, pues era a capaz de cortar un cabello si este se dejaba caer sobre la hoja. En pocas palabras, un arma jamás vista por ellos, ni siquiera por los sannin.
– ¿Crees que solo son rumor Jiraiya? – Volvió a preguntar la hokage mirando a su compañero viendo su cara de atónito ante esa arma.
– ¿Dónde la encontraste Tsunade? – Fue lo que respondió aun mirándola a detalle tomándola para verla mejor, pensado que quizás, tan solo quizás, podía ser el trabajo de un herrero muy bueno.
– Fue enviada por el señor feudal del país de los campos de arroz hace unas semanas, afirma que sus soldados capturaron a un extraño hombre que llegó del mar del norte. Dicho hombre llevaba esta arma y unas ropas muy extrañas, además, afirmaba ser un "ashigaru" explorador, y no dio más información.
– Jamás había oído ese término ¿El sujeto dijo que significaba? – "El sabio" dejó la espada dentro de la caja, pues de alguna manera le causaba inquietud tenerla.
– No. Esa misma noche, el sujeto, mientras estaba encerrado en su celda, sacó de sus ropas una espada similar, aunque mucho más pequeña, con la cual se suicidó cortándose el abdomen hasta desangrarse. Es inquietante – Suspiró la rubia levantándose de su silla.
Se estiró un poco y luego se acercó a la ventana desde donde miraba la gran aldea, Jiraiya se acercó a su lado también para observar. La aldea jamás había vivido tiempos tan buenos, una paz y prosperidad que tanto habían anhelado, pero ahora esta se ve amenazada por presagios del norte, presagios de un terror tan antiguo que casi todos lo han olvidado.
– Jiraiya, en verdad siento que algo malo está por ocurrir, no sé cómo, ni donde, pero lo presiento – Comentó la rubia cruzándose de brazos y tratando de ocultar el atisbo temor en su ser.
– Sea lo que sea Tsunade, lo enfrentaremos y acabaremos con ellos, y si es posible, encontraremos la forma para evitarlo – Fue lo que "El sabio" Le respondió aun conservado su serenidad.
La rubia solo suspiro mientras asentía, tratando de sacar esos temores de su mente y creer la as palabras de su compañero.
Ahora nos ausentamos de la aldea de Konoha, incluso del país del fuego, y nos vamos más al norte, hasta llegar al inmenso mar. En este lugar el clima no es tan agradable pues el cielo está terriblemente nublado ocultado la mayor parte de la luz del sol, pero aun no comienza a llover, aunque solo es cuestión de tiempo. Es pues que aquí somos testigos de algo más que increíble.
Surcando las grandes y agitadas olas del gran y poderoso mar del norte vemos una gigantesca flota de barcos, cientos y cientos de barcos de madera hasta donde la vista alcanza, eran tantos que sus formas variaban de unos a otros, unos pequeños, otros grandes y uno que otro de tamaño colosal pues eran capaces de llevar sobre ellos torres grandes y en su interior a cientos de soltados o cargas. Una poderosa flota de proporciones épicas se dirigía a toda velocidad hacia las naciones del mundo ninja. A su vez la gigantesca flota se agrupaba en siete diferentes conjuntos de barcos, en dichas embarcaciones se podían identificar siete estandartes diferentes, cada uno representando a un grupo específico de personas.
Vamos al buque insignia del conjunto de barcos que viajaban al frente de los demás, este es un barco de dimensiones inconmensurables muy alto y con una gran torre en su cubierta, en dicho barco los hombres de la tripulación preparaban el barco para la tormenta que se acercaba, trabajando arduamente bajo órdenes de sus comandantes y oficiales. En la parte posterior del navío, justo en la punta frontal se encontraba un hombre tranquilamente sentado mientras bebía una taza de té. Este a su vez era resguardado por cuatro grandes y fuertes hombres, hombres que llevaban armaduras samurái, estas en color blanco con dorado, los cuatro arrodillados a sus lados sosteniendo grandes lanzas.
Mientras dicho hombre disfrutaba de su té y dela vista del gran mar, otro se acercó a él por detrás, este también vestido como samurái con los mismos colores, añadiendo un capa blanca a su armadura.
– ¿Padre? – Dijo ese nuevo samurái – ¿Qué haces aquí aun? La tormenta está a pocos minutos de comenzar debemos resguardarnos en la torre.
– ¿Sabes cuantas tormentas he visto en mi vida? Cientos, quizás miles – Respondió dicho hombre forma muy tranquila y sonriente.
Ese hombre no era para nada un joven, aunque su físico era rudo y fornido, no podía ocultar el pasar del tiempo pues su edad rondaría los sesenta años aproximadamente. Ataviado con un kimono masculino blanco con símbolos en dorado al igual que los bordes, claramente de telas de la más alta calidad. Su cabello había dejado de crecer y permanecía calvo a diferencia de su larga y frondosa barba que ya era cubierta por las canas, sus iris eran completamente blancos dejando solo ver su pupilas, dando cierto temor a su mirada aun estando de buen humor.
– Aun así, la lluvia podría enfermarte, por favor, regresemos al interior – Insistió ese hombre, que por cierto no permitía ver su rostro, pues llevaba no solo el gran casco de los samurái, además una máscara.
Dejó la taza en una pequeña mesa, y luego se puso de pie, se estiró un poco pues llevaba ya allí un largo rato, al mismo tiempo sus guardias se levantaron en perfecta sincronía. El viejo hombre se acercó a su hijo, no había diferencia alguna entre sus alturas, y vaya que eran altos.
– Creo que tienes razón hijo – Sonrió el viejo colocando su mano en el hombro de él – Dime ¿Cuánto falta para llegar a nuestro primer objetivo?
– Con este viento podremos llegar en tres o cuatro horas padre. Es una pequeña aldea costera de un país llamado "De los campos de arroz" según nuestros exploradores no serán un reto para nosotros – Comentó el hijo con seriedad militar y cierta soberbia.
– Bien, bien, eso me gusta mucho. Ya sabes lo que hay que hacer hijo, deja solo con vida a unos pocos, aplica el uno de cinco ¿Si sabes a qué me refiero? – Le miró sonriendo y algo retador ante su pregunta.
– Claro que lo sé, dejar solo con vida a uno de cada cinco habitantes. Haremos que la palabra "Samurái" vuelva a ser temida y respetada como en la era antigua. Esas personas entenderán que enfrentarse a los samurái es como enfrentar al infierno – El hombre se veía más que decidido y listo para llevar acabo tan terribles órdenes.
– ¿"Enfrentarse a los samurái es como enfrentarse al infierno"? – Repitió con cierta curiosidad e intriga el viejo – Me gusta esa frase me gusta mucho, has que la graben en algún letrero cuando terminen con todo, ese será nuestro lema – Dicho eso se retiró junto a sus guardias de regreso a la torre del barco.
El hijo se quedó allí un momento, mirando el horizonte y el cielo que comenzaba a mostrar sus colmillos con los primeros relámpagos y truenos.
Fersaw: Hola gente. ¿Como estan? espero que bien. Veran, yo soy el Fersaw, y esta es la primera vez que publico un fic en esta pagina, no obstante, la conozco muy bien desde hace tiempo, lo que pasa es que nunca me había animado a escribir un fanfic, hasta ahora.
- Se sienta en un sofá con una taza de café -
Fersaw: Hasta que tuve esta gran idea que no me ha dejado dormir. Si, es basado en el universo de Naruto, por que es uno de mi animes favoritos y sin dudas el que mejor historia y universo posee. Bueno, para explicar un poco, por que puede llegar a confundir, lo se. Veran, esta historia se sitúa justo al inicio del Shippuden, no obstante, advierto que habrá muchos cambios con los eventos de la historia original, incluyendo eventos de las épocas pasadas, esto se entenderá mejor cuando se llegue a ese punto. Ya sé que es mucha palabrería, pero es la primera vez que hago un fanfic como tal, y quiero que no haya malas interpretaciones en lo que plantee. También debo advertir que como factor adicional tendremos MUCHOS "Personajes Originales" (OC) que serán importantes en la historia. Tanto buenos como malos. Básicamente la trama principal es el conflicto entre samuráis y ninjas. Claro está que si tienen alguna duda puedo aclararla, solo necesitan dejarla en los comentarios. Por el momento eso es todo, espero hayan disfrutado el primer capítulo, o al menos les haya interesado la historia, se que no hubo acción, pero ya llegará. Nos vemos.
