Dulce Coincidencia

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Capítulo 1: Coincidencia

Estaba en el consultorio con mi mamá cuando escuché la puerta abrirse. Entró una Señora y una niña. La señora se sentó al lado de mi madre y comenzaron una charla, mientras que la niña se sentó a mi lado.
-¿Y tú por qué vienes?-me preguntó, con una sonrisa

Tenía el pelo castaño y llevaba algo parecido a un kimono lila.

-Me torcí algo-contesté tajantemente, no me gustaba socializar mucho

-¿Que te torciste?-me preguntó, nuevamente con esa sonrisa

-El tobillo-contesté indiferentemente

-¿Y te dolió mucho cuando te lo torciste?-me volvió a preguntar con esa sonrisita

-No-respondí tajantemente

-Ah-me contestó

Pasaron unos minutos de un silencio incómodo cuando me volvió a preguntar algo.

-¿Y cómo te llamas?-preguntó

-Kakashi Hatake-dije sin tanto interés en segui la conversación

-Yo me llamo Rin, Rin Nohara-me dijo con una gran sonrisa

En ese instante me llamaron pra ir donde el pediatra. Me revisaron el tobillo, me pusieron vendas y me dijeron que no hiciera tanta fuerza. Cuando salí Rin aún estaba ahí. Ya me estaba llendo cuando escuché un "Adiós Kakashi".

Pasaron ya 10 años desde ese día. Ahora tengo 17 años y voy en el instituto. Mis padres viajaron al extranjero, así que vivo solo.
Era un día común y corriente, como los otros días, pero no sé porque me he acordado de ese suceso.

-Atención-dijo el profesor- Hoy tenemos a una nueva alumna en el instituto. Adelante, puede pasar-llamó al profesor a la alumna-Por favor, preséntate-

-Me llamo Rin Nohara, me acabo de mudar de casa, por eso entré a un nuevo instituto-dijo Rin

Kakashi quedó en shock. Rin había crecido mucho, en todos los ámbitos. Llevaba una polera negra holgada y una falda lila que marcaba sus curvas. A Kakashi se le tornaron las mejillas de un pequeño tono rojizo, ¿desde cuándo él pensaba de esa manera?

-Rin, ve a sentarte con el señor Hatake-dijo el profesor. Rin obedeció

Que casualidad, por Kami, verla ahora y recordarla cuando era niña. Era un gran cambio.

-Hola Kakashi, que gusto verte, estás más guapo que cuando te vi-dijo Rin

-Ehm... ¿gracias?-pregunté confuso

Rin soltó una leve carcajada. Ahí estaba de nuevo con su sonrisa.

-¿No te acuerdas de mi?-preguntó Rin

-Si, tu eras la chica del kimono-dije

-Exacto, pero que grande estás, y aún no te quitas esa máscara que te cubre la cara-dijo Rin

-No-contesté

-¡Oh, llegó la profesora!-dijo Rin y sacó sus cuadernos

No conversamos nada más porque estábamos en clase (Rin tenía una muy linda letra), y en los recesos varias chicas y chicos se acercaban a conversar con ella. A la salida del Instituto, escuché que gritaban mi nombre y volteé.

-¡Puf, que rápido caminas!-dijo Rin apoyándose en sus rodillas

-Si-dije, esperando a que recuperara el aire

-Mi casa también está por allá... ¿te molesta si voy caminando contigo?-me preguntó Rin

-No-mentí

Caminamos mucho rato en silencio, el silencio no era incómodo, pero tampoco era muy cómodo.

-¿Y cómo has estado?-preguntó Rin

-Bien. Mis padres viajaron al extranjero, entonces vivo solo-contesté

-¿Y qué has hecho para mantenerte?-me preguntó

-A veces trabajo. Mis papás me mandan dinero también-dije

-Sigues de pocas palabras, tal y como pensé-dijo- Yo siempre soy la que comienza hablando, y tu lo terminas, ¿no te gusta conversar?-preguntó

-No-dije

Rin hiso un leve puchero el cual era gracioso. De repente se quedó parada y la miré extrañado.

-¿Qué te pasó?-preguntó preocupada

-¿En qué cosa?-pregunté confundido

-En el ojo, tienes una cicatriz en el ojo-dijo Rin para luego tocarme la cicatriz

-Solo me corté con algo, no es nada serio-dije

-Bueno, ojalá sea cierto que no es nada serio-dijo Rin

Caminamos un poco más y Rin paró.

-¿Ahora que pasa?-pregunté un poco molesto

-Aquí está mi casa-dijo

Que casualidad, justo a una manzana de mi casa

-¡¿Enserio?!-gritó

-¿Qué cosa?-pregunté extrañado

-¿Mi casa queda a una manzana de la tuya?-preguntó

-¿Lo dije en voz alta?-pregunté asustado, debería controlar mi boca

-Si... ¿a qué hora sales para llegar al instituto?-me preguntó

-A las 8 de la mañana-respondí

-¡Las clases empiezan a las 9!-gritó-Bueno, deberé despertarme más temprano para alcanzarte y charlar-

No alcancé a decirle que no quería que ella se fuera al instituto conmigo porque se despidió fugazmente y entró a su casa.

Llegué a mi casa, fui a mi habitación y me tiré en la cama. No me importaba quedarme dormido encima de ésta, o con ropa. Este día fue muy cansador.


Aloha, si sé que me quedó corto este cap, y ¡SI, ESTÁ SERÁ LA PRIMERA HISTORIA QUE HAGO CON CAPÍTULOS, MUAJAJAJAJAJAJA! No diré nada más porque mi inner me está insultando

:D

Seba20 fuera, paz!