LEE LA NOTA
Nota: bueno, por donde comienzo? Para aclarar , yo ya tenia cuenta fanfic era Goticoramed, pero se cerro y no se por qué, bueno, subí un fic llamado "desesperación" y decidí abrirme otra cuenta y subirlo ahora si bien, aquí de los dejo de nuevo, es el mismo, y lo que se supone que seria el siguiente cap. Espero que mi cuenta no se vuelva a serrar.
Disclaimer: Los personajes de Alicia en el País de las Maravillas no me pertenecen. Este fic sólo tiene el propósito de entretener, no pretende fines de lucro ni hay violación intencionada del copyright.
Cap.1 "Presente".
La reina caminaba por el pasillo, blanco como las nubes, y largo como un puente.
-7 años….-susurro para sí misma
- 7 años en los que no has vuelto Alicia.
Sus manos alzadas en el aire con toda delicadeza como siempre, su finura al andar y la tranquilidad en su rostro la hacían parecer una bella bailarina. La corona que reposaba en su cabeza, la que antes había estado en una rojiza y gran cabezota ahora estaba con ella.
-ha pasado mucho…tiempo-volvió a decir.
Mirana hacia su paseo dominical por el castillo, como siempre lo ha hecho, al menos desde que tiene memoria. Les mentiría si les dijera que ya había pasado mucho tiempo, ya que desde que Alicia se fue el tiempo se volvió a ofender, pero aun así no dejaba de ser demasiado para los que ahí vivían…sobre todo para alguien en específico, y no, no hablo de la reina, yo me refería a un excéntrico personaje de ojos brillantes, verdes como las hojas de los árboles, más verdes quizás… el sombrerero.
Y, aunque ese hombre ocultara la verdad a los demás, incluso a sí mismo, había alguien que sabía todo a cerca de él, y si, ese alguien era la reina.
Ella sabía lo que le pasaba a toda hora del día, o al menos eso creía ella. Este domingo, no era cualquier domingo, al menos en sub mundo.
Ese día la reina había sido invitada a un banquete real en otro reino, muy lejano al suyo, pero eso no le importaba, siempre iba de lugar en lugar cumpliendo sus obligaciones reales, lo único que le importaba era su querido amigo.
Últimamente ella había estado muy ocupada y casi no lo había visto, y lo único que había visto de él eran sus sombreros, en verdad ambos habían estado ocupados casi por igual desde el día en que Alicia se fue, pero la reina lo había llamado días antes para hablar con él a solas.
-majestad…- susurro una vos a espaldas de la reina. En el momento, que la reina la escucho, supo de inmediato a quien pertenecía esa vos de acento escoces.
Dándose vuelta rápidamente la reina vio al hombre a unos cuantos metros lejos de ella.
-¡sombrerero! -
El hombre permaneció quieto en su lugar, con su sombrero en manos –¿Qué se le ofrece?...¿algún sombrero quizás?- dijo con vos apagada.
La reina sonrió levemente y dijo –no, son suficientes con los que ya tengo en mi almacén –
El sombrerero frunció el ceño confundido y miro el suelo por unos momentos, preguntándose para que había sido llamado.
-en realidad te he convocado para hablar de un asunto en específico mi sombrerero – dijo la soberana albina.
-¿sobre qué mi majestad?-pregunto el hombre.
Unos cuantos segundos de silencio llenaron el espacio, tan silencioso que, por las ventanas que estaban sobre las paredes de todo el pasillo, el sonido del aire, llego a oírse muy profundamente.
Aun habiendo silencio la reina volteo hacia una ventana abierta tras de ella, el aire movió ligeramente su albina cabellera y la hermosa puesta de Sol llenaban su piel de colores amarillentos y rojos como el mismo fuego, los cantares de los pajarillos y caballitos mecedores llenaban el hermoso ambiente, al igual que regresaban a los arboles… parecía un lugar de ensueño.
-Alicia…- dijo la reina con una muy fresca vos.
Al oír ese nombre el sombrerero abrió más los ojos.
-disculpe majestad por la pregunta pero…¿Por qué hablar sobre ella?- pregunto el hombre clavando su confundida mirada sobre la soberana.
-lo veo en tus ojos Tarrant. Tú la extrañas- dijo la reina de nuevo, esta vez volteando a verlo.
-¿Quién no su majestad? Todos la extrañamos…-
Otro momento de silencio paso, intercambiaron miradas un momento, cuando la vos del hombre volvió a sonar.
-¿cre...Cree que volverá?- titubeo el hombre.
-no lose- fue la respuesta de la mujer blanca.
Ambos empezaron a caminar por el pasillo al parecer infinito, ninguno hablo, ninguno hizo nada más que caminar en línea recta.
No podría calcular cuánto tiempo paso en lo que caminaban, parecieron minutos, pero horas a la vez, cuando el sombrerero rompió el silencio de nuevo.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?- pregunto el hombre.
La mujer a un costado de él dijo no con la cabeza mientras musito –no ha pasado ni un segundo después de que ella se fue…-
-hablo de su mundo majestad-.
La reina permaneció más callada con mirada perdida, podrían haber pasado siglos, quizás minutos, u horas ahí.
-eso es algo que no tengo permitido decir-.
-ella lo prometió- volvió a decir el hombre cada vez más triste.
Siguieron caminando más y más, no sé hasta donde tuvieron que hacerlo para llegar al final.
La reina no le había dicho cuántos años habían pasado, no podría decirlo, quizás, si lo hacia, perdería toda esperanza, de todo pudo haber pasado en el mundo de Alicia en 7 años.
Mucho aquí había cambiado durante este pequeño lapso de tiempo, pero pronto ella vendría, de nuevo…o algo parecido.
Todos tenían la esperanza de un día volver a ver a esa joven de cabellos rubios y alborotados… pero ahora había cosas más importantes que esta…la reconstrucción de muchas casas, y la reforestación de muchas áreas del bosque.
Pero no hay mucho que hablar sobre lo que tendrían que hacer, si no de los pobres y locos personajes que habitaban en él .Desde que la reina roja fue exilada junto con su aliado, cómplice, y general del ejército nadie supo mas de ella, y eso era lo que todos querían….no volverla a ver .La Liebre seguía igual de loca, tomando té sin control a toda hora junto con la liróna, que ahora era general de el ejército y guardia del castillo, gracias a sus habilidades con la espada.
El conejo ahora reparaba relojes para todo sub mundo, ya que su obsesión con la puntualidad lo hizo llevarlo a otro nivel.
Los Twedels seguían igual, discutiendo, y golpeándose entre sí, y es que
A este paso no tenían a donde llegar.
Chaiser…nadie lo había visto desde entonces, no había rastros de él.
La reina seguía igual que antes…y el sombrerero cada vez mas solo….
Esta era la cruda realidad, quizás buena o quizás mala para algunos.
Todos esperaban a una Alicia… pero quizás encontrarían más que eso, o algo peor…
"Una melodía negra CAP.2"
Alicia se despertó de golpe. Su corazón latía a mil por hora. Estaba sudando, se sentó en su cama a pensar sobre lo que había soñado. Ella estaba en un laberinto oscuro, de un color azulado, se escuchaban voces de una charla muy peculiar…
-te vas a olvidar de mí…-
-¿Qué? Claro que no, yo nunca te olvidaría…-
Estas palabras se repetían una y otra vez…cuando de repente despertaba de golpe. Este sueño era muy recurrente. Alicia sabía que ahora que estaba despierta no volvería a dormir de nuevo, sino hasta el día siguiente, salió de la cama y se dirijo a la puerta de su camarote. Al abrirla una fría brisa entro, revolviéndole el cabello.
Una hermosa luna llena alumbraba su blanca piel, las estrellas titilaban en el cielo. Era una hermosa noche, lo único bueno de sus pesadillas eran que le permitían mirar este espectáculo.
-quisiera poder volver…- dijo Alicia para sí misma.
Se acercó más, y se recostó sobre el barandal, miro para abajo, y ahí estaba el inmenso y salvaje mar reflejando la luna. Una tristeza enorme mancho su corazón en ese momento, se sentía triste, desolada, sola.
Tan cansada ya estaba, la idea de haberse ido la atormentaba de nuevo, la culpa, el remordimiento rompían su corazón en pedacitos cada vez más pequeños, él se lo había pedido de la manera más dulce y tierna…que se quedara… pero aun así no lo hizo, no sabía que era de ellos, que podría ser… ya había pasado demasiado, cada día se sentía más desesperada.
Cuando escuchó el tocar de un piano, era una pieza triste y solitaria, tan triste como se sentía, pero algo en ella le llamo la atención.
Se separó del barandal y empezó a caminar por la cubierta del barco.
Siguió la canción por un buen rato, y cada vez se oía más y más fuerte, cuando menos lo notó, su oreja se encontraba contra una puerta, esa puerta resultaba ser la del salón de música.
Al lado de la puerta había una gran ventana, Alicia se asomó por ella, y vio a dos jóvenes al lado de un piano.
Era un muchacho de unos 27 años de edad, y una joven de al menos eran de cabello negro, de piel clara y ojos azules, vestidos con un traje negro.
El de ella era escotado de los hombros, hermoso y largo con encajes, y el de él, era un lindo traje de el mismo color con un moño azul marino.
El joven tocaba el piano, y la chica a su lado estaba cantando…
"cuando todo es gris…siento que quiero llorar, cuando tu estas aquí, me siento libre, feliz por siempre…. Y ahora que, tú no estás aquí, siento que quiero morir…."
La canción era tan lenta y melodiosa… la vos de la joven era muy suave y hermosa. Los dedos del hombre que tocaban la hermosa pieza de la canción eran mágicos, parecía estar muy bien ensayado.
La canción no se parecía a ninguna que Alicia había escuchado, esta parecía de otro mundo, literal.
Alicia permaneció pegada al frio vidrio de la ventada por unos minutos.
De repente la canción dio un giro inesperado, la joven dejo de cantar y el chico a su lado empezó a tocar el piano tan rápido como pudo de una manera elegante y muy sofisticada, y empezó a cantar…
"Cuantos años yo tenía… y el sol en mi piel, cuando recuerdo tus ojos, algo en mi interior…tengo que saber, pero que se yo…tan solo soy un hombre que no tienen nada para ti…solo mi amor, y ahora que te veo marcharte, algo en mi se rompió, te pinto hermosas flores, aunque se que no las podrás oler, que lastima magdalena… ahora te voy a perder…."
La vos de él joven era gruesa y educada, al contrario que la chica que lo acompañaba su parte fue tan solo un poco más rápida, y con un ritmo más alegre.
Así termino la canción.
Alicia, aun con la boca abierta sintió como su corazón se calmaba al oírla. Estaba tan concentrada con la canción que ni siquiera notó que ambos jóvenes que la habían tocado habían notado que ella estaba ahí mirándolos.
Y enseguida lo notó salió corriendo, ambos jóvenes lo ignoraron y siguieron tocando su pieza musical.
Sin embargo Alicia no se había marchado aun, cuando notó que no la habían visto se acercó de nuevo con cuidado y tomó asiento en el piso al lado de la puerta.
La melodía continúo.
-no saben cuánto los extraño…- susurro Alicia.
Estaba aquí, en medio del océano, recorriendo medio mundo, bajo la gran y majestuosa luna en una noche de abril , estaba ella sola, sin que nadie la juzgara, no tenía que usar corsés ni medias, era todo lo que Alicia quería desde que nació, y ahora que estaba aquí, que ya tenía todo lo que quería, libertad, sentía que le faltaba mas, le faltaba la sonrisa de sonriente, las risas de la liebre y el lirón, a la reina blanca y sobre todo a la oruga, pero había alguien , cuyo nombre no salía de su cabeza…
-¿Qué estarán haciendo a estas horas….-
Alicia se quedó ahí sentada mirando la luna, sintiendo la brisa en su rostro, y escuchando aquella canción, solo había alguien que le faltaba en este momento.
Permaneció ahí varias horas mirando el amanecer.
Y justo antes de que cualquiera en el barco pudiera abrir un ojo Alicia se retiró a su camarote a descansar el resto del día…
Nota 2: bueno esperen el cap. 3 con ansias, sé que esta raro subirlo así, pero no me quedaba de otra, bueno, olvidemos este error y prosigamos.
Posdata: por cierto, el ritmo de la canción que cantan es el mismo que aparece en "la canción de Sally" en la película de el extraño mundo de Jack, y cuando canta el joven es la de "el lamento de Jack" una de mis canciones favoritas de una de mis películas favoritas.
Posdata2: ¡Cuchara! (cara de tonta)
Y postada3: ya son muchas posdatas, pero aun así deja un review :D
Y aun asi…!viaje bueno a todos!
