Naruto no me pertenece es de Masashi Kishimoto.
.
.
.
IMPORTANTE LEER ANTES DE EMPEZAR
Hola me gustaría saludar a todos aquellos que leerán la historia y de paso aclarar que habrá un poco de OCC en la protagonista de la historia y lenguaje soez por lo que sí alguno es muy sensible no lo lea. Además quiero incluir a los lectores que quieran participar en ponerle una pareja a la protagonista, puede ser un personaje de Naruto (ahí veo como me invento su resurrección, si está muerto) Entre más votos tenga un personaje de Naruto escogeré al ganador y lo pondré en la historia. No Sasuke por favor, por lo que los que gustan del sasusaku no les gustará la historia.
Por otra parte quiero hacer una reflexión en esta historia que espero que les guste. Sin más que decir disfruten del primer capítulo. Se me olvida mencionar que esto está después de The Last.
.
.
.
.
Capítulo 1. Abriendo los ojos.
Caminé con cansancio hacia mi apartamento, sentía el agotamiento correr por mis extremidades pero era algo que me llenaba de una extraña alegría, ya que al estar tan cansada no pensaba en muchas cosas, especialmente de ÉL.
Debería de presentarme para que entiendan un poco quién soy y lo que sucede en mí vida, bueno mi nombre es Sakura Haruno, tengo diecinueve años, mido un metro sesenta y cinco, peso cuarenta y cinco punto cuatro kilos y soy sangre tipo O. Mi cabello es de color rosa corto pero lo estoy dejando crecer, mi cuerpo continúa en crecimiento así que no tengo un resultado final hasta que se acomode y mis ojos son de un color jade.
Mis padres son civiles pero yo me convertí en Kunoichi y ninja médico gracias a los entrenamientos de Tsunade-sama al convertirme en su aprendiz. Mi primer equipo fue compuesto por Naruto Uzumaki, Kakashi sensei y Sasuke Uchiha pero luego Sasuke desertó, Naruto se fue a entrenar con Jiraiya y yo seguí el entrenamiento con Tsunade-sama. Transcurrieron los años y el equipo siete resurgió de sus cenizas con dos nuevos integrantes que fueron Sai y Yamato- taicho.
Nuestras aventuras con diferentes villanos nos unió como equipo, todo era difícil hasta que la cuarta guerra estalló y el mundo ninja como lo conocemos cambio. Debo decir que Naruto y Sasuke se convirtieron no solo en leyendas sino también en héroes al poner fin a la guerra. Y en ese preciso momento empezó mi calvario pensé estúpidamente que Sasuke volvería a la aldea y seríamos el equipo siete original.
Pero Sasuke tenía otros planes y como siempre no me incluía en ellos, así que se fue con la excusa de encontrar su redención y volví a quedarme como en el principio, sin él. Hace poco Naruto rescató a Hinata y ahora ellos están en una relación, Ino parece que está profundamente enamorada de un Sai confundido con la actitud de mi amiga hacia él. Y mientras todos continúan con sus vidas yo me siento como si estuviera detenida en el tiempo, mi cuerpo cambia pero mis sentimientos siguen siendo igual o más fuertes que antes.
Siempre tuve un flechazo por Sasuke, pero al ser parte de su equipo dejó de ser el chico cool de la academia para convertirse en el ser humano del que me enamoré profundamente, tal vez él no era muy expresivo y tenía mal carácter pero sabía o pensaba que dentro de todo eso se encontraba el Sasuke tranquilo y comprensivo. Poco a poco ese amor solo se fortaleció, todavía hay noches en las cuales el insomnio me visita como una vieja amiga y recuerdo cada interacción con Sasuke y lloró amargamente.
Mi mente se llena de tantas preguntas ¿Por qué se fue? ¿Qué he hecho mal? ¿En algún momento por lo menos me considero su amiga? ¿Por qué no me ama? Cada noche cuando no podía dormir era asaltada por recuerdos y preguntas, me martirizo pensando que hubiera hecho diferente para poder tener el amor de Sasuke, y siento que me hundo más en la depresión.
Lo peor de todo es que tengo que fingir ante todos que estoy bien, cuando es todo lo contrario, por eso he tomado doble turno en el hospital y si no estoy en el hospital me encuentro haciendo investigaciones sobre medicinas o nuevos tratamientos, sino voy con Kakashi sensei a ayudarle a adelantar trabajo. Creó que Kakashi sensei sospecha que algo me sucede, ya que me mira como si supiera que tengo y aunque me siento incomoda prefiero mil veces pasar leyendo papeles que encerrarme en mi apartamento y ahogarme en depresión.
En ese círculo vicioso se ha movido mi vida desde entonces, y se preguntaran ¿Por qué sencillamente no lo olvida? He intentado de todo, hasta el punto de mentirme a mí misma creando sentimientos falsos solo por aliviar un poco el dolor, pero de nuevo me veo inmersa en ese abismo de ojos ónix y cabello azabache. Algunas veces sueño despierta que él volverá y verá que el amor que le profeso es sincero y me querrá, pero son eso solo sueños de una chica enamorada.
¿Nunca han sentido que están a un paso de morir ahogados por la situación o encontrar una tabla salva vidas? Me siento que estoy a punto de explotar, no puedo más, la depresión, el dolor, la soledad hacen que piense en locuras que les veo más cordura, realmente les doy meritos. En fin, el meollo de la cuestión es ¿Qué hacer para dejar atrás está situación? Ya que en este preciso instante tengo una visión de túnel porque no encuentro una luz entre tanta oscuridad.
Toda la reflexión de mi asquerosa vida terminó cuando vi el umbral de mi apartamento, apresuré el paso para llegar a mí destino, tomé las llaves y abrí la puerta para ser recibida por el silencio de un apartamento vació. Ya que hace varios años me independice de mis padres así que podía decir que la soledad era más asfixiante que cuando vivía con mis padres. Tenía hambre y sueño pero entre la batalla campal de mis necesidades ganó el sueño, por lo que no le di un segundo vistazo al apartamento y me dirigí directo a mí tan ansiada nube personal…digo cama. No me moleste ni en encender la luz, ni en cambiarme de ropa solo me deje caer a la cama sin arroparme y le di la bienvenida a la inconsciencia.
Varias horas después más concretamente a las once de la mañana, desperté por los rayos del sol que se colaban de la ventana abierta que no me moleste en cerrar. Un gruñido de mi estomago me avisaba que necesitaba con urgencia un verdadero desayuno-almuerzo ya que era muy tarde para desayunar. Por lo que sin mucho entusiasmo salí de mi cama casi como un zombi de los juegos que Naruto era tan adicto, me encamine a la regadera para desperezarme e ir a comer a algún puesto de comida ya que no tenía el ánimo de prepararme algo.
Hoy era uno de esos días en que te cansas de fingir y solo deseas que el mundo arda porque te sientes que nada vale la pena en este mundo…bueno hoy era mi día de ser así. Me duche y sin muchas ganas de empezar el día tomé lo primero que estaba en mi camino, me vestí, digamos que me peine, tomé un poco de dinero y salí de mi apartamento con un objetivo en mente ¿qué comer?
Luego de dar un par de vueltas por la calle principal de la aldea me decidí por ir a un local bastante escondido y lúgubre, así como mi estado de ánimo. Busque un lugar en la esquina del local que solo se encontraban unos tres o cuatro clientes lo más seguro es que llevaban una actitud igual que la mía. No tuve que esperar mucho para ver a una mujer de unos cuarenta años de un carácter pésimo darme con brusquedad el menú y decirme que cuando tuviera en mente lo que quería comer, la llamará.
¿Me considerarían loca, por pensar que esto era lo que buscaba con desesperación? Hoy solo deseaba dejar las sonrisas falsas, relaciones hipócritas o miradas de lastima hacia mi persona. Solo ser yo sin tener que decir que estaba bien y ver las miradas de lastima de mis amigos o las palabras de aliento de Naruto asegurándome que Sasuke volvería. Y no me malinterpreten, amo a Naruto pero a veces sus palabras de aliento me dan esperanzas vanas que luego dolían más que cualquier cosa que podían decirme de Sasuke.
Una escaneada rápida a lo que ofrecían hizo que se me abriera el apetito por lo que llame a la mujer malhumorada y pedí un yakisoba*, matcha* y moshi* la mujer se fue a dejar el pedido mientras yo observaba curiosa el lugar, podría ser un lugar tétrico pero tenía su encanto. Unos cuantos minutos más tarde la mujer apareció con lo que pedí sin más agradecí por la comida y literalmente lo devoré, no pueden culparme de tener hambre si ayer a duras penas y almorcé.
Pagué la cuenta y sin muchas ganas de volver a mi apartamento caminé por la aldea, agradeciendo que no viera a ninguno de mis amigos en el camino. Y siendo mis pies y mente unos traidores de primera me vi frente a un recuerdo amargo de mi pre- adolescencia, esa noche amarga en dónde mi corazón expulsó todo lo que sentía a una persona que solo me dejó en una banca y con un gracias misterioso. Porque sí, estaba de nuevo en esa banca del demonio ¿Cómo un objeto despierta sentimientos tan contradictorios? La parte más oscura y resentida de mí quería destruirla de un golpe, mientras que la parte más sensible solo quería dejarla como estaba o llevarla a casa para revolcarme en tristeza y autocompasión como un recordatorio de un gracias que no sé ¡qué diablos significaba!
Más la parte razonable de mi ser sabía que si la destruía era daño público por el cual pagaría más de cuatro salarios de hospital reponiendo la banca y si me la llevaba a casa era cometer un robo, lo que conllevaría a ser nombrada ladrona de bancas, pagar una multa y hacer servicio comunitario. Así que suspiré con derrota y preferí sentarme en la banca, tal vez esperando que Sasuke entrará por las puertas de la ladea o que Kami se apiadará de mí y abriera la tierra en dos y me tragará para no volver a sentir más.
Pero ninguna de las dos opciones sucedió por lo que admiraba el paisaje silenciosamente, volviendo como una masoquista a recordar tiempos felices y suspirar con anhelo por vivir de nuevo esos tiempo. El tiempo pasó sin darme cuenta y sin percatarme que una señora de unos sesenta y cinco años se acercaba a la banca, supe que estaba a unos pasos de mí cuando ella me sacó abruptamente de mis pensamientos.
-Señorita ¿Está ocupado este asiento?-preguntó sonriendo de esa forma que sonríen lo abuelos llenos de ternura y confianza…o bueno algunos de ellos.
-Claro, obaa-san-dije haciendo más espacio en la banca para la señora.
-¿Qué hace una joven tan bonita sentada en esta banca?-preguntó curiosa la señora.
-Realmente, no tengo la menor idea-dije restándole importancia al asunto mientras mis hombros hacían el universal movimiento de me importa un bledo todo.
-Ya veo-habló mirándome con concentración pero su escrutinio se detuvo en mis ojos, era tan extraño es como si estuviera leyéndome el alma.
-¿Qué ve?-pregunté sin poder contener mi curiosidad.
-¡Oh querida! Uno cuando está viejo ve la vida desde otra perspectiva y por lo que veo es que sufres mucho por algo que te atormenta diariamente-comentó la mujer llena de sabiduría.
Mis ojos se abrieron llenos de sorpresa y el primer pensamiento que pasó por mi mente fue ¿Tan desesperada me veo? ¿Cómo lo supo? ¿Es tan notorio? Mientras mi cerebro se sobrecargaba de preguntas, la señora sonreía al ver mi cara.
-No eres tan notoria la diferencia es que los años te vuelven más perceptivo a los sentimientos de los demás sin contar que tus hermoso ojos son opacos y pienso que no eran de ese modo-dijo reflexiva.
-También lee mentes, obaa-san-dije sonriendo por primera vez en muchos días.
Una carcajada fue emitida por la señora llenando el espacio con alegría por lo que solo disfrute del momento.
-Bueno querida, puedo decir que lo que llevas a cuesta pesa mucho para ti-habló conociendo mi dolor-Si necesitas hablar solo búscame, además de que falta mucho para que mi nieta venga a visitarme por lo será un rato sentada aquí en la banca-comentó mirando la entrada de la aldea.
Miré a la persona que me brindaba un rato de descargó emocional, era una desconocida que me decía que me escucharía. Sabía que podía hablar con Ino o Naruto pero nunca lo hice por varias razones, si hablaba con Naruto lo único que obtendría sería motivarme para seguir esperando por Sasuke y eso definitivamente estaba fuera de la cuestión. Sí habló con Ino ella era muy extremista o me regañaría por ser tan estúpida o me diría que necesito olvidarlo saliendo con otros chicos, lo que no funcionaría.
Mientras meditaba mis opciones, me dije a mí misma ¿por qué no? ella no me conocía, vería mi situación de diferente manera y deseaba con ahínco alguien que me escuchará sin juzgarme y en ese instante pensé ¡al diablo!
-Bueno obaa-san es una historia larga-advertí como última medida para que se fuera.
-Tengo tiempo-sentenció la señora sin más, ese fue mi banderazo de salida para abrir mi caja de pandora.
Empecé relatando mi infancia antes de la academia, cuando entré en la academia, los problemas por ser intimidada por mis compañeros, mi amistad con Ino, mi interés por Sasuke, mi discusión y ruptura con Ino, mi graduación de la academia, como conocí a mi equipo siete, las misiones que tuvimos, los exámenes chunin, cuando se fue Sasuke de la aldea, los años de soledad en un equipo roto, la reunión del nuevo equipo siete, las misiones peligrosas, los encuentros con Sasuke, los intentos de asesinato, la cuarta guerra ninja y lo que pasó con Hinata y por último de nuevo la salida de Sasuke.
Toda mi vida relatada a una desconocida, cuando dije que abrí mi caja de pandora era cierto ya que muchas cosas y sentimientos que le hablé ni siquiera Ino los conocía. Finalmente terminé mi relato, palmeándome la espalda mentalmente al hacerlo sin llorar, era difícil pero después de horas de tener una verborrea me sentía mucho mejor. Como si me quitaran el mundo sobre los hombros, me sentí ligera como un pluma estuve a punto de tomar con fuerza la banca ya que el peso que cargaba era tanto que cuando lo retiraron me hacía sentir que en cualquier momento volaría.
Un silencio ensordecedor llenó el lugar en el que nos encontrábamos la señora y yo, miraba nerviosa el paisaje evitando concentrarme en la persona que me acompañaba. No sé por qué pero me sentía nerviosa de ser juzgada y aparte luego de tanto descargo emocional la vergüenza corría como un río furioso por mis venas.
-Bueno niña, tienes una interesante vida-dijo la señora haciendo que volteara a verla poniendo atención a lo que decía.
-Pero sabes una cosa eres joven puedes enmendar tus errores, veo que has construido toda tu vida en torno a un hombre, desde que conociste a Sasuke te has dedicado a él por completo, todas esas metas y sueños eran consciente o inconscientemente decisiones que tomaste solo por él. ¿Por qué no empiezas a pensar por ti misma? Haz algo que sea completamente tu decisión, que no tenga nada que ver Sasuke u otra persona. Muchacha tienes mucho que vivir y tal vez en el camino cuando tu corazón no este hecho pedazos encontrarás a un hombre que te amé por lo que eres, que juntos se complementen y puedas seguir adelante-la señora me miró con sabiduría y esperanza.
¿Nunca les ha ocurrido que tienen una especie de epifanía? Ese momento en que tu mundo se ilumina y no es necesariamente por una persona sino porque te quitaron la venda de ojos. ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! ¡Maldita sea tiene razón!
Recuerdo que cuando quise convertirme en una Kunoichi de verdad fue con el propósito de traer a Sasuke de vuelta, hasta cuando quise convertirme en genin fue por él. ¿Qué he hecho todo este tiempo? Me siento como una estúpida, la vergüenza, la ira, la decepción a mi misma era inminente.
-Obaa-san tiene razón, siempre pensé en él pero nunca en mí, pero ya se acabó no más Sasuke, no más llorar por él o depender de él. Es la hora de que haga algo por mí misma-dije parándome de la banca con la energía renovada.
-Así se dice muchacha-apoyó la señora sonriendo.
Nuestro golpe de felicidad fue arrancado por una tos incomoda, me di la vuelta y vi a una mujer de unos veinticinco años que nos observaba con diversión.
-Lo siento yo sólo venía por mi abuela, aunque creó que ella disfruta de su compañía-dijo la mujer con un brillo divertido en sus ojos.
-Yo sólo daba consejos, bueno Sakura un gusto conocerte espero volverte a ver y me cuentes que ha sucedido-habló la señora despidiéndose de mí.
-Claro obaa-san, gracias por todo-la reverencie deseando desde lo más profundo de mi corazón que todo le fuera bien.
Vi partir a las mujeres adentrándose a la aldea, mientras que las observaba mi mente se encontraba maquinando algo que desde hace tiempo quería hacer por mí. Y ya había tomado una decisión.
Parte de aclaraciones
Yakisoba: Comida de origen japonés que consiste en tallarines fritos básicamente es como comer chop suey.
Matcha: Es té verde en polvo.
Moshi: Pastel de arroz japonés dulce.
Tienen tiempo de enviar sus votos por tres semanas luego escogeré al ganador. Por cierto actualizaré cada dos o tres semanas ya que me gusta tomarme mi tiempo para pensar, además de que algunas veces mi musa se va de paseo o un anime me distrae. ¡Ah! les recomiendo que si les gusta el romance vean Akagami no Shirayuki-hime es hermoso.
