I'll Make It Up To You

En ocasiones no comprendía cómo el sombrero seleccionador lo había asignado a Gryffindor; momentos como ahora cuando se sentía como el peor cobarde de todos.

"Hace falta ser muy valiente para soportar lo que tú cada luna llena" la voz aterciopelada de Dora le susurró en su mente, haciendo que se le revolviera el estómago por la culpa.

Cuando llegó al Caldero Chorreante después de haber atacado a Harry la ira estaba a flor de piel, no podía pensar en lo irracional del comportamiento de un mocoso de 17 años, quién era él para cuestionar las decisiones de los adultos, sin embargo con el paso de las horas fue apaciguándose la bestia que rugía en su interior para dar paso al arrepentimiento y la vergüenza. Ese mocoso le recordaba cómo ser un hombre.

Sin embargo las razones por las que se alejaba también eran válidas, ya había sido demasiado egoísta hasta ahora, él era un hombre demasiado dañado para arruinar la vida de un niño inocente, ya era suficiente con desprestigiar a su esposa.

"Por favor Moony ella ya es escoria para cualquier sangre pura" la voz de Sirius retumbó en su cabeza, la cual empezaba a doler como el infierno.

Su naturaleza ambivalente lo tenía contra las cuerdas una vez más, una parte de él anhelaba ser amado, tener las cosas que las personas normales tenían, un trabajo, una esposa, familia. Pero cuando todo marchaba bien, la otra parte de él salía a recordarle que era un monstruo y que los monstruos son indignos de felicidad.

"Pero a mí no me importa" la voz de Dora trataba de convencerlo y él quería creerle, así que era capaz de besarla, de dejarla que lo amara como nunca antes lo habían hecho, de casarse con ella y ser descuidado al demostrarle su amor... mientras que la otra parte la alejaría, la haría a un lado para que lo odiara y finalmente la abandonaría.

"A veces para ser valiente tienes qué temer primero" la voz de Lily hizo mella en él. A pesar de todas las amenazas James y Lily estuvieron hasta la muerte con su hijo, y él también quería hacerlo, pero regresar ahora... Remus se revolvió el pelo con desesperación recordando la dolorosa pelea.


Después de la desastrosa boda y de asegurarse que todos estuvieran a salvo Remus tomó su decisión, antes de que lo pensara ya estaba tomando sus cosas.

-Hey, ¿vas a algún lado? –Tonks lo miró desde el umbral de la puerta.

-Necesito saber dónde está Harry y si está a salvo, de esa forma planearemos el siguiente paso.

-¿Planearemos, piensas irte a largo plazo? -la voz de Tonks tomó un aire de irritación y se cruzó de brazos.

-Tengo que estar ahí para él.

-Sabes que quiero a Harry y a los chicos pero Remus...

-No hay peros Dora, sabes que esto es más importante que cualquier otra cosa, no podemos ser egoístas

-¿Egoístas? estás hablando de tu hijo.

-No sabes ni siquiera qué cosa será - la mirada de Tonks se había roto y lágrimas comenzaron a caer pero ella aún lo miraba mientras su cabello se tornaba tan negro como la noche.

-¡Vete entonces! -su voz temblaba, pero ya no de tristeza sino de ira -pero si cruzas esa puerta, no seré yo quien te busque otra vez.


-¡Completo imbécil! -gruñó Remus bebiendo lo que quedaba de la botella.

Listo, ya está arreglado, perdón por el código. Pero esto no termina aquí, veremos el regreso de Remus.