N/A: Hola, traigo una nueva historia que espero -como siempre xD- les guste. Esta vez publico por una razón especial, hoy se cumple un año desde mi llegada a Fanfiction de manera oficial, es mi aniversario de FF. El tiempo vuela la verdad. En fin, por eso quería hacerlo especial y publicar algo me pareció perfecto; luego de aproximadamente cinco intentos -así es, escribí cinco historias diferentes, pero ninguna me convencía y terminaba dejándolas :P- logré concretar esta idea y trataré de actualizar lo más rápido que pueda. El próximo capítulo estará el viernes o si tengo suerte, antes.

Aviso: Todo está narrado desde el punto de vista de Haruna.

Inazuma Eleven no me pertenece...


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El día que te fuíste, el día en que regresas

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Jueves.

Quinto día de la semana.

Jueves.

Una vez más.

Es igual que aquella vez que te fuíste. Todos los del equipo fuimos a despedirte al aeropuerto. Me llamaste para hablar a solas y claro, yo no tenía mínima idea de lo que me querías decir. Te seguí y esperé a tu lado en silencio, te noté algo extraño y te rehusabas a mirarme a la cara. Quise preguntarte si algo pasaba, pero cuando sonreíste me di cuenta de que no era nada malo.

— Te amo.

Escuchar esas dos palabras salir de tu boca me sorprendió, pero mis ojos se agrandaron más al notar que me lo decías a mi. ¿Por qué? ¿Qué tengo de especial? soy completamente normal y no encuentro razones para que te enamores de mi. Tienes muchas opciones y yo precisamente no era gran cosa como para que me escogieras entre tantas.

— Yo...

Balbuceé. Lo hice. Escucharte de repente me sentó como agua fría. Me sentí alagada, pero no tenía una respuesta. ¿Qué debía hacer, decir, sentir...?

Me sonreíste y esta vez miraste mis ojos.

— No podía irme sin decírtelo.

Parecías entender lo serio del asunto; no me pediste respuesta al instante. Pero...

— Si me pides que me quede, lo haré.

¿Y ahora? Realmente me haz revuelto los sentimientos y ni siquiera sé qué pensar. Yo nunca me he enamorado. ¿Qué es el amor? ¿Cómo se siente? ¿Qué responder? ¿A él cuánto tiempo le tomó saber que se había enamorado? ¿O al menos creer que se había enamorado?

Éramos unos niños, yo tenía quince años y tu diesiséis, a esa edad ilusiones es lo que sobra y lo que creemos real a veces no resulta ser más que un espejismo. Tu te declaraste ¿y qué te di yo a cambio? mi silencio, eso fue lo que obtuviste. Fue tan repentino. Te enamoraste de mi y yo no pude darte nada ¿estás satisfecho?

Mi vista se centró en la nada. Me sentía mal por no decir que sentía lo mismo, estaba confundida.

— Te daré tiempo para que pienses en eso, yo... volveré.

Y te despediste. Te despediste y me dejaste ahí, sola. Miré tu silueta alejarse y un vago adiós se escapó de mi, volteaste enseguida y me corregiste.

— Hasta pronto.

Han pasado cinco años desde ese día, ese jueves. Me miro en el espejo de mi habitación y suspiro. Hoy también es jueves y haz vuelto. Sesenta meses y vuelves en la misma fecha en la que te fuíste. Tanto tiempo y aún pienso en eso. Tanto tiempo y aún no tengo respuesta. Tanto tiempo y sigo pensando que esperas una. Tanto tiempo...

Ahora tengo veinte años. Estoy consciente de que tu pudiste haberte casado, tenido hijos, una vida alejado de mi. Probablemente ya ni recuerdes lo que alguna vez sentiste y hasta hallas olvidado que te declaraste. Aún así quiero creer que nada de eso ha pasado y no entiendo por qué. Mi mente está en la realidad, pero mi corazón está confundido. A estas alturas y todavía no comprendo qué es lo que siento.

Si, es extraño...

Terminé de arreglarme el vestido, color azul marino, una vez dijiste que ese color resaltaba en mi y me hacía lucir bien. Ahora lo traigo puesto y no tengo idea de por qué este deseo por querer impresionarte. Quizás sea solo el hecho de demostrarte que he crecido, he madurado y me he vuelto más mujer de lo que era. O tan solo el deseo por sentirme bonita ante los ojos de alguien que una vez sintió más que amistad por mi.

No importa realmente. Debo a presurarme, la fiesta en casa de mi hermano por tu regreso comenzará dentro de poco y no quiero llegar tarde...


N/A: ¿Reviews?

Avance del próximo capítulo:

— ¿Te casaste?

¿Qué le pasa? ¿Por qué te hace ese tipo de preguntas?

— No, no he tenido la suerte.

La sonrisa en tu rostro no pasó desapercibida. Pero yo mantenía mi ceño fruncido.