©Jeff Davis, Teen Wolf©
La historia es mía :D
El hijo del lobo
By;
×DerekStilinski×
Summary: Mareos fuertes, seguro era por la calor. Vómitos en intervalos irregulares en el día, su estómago estaba sensible, por ende él devolvía toda su comida. Cambios de humor constantes, la irritabilidad que le provocaba Derek, de eso estaba seguro. |Nada es lo qué parece. Luego de aquel encuentro sin motivo entre ambos, la vida cambia, y los atará de una forma un tanto bizarra. |- ¡Vaya fenómeno de la naturaleza! - exclamó con una sonrisa Deaton. Stiles lo miró con el ceño fruncido. - ¿Qué fenómeno? El de tez morena rió. - Bien, debo felicitarte Stiles, eres el primer hombre en el último siglo que queda embarazado de un lobo. -¡¿Qué?! | - Derek, tenemos qué hablar...
Clasificación: T+
Género: Romance/Drama/Comedia
Pareja: Derek/Stiles (Sterek)
Pareja secundaria: Scott & Liam
Advertencias: MPreg, alguno que otro lime, por ahora. Puede que me haya quedado un poco OoC, sorry D:
×DerekStilinski× note: ¡Hola! Bueno, antes que lean el fic, quiero aclarar que soy nueva en el fandom. Es mi primer fic de Teen Wolf, así que soy una virgen en ello XD. Espero qué les guste. Yo he leído varios (muchos) Sterek antes, y son tan *¬*. Ellos, Derek y Stiles, sin ver mucho la serie, (por no decir qué sin verla) ya me había enamorado de ellos. Y cuando la vi completa me enamoré aún más, a pesar de que no odio a sus novias, pero disfruto los pequeños momentos Sterek de la serie :D. Sin más, el inicio de mi fic.
Aclaración del fic
Comienza a partir del final de la 4ta temporada
Un poco de tiempo después
n.n
Capítulo I
Dulce Despertar
La luz tibia del sol inundó la habitación esa mañana. El joven Stilinski se frotó los ojos con cansancio, le dolía todo el cuerpo, pero se sentía extrañamente relajado. Un relajamiento que se sentía familiar en los últimos meses qué había estado de novio con Malia. Sonrió, aún con los ojos cerrados pegándose al cuerpo caliente qué había a su lado. Trazó con sus manos el duro abdomen de su chica, junto a esos pectorales fuertes que tanto le gustaban... Un momento, Malia no tenía un abdomen duro. Ni mucho menos pectorales.
Abrió los ojos para encontrarse con una piel crema, pelo negro, cuerpo alto, de hombros anchos. Barba arreglada, pestañas largas. Oh-oh.
Mierda.
—D-Derek —susurró y la realidad le cayó como balde de agua helada en un día frío de invierno. Así de dura.
Gracias a una punzada de dolor proveniente de su parte baja, se acordó de todo.
Derek y él, por alguna razón del destino, habían ido a un bar a tomar unas copas (que Derek le compraba ilegalmente a él, por supuesto, sólo tenía diecisiete años), luego de otra victoria contra una de las criaturas raras de Beacon Hills, en la cual se habían salvado mutuamente. En un momento de la noche, con la luna llena en alto, Derek se le había acercado mucho, diciendo que olía demasiado bien, más que de costumbre, según él. Él sólo había sonreído, un poco ebrio ya... Luego se habían besado sin razón, ido a un motel barato, en dónde se habían besuqueado, manoseado, tenido sexo desenfrenado, para culminar dormidos.
Y ahora despertaba sucio al lado del ex-alfa.
Joder. Ambos tenían novias.
Él una coyote, y Derek una humana que daba más miedo qué la maestra bruja de antaño.
Braeden.
De solo pensar en el nombre de la chica, se estremeció. Él no quería una bala entre sus ojos. No, gracias. Había superado muchas cosas sobrenaturales, no quería morir por algo tan humano como lo era una bala. Era una muerte demasiado común para él, aunque no menos aterrorizante.
Miró mal al aún durmiente Derek, se pasó las manos por la cara, estrujando su afilada nariz en el proceso. Entonces lo olió.
El olor del Hale estaba impregnado por todo su cuerpo. Parpadeó.
Si él, un simple humano, lo podía oler...
Oh, Jesús, Malia lo iba a matar. La única mujer qué lo había querido, golpeado, y arañado, después de la difunta Erika, lo iba a matar seguro. No era como si la amase realmente, pero la chica no se merecía tal engaño…
Gimió de la sorpresa cuando Derek, aún en sueños, lo atrapó por la cintura y una pierna para acomodarlo en su pecho. Su cara había quedado en el cuello del ojiverde, y, oh por Dios, Derek olía a él. A Stiles.
Y si antes Malia lo quería matar, si llegaba a oler a Derek, lo mínimo que haría sería descuartizarlo. Además, lo peor de todo era que no le podía decir mentiras a su novia, era pésimo en decirlas normalmente, así qué... ¿Qué le iba a decir a ella? ¿Algo como...?
''- ¿Me preguntas porqué Derek y yo olemos cómo el otro? Oh, fue qué anoche fuimos a un bar, me emborraché porque los estúpidos lobos pueden beber y quedarse lúcidos, pero joder, soy un humano, saco de carne y huesos, ¿sabes? Y, bueno, la cosa es que me emborraché, Derek me llevó a un motel, porque estaba muy vago para llevarme a casa, además mi papá le hubiese pegado un tiro por llevarme en ese estado, lo cual hubiera sido divertido, si lo piensas. El caso es que Derek y yo dormimos abrazados porque la cama era diminuta, así que de seguro transpiramos por la noche y terminamos con el olor del otro en el cuerpo, porque, para colmo, el aire acondicionado estaba averiado.''
Sonaba ridículo hasta diciéndolo en su cabeza. Y estaba seguro de que su aroma debía ser especial. Digo, los lobos pueden identificar las emociones a través del olor de la persona. Así que ellos tenían que tener tremendo olor a sexo por todo el cuerpo, fácil de detectar a un kilómetro de distancia. A demás de los chupetones, y marcas que veía en su cintura, pecho, no estaba seguro, pero sentía una mordida en la cintura, una en el cuello, marcas de garras por sus costillas que ardían...
Apretó los dientes y deseó tener al nogitsune poseyéndolo solo por unos instantes, para poder ahorcar al lobo que aún dormía como si nada ocurriese a su alrededor. Estaba seguro de que Derek no era el único que había marcado el cuerpo ajeno, su mente le había hecho ver un pedazo de memoria en donde sus labios le habían hecho chupetones a el ojiverde, por el cuello y la mandíbula. Pero claro, gracias a los estúpidos dotes curativos de los hombres lobo, solo el delgaducho Stiles sufriría con marcas que durarían, estaba seguro, más de dos semanas.
La respiración pausada de Derek lo desesperó.
Él aquí, casi con un ataque de pánico y el señorito durmiendo. Ah, no, que DerekceñosiemprefruncidoHale tenía qué hacer dos cosas. Número uno, darle una explicación de porqué se lo había follado (omitiendo el hecho de que él había empezado, besándolo, haciéndole otras cosas, y luego abriéndole las piernas en toda su sensual cara -y no, él no había pensado qué la cara de Derek era sensual, repito, ''no''-, eso no era relevante en el tema, él estaba borracho, y era un adolescente hormonal con curiosidad, demasiada curiosidad a demás Derek era el hombre mayor y supuestamente sensato. Tenía qué pensar por ambos, ¿no?), número dos, desesperarse con él porque habían tenido sexo varias veces esa noche como si fuesen amantes. Y ellos casi ni se consideraban amigos, era más cómo compañeros, cómplices, o algo así. Su relación era rara. Casi más de ''odio'' que de amistad.
Cuando la mano de Derek subía por su muslo, haciendo qué sus poros se erizaran, Stiles decidió qué era hora de despertar al Hale.
Abrió la boca y, en el cuello de lobo, mordió con violencia, haciendo qué el lobo despertara de golpe, ya transformado levemente, con sus afilados colmillos afuera, los ojos azules brillando con rabia, colocando a Stilinski debajo de su cuerpo listo para atacarlo, hasta que se dio cuenta de quién era.
—Stiles... —gruñó fiero mirando penetrante a los ojos chocolates del de abajo de él, ya con los suyos verdes otra vez—. ¿Se puede saber por qué me despiertas de esa forma? Si no me detengo te hubiera sacado la yugular con mis dientes, y, adivina qué, adiós Stilinski parlanchín.
Siempre se había preguntado, inconscientemente, cómo sería Derek al despertar. La conclusión era qué se levantaba con la misma cara de mala leche, y con síntomas de perro rabioso, al igual que el resto del día. Aunque, claro, él lo había despertado, eso tenía cierto punto en la reacción.
Stiles chasqueó la lengua.
—Lamento no haber sido más suave al despertarte cariño —dijo con todo el sarcasmo que había logrado acumular, viendo el ceño fruncido del Hale, y sintiendo la respiración pesada de este sobre sus labios—. Pero estaba torturándome mentalmente porque, por si no te has dado cuenta, Derek, amor, anoche tuvimos sexo como tres veces, me duele todo, tengo tus estúpidas marcas en todo mi cuerpo, lo cual no se me hace justo que yo tenga y tú no, por cierto, además engañé a mi novia, quién me va a matar, tú engañaste a la tuya, quién me va a revivir para después matarme. ¡Y Scott me va a preguntar por qué demonios cada poro de mi piel huele a ti! ¡Lo que es mil veces peor! ¿Qué puede ser más vergonzoso qué eso? ¡Dios Derek! ¡Nos acostamos y tú estás ahí, todo tranquilo porque cómo ahora tienes una súper transformación de lobo completo, puedes huir más rápido en las cuatro patas y vas a dejar qué yo muera! ¡Claro, porque soy Stiles! ¡Soy sólo un humano que no...! —pero paró de hablar de forma obligatoria debido a que el hombre lobo le dio un beso tan demandante qué lo puso sumiso al instante, cerrando los ojos, alargando sus manos para poder enredarlas en el pelo negro y revuelto de Derek. Cómo la noche anterior sus piernas hicieron un hueco para que Derek se acomodase mejor sobre él.
Sus lenguas en encontraron, pasando de una boca a otra, por un largo rato hasta que los latidos de Stiles se hicieron tan fuertes qué parecían un tambor con el cuero forzado por los grandes golpes. Derek se separó de Stiles, con los ojos nuevamente azules, brillando, mientras observaba la cara roja del de lunares. Los ojos marrones se abrieron lentamente, mirando las facciones masculinas de Derek, su ceño que estaba menos fruncido ahora, su mandíbula cuadrada, esos ojos tan... misteriosos y sensuales. Aquellos labios qué lo hacían delirar...
Ahora fue su turno de fruncir el ceño. ¿Por qué estaba pensando en Derek de esa forma? Él no era gay... Aunque se tenía qué admitir a sí mismo qué, algunas veces se había preguntado cómo sabrían esos labios, cómo se sentiría tocar esos músculos en los cuales se había fijado más de una vez. Eso no lo hacía gay, ¿o sí?
La sonrisa qué mostró Derek, le cortó la respiración por unos momentos.
—Hasta qué por fin te callas —le dijo con esa voz tan sensual que tiene.
Stiles reprimió un escalofrío, y aclaró su garganta.
—¿Para eso me besaste? ¿Para callarme? —preguntó frunciendo su ceño aún más—. Vaya, gracias, que amable de tu parte ahorrarme saliva... Bueno, robármela, ya que en el beso tu... bueno, ya sabes, no tengo ni qué decirlo —se cruzó de brazos, aún debajo de Derek—. Y contéstame otra cosa primero, ¿por qué me follaste si tú estabas en pleno uso de tus facultades lobunas y yo tan ebrio cómo una cucaracha a la cuál le han echado jabón? Ew, qué asco, con lo que me comparé, pero bueno, tú entiendes el punto, ¿no? ¿Por qué tuvimos sexo?
El Hale rodó los ojos. El niño era muy, muy, irritante. Realmente él tampoco sabía por qué la noche anterior el flacucho Stilinski le había parecido demasiado tentador, pero aun así él se había controlado lo más qué había podido, exceptuando el comentario de que olía bien. Él se había controlado para no saltarle encima. Él no había empezado con aquello. Ah-ah.
Derek alzó una ceja.
—Yo no fui el qué comenzó —fue todo lo que dijo.
Y Stiles lo recordaba todo muy claro, pese a los muchos Martinis de fresa con chocolate qué corrían por su sistema. Stiles había sido el que, en un descuido de Derek, le había brincado en el bar, asaltando sus labios con pasión. Al separarse Derek le había dicho qué lo mejor era qué lo llevara a casa, que ya era tarde, a pesar de ser viernes y al otro día no tenía clases. Su memoria lo torturó con el recuerdo de cuando, mientras Derek conducía directo a su casa, bajo la gigantesca superluna, quién con su luz le bañaba la piel, haciéndolo parecer más pálido qué de costumbre, Stililes se había inclinado desde el asiento del copiloto, en dirección a los pantalones del moreno. Luego de eso Derek se desvió unas cuantas calles, hasta dar con el motel más cercano, y donde nadie conocía a Stilinski, ni al Hale, había alquilado una habitación, se habían besuqueado, manoseado en el ascensor, y finalmente cuando llegaron a la cama se habían liado, varias veces. Era como si esa noche la luna también lo hubiera poseído a él.
Las mejillas de Stiles se tornaron rojas.
—Vale, pero yo estaba ebrio —siguió, caprichoso, con su argumento—. Y tú no— lo volvió a acusar—. Gané.
Stiles parecía un niño pequeño, pero Hale, quién era igual de obstinado, sabía cómo ganar esa discusión.
—Te acabo de besar hace unos segundos, y, no solo enredaste tus manos en mi pelo, sino qué tu lengua me llegó a la garganta cuando me correspondiste —le espetó con una sonrisa sádica—. A demás me abriste tus piernas, otra vez.
Stiles chasqueó la lengua.
''Estúpido.''
—Eso no aplica para esta situación, sourwolf —le sacó la lengua como buen joven maduro que no era. Luego él sonrió malicioso—. Aunque pensándolo bien, sí aplica, porque si me besaste... ¡Oh Dios Derek! —ignoró por completo el hecho de que su voz haya salido de forma excitada al decir lo último—. No puedo creerlo, me besaste porque aún quieres más de mí, ¿no, lobito travieso? —y echó su cabeza para atrás riendo a carcajadas al ver qué le había borrado la sonrisa al lobo, ya qué lo había pillado.
Mala idea.
—Cállate Stiles.
Dejó de reírse, para soltar algo entre lo que parecía un gemido y un jadeo juntos, cuando Derek le lamió toda su garganta, hasta llegar a su oreja-un lugar muy sensible en él, en dónde comenzó a chupar, arañando a su vez la ternura de su muslo derecho. Se sintió igual de caliente qué la noche anterior. Derek separó la cara de su cuello para mirarlo con los ojos brillantes cuando se dio cuenta del olor a excitación del menor. Sonrió con arrogancia cuando Stilinski le pasó las manos por el cuello, y rosó su afilada nariz con la suya, mirándolo con los ojos sensuales.
—Finjamos qué aún estoy borracho, que tú no te controlas muy bien porque hay luna llena, y tengamos nuestra cuarta ronda —sentenció el muchacho agarrándose a él como si fuera un koala.
A Derek eso le molestó muy poco, nada en absoluto.
Espero de todo corazón que le haya gustado el primer cap :D
¿Review?
*Capítulo Editado ×DerekStilinski×
