Nota de Autor: Buenas noches, despues de una larga ausencia del mundo de la escritura he vuelto con una historia nueva...lamento mucho a las personas que me siguen y aun esperan actualizaciones de las otras, pero por el momento estare poco a poco volviendo de nuevo a escribir, estoy contento de volver, y espero que ustedes tambien disfruten de este trabajo. En esta ocasion me adentrare en el mundo de Kuroko no Basket y aunque en este fandom soy Multishipper siempre tendre parejas favoritas.

"Todo por servir se gasta..."

Aviso: Los personajes no me pertenecen, son del mangaka Tadatoshi Fujimaki, la historia si es mia y espero les agrade

Advertencia: Drama, Angst, Lemon, Fluff (ocasional) y otras cosas que vayan surgiendo con la historia.

Parejas: Aoki vs HaiKi, KagaKuro, MidoTaka, AkaFuri, MuraHimu, HyuReo, KyoHana.

Rated: R18+

Dedicatoria: Esta historia es para todo el Yakuza Host Club, que me ha apoyado en esta epoca triste que he pasado. Las quiero por ustedes es que volvi a escribir.


—El error—

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"Muchos creen que son fuertes al aferrarse,

pero algunas veces es a rendirse"

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Kasamatsu Yukio, es considerado un capitán en todo el sentido de la palabra, muchas cosas podríamos mencionar del pelinegro, su actitud que para los demás se describiría como "tsundere" pero que esta palabra no puede ser pronunciada en su presencia si no deseas que una patada sea dirigida directo a tu cara, el sentimiento de respeto arraigado que posee hacia sus superiores y como él lo hace valer hacia su persona, su carácter fuerte, su liderazgo nato que lo vuelve un capitán imponente, justo y confiable, también podemos hablar de lo estricto que es y cómo es que por eso, trata de disciplinar a su "As", pues según Kasamatsu "Kise necesitaba disciplina" , al parecer en Teiko y siendo uno de los milagros el respeto se había ido al carajo y él debía de disciplinarlo, aunque tuviera que recurrir a la violencia

Pero el que Yukio golpeara a Kise, no significaba que el capitán no atesorara al copy cat de la generación de los milagros, para Kasamatsu, Kise era el "As", la estrella que siempre les guiaría a la victoria y una luz dentro de Kaijō, cada integrante del equipo le apreciaba, cuidaba y quería, aunque les era difícil aguantaban sus berrinches y estaban ahí cuando el rubio necesitaba apoyo, cuando estaba cansado de su trabajo como modelo y ayudándolo con las olas de fans que a veces, si no es que siempre, molestaban al pelinegro aun así le ayudaba a escapar de ellas, lo cuidaban, lo atesoraban y algunas ocasiones lo consentían pues era el miembro más preciado del equipo

Por eso, nunca alguna de las bromas que llevaban a cabo era tan cruel como las que sabían la Generación de los milagros le hacían a Kise, más de una vez, todos los integrantes fueron testigos mudos del maltrato que llevaba el grupo hacia Kise, molestándolo e hiriéndolo y el rubio como es, jamás había respondido a tan crueles bromas, había aguantado, se había mantenido firme y siempre con una sonrisa, Kaijō era un espectador más de lo que el rubio tenía que aguantar, por eso jamás participaban en algo cruel para el rubio, al contrario, ideaban maneras para que Kise no perdiera su luz, que jamás se extinguiera, aunque en el fondo desearan encerrarlo lejos de sus "amigos" he ir y matar a la bola de idiotas que el rubio consideraba como personas preciadas

Y es noche quizá, ese deseo se podría hacer realidad, eran las 11:47 pm y el celular de Yukio comenzó a vibrar sobre su escritorio, había sido una tarde extenuante, llena de tareas y proyectos que debía terminar pues la escuela entraba en una fase complicada, los primeros exámenes desde que comenzaron las clases, dejo el lapicero aun lado y tallo sus ojos, sintiendo el cansancio y molestándose un poco por la repentina distracción, en la pantalla del celular brillo el nombre de "Kise Ryota" y bufo, esperando que no fuera otra tontería con la que su hiperactivo y vivaz kohai viniera a molestar, deslizo la pantalla y el mensaje de texto lo descoloco por completo "¿Me podría abrir por favor? 5 Palabras que lo descolocaron por completo, Yukio no corrió a comprobar desde la ventana de su habitación si su compañero de equipo en realidad estaba parado fuera de su casa, salió con todo el cuidado que tuvo de su habitación y bajo las escaleras de su hogar, aunque rápido con el mayor cuidado, esperando no despertar a sus padres que aún seguían dentro de su habitación ignorantes de todo lo que sucedía.

Abrió la puerta con cuidado y no fue capaz de reaccionar, Kise se arrojó enseguida a los brazos protectores de Yukio que aun en shock había logrado responder al acto, Kasamatsu estaba a punto de gritar un par de insultos, y patearlo lejos cuando sintió la playera comenzar a mojarse producto de las lágrimas que derramaba Kise, estaba llorando en silencio, lo aparto con la delicadeza que no creía poseer y le miro, tenía los ojos rojos y su cara era un caos total de lágrimas y moco, la expresión que Yukio hizo pudo jurar era de terror total, tomo de la mano a Kise, y después de cerrar la puerta con delicadeza lo llevo escaleras arriba hasta su habitación, con cuidado lo dejo sentado en la cama, Kise aun lloraba hipando y apretando los labios con fuerza, mientras todo su cuerpo temblaba

—Te traeré un poco de agua ¿está bien? —Kasamatsu pensó que ese no era el momento de tratar mal a Kise, así que le hablo con delicadeza y un toque de ternura, el rubio asintió suavemente mientras con las mangas de su suéter limpiaba las lágrimas y en el proceso lastimaba un poco sus ya hinchados ojos, Kasamatsu bajo rápidamente las escaleras en busca de algo que tranquilizara al rubio cuando subió lo encontró acostado en su cama echo un ovillo

—P-perdón senpai, yo perdón…si esto yo…si molesta —la mente de Kise estaba tan mezclada que al no poder pronunciar algo coherente decidió callar, Kasamatsu cada vez se aterraba más de cómo se encontraba, el rubio era una personas sensible y más de una vez había lloriqueado, de echo chillaba por todo y hacia berrinches que eran sumamente molestos pero esto, esto era diferente Kise estaba sufriendo y cualquier idiota se daría cuenta de esto en este momento, no es que él lo fuera.

—¿Qué sucedió? —pregunto mientras tomaba asiento en el pequeño espacio que dejaba el cuerpo de Kise en el lado del colchón donde se había acurrucado, acaricio sus cabellos lentamente esperando que eso calmara un poco el llanto, Kise no respondió agito con fuerza la cabeza como si el recuerdo de lo ocurrido lo hiriera más y Kasamatsu no insistió en hacerlo recordar algo que lo lastimaba, aunque tenía una idea de quien había sido o quienes habían lastimado una vez más a Ryota

Porque Yukio sabía que tan fuerte era Kise pero también que llegaría el día que el simplemente se quebraría, le presto un poco de ropa y tras un par de pequeños regaños nada comparado a como le regañaba en la cancha o entrenamientos Kise se cambió, lo acomodo en la cama y decidió que por esa noche haría lo que fuera por reconfortar al rubio, aunque lo haría cualquier día en cualquier circunstancia, lo abrazo logrando que Kise se tensara pero enseguida se aferrara a él, el llanto llevo al rubio a perderse en el sueño rápidamente, Yukio se quedó velando un rato el sueño de su estrella, pensando en qué demonios había ocurrido para que Kise expresara su sufrimiento tan intensamente y como haría pagar a quienes lo habían lastimado.

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—¿No lo encontraste? —se escuchó la voz al otro lado del teléfono, alterado y asustado.

—No, sus padres no están en la ciudad y no quise alterar a sus hermanas, al parecer ellas creen que esta con alguno de nosotros —respondió su interlocutor, igual o más angustiado

—Kagami-kun si algo le sucede…será nuestra culpa —el pelirrojo se angustio, Kuroko jamás se alteraba de esa manera rozando el llanto, lo sabía, Kuroko siempre mantenía una actitud despreocupada y tranquila, con la expresión inalterable pero sabía por el tono de su voz que estaba a punto de quebrarse

—Tranquilo, lo encontraremos —colgó después de despedirse, y mordió sus labios con nerviosismo, esperaba tener razón y encontrar a salvo al rubio, de verdad lo esperaba por el bien de toda la generación de idiotas

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La mañana llego inesperadamente rápido para Yukio, que agradeció fuera un fin de semana, sabía que Kise no tendría la fuerza mental suficiente para aparecerse en Kaijō y tampoco deseaba que las sonrisas rotas fueran el consuelo de ese día, no, quería que descansara, él estaba un tanto cansado, no había podido dormir bien, pero más que eso estaba molesto, con cuidado se separó del abrazo del rubio, saliendo de la cama con el mismo cuidado para no despertarle, vio el reloj de la mesita que marcaba las 9:00 am la actividad en la casa Kasamatsu comenzaba, seguramente su madre ya estaría haciendo el desayuno y debería mencionarle que Kise había llegado la noche anterior pero para como era su madre seguramente ella ya lo sabia

Entro al baño y se aseo para bajar a ayudar a su madre en lo que necesitara, sus hermanos seguramente ya estarían listos o por lo menos despertando para comenzar a hacer de las suyas, salió del cuarto antes de darle un vistazo al rubio que seguía durmiendo sobre las sabanas con los restos de lágrimas en sus mejillas, suspiro angustiado y por fin se decidió a bajar y dejarlo por un segundo solo

Cuando llego al comedor la mesa estaba pulcramente puesta, el delicioso olor al desayuno le indico que su madre estaba aún terminando de cocinar y sonrío sutilmente al notar el lugar de más en la mesa, si, su madre siempre lo sorprendía, su padre estaba leyendo el periódico y apenas le dirigió una mirada por sobre el papel como saludo mañanero, ambos se parecían bastante

Camino lentamente hasta la puerta de la cocina cuando el sonido del teléfono lo alerto, era el único sin nada que hacer así que se decidió a contestar

—Residencia Kasamatsu —saludo de manera cortes, esperando saber quién llamaba tan temprano esa mañana

—¿Kasamatsu-san? Buenos días, soy Kagami Taiga —la voz del pelirrojo al otro lado de la línea lo desconcertó, Kagami jamás llamaba, no tenían una amistado como tal, no de ese tipo por lo menos, rivales y compañeros en un mismo deporte nada más que eso, pero entonces algo en su cerebro lo hizo detenerse a pensar, si Kagami llamaba seguramente era para saber del rubio porque era bien sabido que la luz de Seirin sostenía una relación con la sombra y sexto hombre de la generación de los milagros

—Kagami, ¿te puedo ayudar en algo? —su voz se escuchaba un poco atemorizante para Kagami, por lo que paso saliva y pensó que ir directo al grano era lo más adecuado

—Kasamatsu-san, quisiera preguntar si sabe algo de Kise, ¿se ha comunicado con usted? —pregunto un poco atemorizado

—¿¡Que le hicieron bola de imbéciles?! —alzo la voz, enfurecido, lo sabía, sabía que la generación de los idiotas tenía que ver en todo este asunto, en que por fin Kise se quebrara pero no imaginaba que Kagami tuviera algo que ver, era impresionante pues conocía lo que pensaba el pelirrojo del rubio, que si bien su luz abrumaba no era al por lo cual alguien debería de valerse de eso para molestarle, pensaba que Kagami era un buen chico y tenía 5 minutos para explicarse o esa imagen cambiaria y lo cazaría como a la bola de idiotas que se hacían llamar amigos de su "As"

—¿Sabe dónde está Kise? —Kagami prefirió ignorar el terror que le provoco ese grito y la amenaza de muerte sobre su persona

—¡Claro que lo se! ¡Llego llorando el día de ayer! Me costó mucho que se tranquilizara y durmiera un rato, así que en este momento me vas a decir T-A-I-G-A qué fue lo que le hicieron —la manera aterradora en la que deletreo su nombre hizo que apartara el auricular de su oído

—Gracias a dios está a salvo...-el suspiro alivio un poco el coraje de Kasamatsu —

—¿Podría ir a verlo para explicarle que fue lo que sucedió? —pregunto Kagami inseguro

—No, prefiero que nos veamos en un parque que queda cerca de mi casa, no creo que en este momento Kise quiera ver a alguien, te mandare la dirección y también no quiero que avises a ninguno de los idiotas amigos de tu novio ¿entendido? —firme, tranquila y atemorizante, así le pareció escuchar la orden del capitán Kasamatsu Yukio, después de aceptar las condiciones se escuchó el tono que indicaba que la llamada había terminado, Kagami no sabía si era bueno haber encontrado al rubio o malo que fuera Kasamatsu con quien se había ido a refugiar, esto no iba a estar fácil para los chicos.

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Dejo bajo el cuidado de su madre a Kise, pidiéndole encarecidamente no lo dejara salir y suplicándole a él no se fuera antes de que regresara, pues no habían podido platicar nada de lo que había sucedido por la noche, Kise con una sonrisa le prometió que esperaría pero esa sonrisa estaba rota como un espejo que se deja caer al piso, camino rápido para llegar al lugar indicado, necesitaba saber el motivo antes de cometer un múltiple homicidio.

Taiga llego 5 minutos pasada la hora que había acordado con Yukio, Kagami casi correa esperando no ser recibido por una patada dirigida a su rostro, ciertamente le daba miedo Kasamatsu en muchos sentidos, pero en ese momento decidió que Yukio era el menor de sus problemas, pues al parecer el capitán de Kaijō había convocado a todo un grupo que si bien sabia estaban dispuestos a defender a Kise así fuera del mismo demonio

—Llegas tarde, Bro —Himuro fue el primero en saludarlo, la mirada fría y llena de odio de Yukio no pudo considerarla como una bienvenida agradable, aunque nadie ahí parecía querer tener un gesto de cortesía para con el

—Hola, Kagami—Saludo a Takao con la mano, pues su mirada no lo dejo hablar ni una sola palabra, Kagami recordó como era el chico poseedor del ojo de halcón extrovertido y alegre y en ese momento parecía un animal salvaje que quería lanzarse a matarle, y recordó también que si alguien era cercano al rubio era precisamente Kazunari, ambos tenían personalidades similares y rápidamente se habían hecho amigos, se llevaban bien y en muchas ocasiones ambos formaban equipo para hacer travesuras, era en dos palabras simples, mejores amigos.

Kagami termino por solo hacer un movimiento en modo de saludo a los presentes, ahí también se encontraba Furihata, que por primera vez no parecía estar temblando y tenía una postura rígida y molesta, todos y cada uno de los presentes sabia Kagami tenían una relación con los milagros, Takao era novio de Midorima desde hace tiempo, casi desde que se conocieron en Shutoku habían comenzado a salir, ¿Cómo? Ni él lo sabía pero atribuía este hecho a que quizá Takao tenía todo que ver, no, estaba seguro que el halcón tenía todo que ver.

Furihata tenía una relación con Akashi, cosa que había sorprendido a todo el mundo, cuando el Akashi "bueno" había vuelto fue solo cuestión de tiempo para que comenzaran una relación, Himuro era pareja de Murasakibara siempre a regañadientes y después de un gran berrinche que había hecho Taiga acepto, si se le puede llamar así pues no estaba seguro de que Murasakibara mereciera a su hermano

—¿Y Kise? —intento ignorara las miradas molestas hacia su persona, después de todo el no tenía que ver en todo este problema, mas bien él se había puesto de lado del rubio pero eso sus compañeros no lo sabían, así que debía apurarse para explicar las cosas antes de que se lanzaran a matarlo como lo veía en los ojos de cada uno de los presentes.

—Lo deje en mi casa, estaba muy mal, alterado y llorando y antes de que me digas que el llora demasiado esto no era uno de sus lloriqueos normales Taiga, él estaba realmente mal —Kagami entendía la furia de Kasamatsu porque hasta él la había sentido en su momento y sabía que le decía la verdad después de todo él lo había visto, lo experimento de primera mano, no había manera que eso fuera otro de los berrinches de Ryota

—Ya basta de distracciones, ¿nos vas a decir que le paso a Ryo-chan? —interrumpió Takao afilando la mirada

—Sí, lo siento, es mejor que tomen asiento, es un poco largo de explicar —todos asintieron, colocándose en una banca cercana, Taiga permaneció parado, tenía que explicar y además no deseaba estar entre ellos, el enfado lo estaba poniendo aún más nervioso, suspiro pasando sus manos por el cabello cuando comenzó a relatar

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Todo el asunto entre la generación de los milagros iba mejorando poco a poco, paso a paso, pero la personas que parecía aún más interesada en que todos los conflictos se disiparan era el rubio, constantemente invitándolos a hacer actividades juntos, cosa que realmente con el carácter de todos los demás estaba comenzando a hartarlos, pero después de todo ellos también querían volver a esa antigua y buena relación que tenían antes de volverse los arrogantes que llegaron a ser así que le complacían, pero ese día su paciencia estaba por estallar

—¡Una vez más Ahomine!—grito el tigre mientras limpiaba algo del sudor que bajaba por su frente, otro uno a uno en que el moreno salía victorioso, Akashi estaba sentado tomando de una botella de agua que Midorima le había compartido, sentado a un lado de el

Kuroko estaba exhausto con una toalla sobre la frente y recostado en una banca junto a la sombra, algo común en el después de ir en una batalla contra quien debería de tener a Tetsu en su equipo, eso sumado al juego le había terminado por dejar exhausto y para finalizar el rubio, observaba divertido la nueva pelea que tenían la pantera y el tigre, que siempre eran dignas de ver

Akashi se levantó con toda la intención de calmar al par que había comenzado una riña infantil, apenas se puso de pie, ambos chicos aterrorizados se detuvieron, Kuroko fue levantado para ser usado como escudo humano, pues sabia del temor que le tenía su novio a Akashi, suspiro un poco divertido por la actitud del mayor, temeroso de los perros y un heterocromico fanatico de las tijeras

Ese día era para el rubio un día perfecto y quería que mejorara, estaba emocionado faltaban poco menos de dos meses para su cumpleaños y de verdad deseaba pasarlo con sus amigos, en parte esa salida había sido ideada para eso, para comunicarles que deseaba pasar ese día divirtiéndose con ellos, al único que le había contado era a Taiga pues ajeno a todos los demás le daba más confianza a guardar su secreto

Cuando todos estaban reunidos en un mismo lugar, producto de la riña que habían originado los chicos de la zona, Kise se levantó del lugar donde estaba y corriendo llego hasta el pequeño grupo

—¡Chicos! —sonrío colgándose de los hombros de Aomine

—¡Oe, Kise, no hagas eso! —menciono exaltado el moreno, el terror de Akashi no se había ido y Ryota le llegaba a abrazar de sorpresa, cosa que siempre le había parecido agradable, la verdad era que cada contacto que tenía con el rubio le era sumamente placentero aunque aún no tuviera el valor suficiente para poder decirle lo que sentía

—¡Hay algo a lo cual me gustaría invitarlos! —sonrío, radiante, esa sonrisa que siempre deslumbraba, ignorando las palabras del moreno, los chicos se miraron entre ellos un poco consternados, y sabían que compartían la misma opinión, Taiga le regalo una sonrisa a Kise y un pequeño asentimiento para que tomara valor y dijera lo que quisiera, no era que al rubio le faltara pero ese pequeño gesto le dio un poco de alegría y confianza

—¡No!—el primero en negarse fue Aomine

—Pero no he dicho nada, Aominecchi —Kise inflo los cachetes bastante indignado.

—No importa, Kise-chin —pronuncio Murasakibara con su voz neutral y aburrida

—Sí, lo que sea que estés planeando seguramente será problemático, Kise-kun —menciono Kuroko que se ganó un pequeño codazo de su novio.

—Oe! Chicos, no creen que por lo menos deberían escuchar lo que tiene Kise para decir —intervino enseguida Kagami, con el rostro contrariado, sus nuevos amigos siempre eran así, pero en esta ocasión sentía que se estaban pasando un poco

—No, Kise siempre ha sido una molesta plaga con sus ideas para juntarnos —Midorima acomodo sus lentes mientras decía esas palabras los demás chicos solo asintieron

—Esta bien, Ryota ¿Qué querías decirnos? —Akashi se mantuvo tranquilo, aunque quisiera decirle un par de cosas al rubio como lo hicieran sus compañeros debía mantener a raya también, era el capitán después de todo

—Bueno, dentro de poco se acerca una fecha importante y me gustaría saber si quisieran ir conmigo a la playa para…—no pudo terminar, ni siquiera llegar a mencionar que el viaje era para festejarse su cumpleaños

—¿Qué día? —murmuro Aomine, con la peor cara de molestia que podía poner

—El 18 de junio es que…—sonrío, no perdiendo la esperanza ante las hirientes palabras de sus compañeros, tenían que recordar su cumpleaños ¿no es así? Sí, eso debería lograr que por lo menos tuvieran un mínimo de interese en eso

—¡Que molestia! —murmuro Murasakibara

—¡Kise! Falta por lo menos dos meses para que esa fecha llegue…estas siendo ridículo nanodayo —Midorima se acomodó los lentes mientras le miraba con esa expresión de "no puedo creer que dijeras semejante idiotez"

—Esto es una molestia, deja de ser tan desconsiderado Ryota, no puedo creer que sugirieras algo tan molesto y a una fecha que si quiera esta cercana ¿no pudiste pensar que cada uno tenía algo que hacer ese día? —Akashi se cruzó de brazos y uso esa voz severa que ocupaba cuando era capitán, Kise se achico un poco, sintiéndose completamente desilusionado por todos los comentarios

—Kise-kun ¿en que estabas pensando? No estamos para cumplir todos tus caprichos —Kuroko frunció un poco el ceño y a su lado Kagami no pronunciaba palabra alguna, su miraba viajaba entre cada comentario al rostro de Kise que parecía perder la compostura a cada palabra, todos estaban siendo muy duros y debía detener eso antes de que algo peor sucediera

—Yo solo pensé…—Kise, luchaba contra el nudo en su garganta que se estaba formando, las lágrimas todavía no amenazaban con salir, pero el dolor en su pecho estaba ahí, las manos le temblaban y sostenía la toalla con fuerza entre sus manos para que esta sensación se tranquilizara, no podría ser que sus amigos se olvidaran de su cumpleaños, siempre había pensado que de alguna manera fuera de toda la cantidad de bromas e insultos, ellos lo querían, de una manera extraña pero lo hacían, pero esto estaba siendo demasiado para la paciencia que ya había puesto en aguantar todo lo que le hacían

—Ese es el problema Kise, el pensar no es tu fuerte, eres un idiota y cada que usas tu cerebro para idear una manera de que todos convivamos eso siempre se torna una molestia —Aomine fue el indicado en dar el tiro de gracia con ese comentario, Kise tiro la toalla y su flequillo cubrió su rostro obstruyendo la vista de todos, pero Taiga logro verlo, las finas lagrimas que bajaban por sus ojos, apretaba los labios y los hombros temblaban, estaba llorando, llorando de verdad, no como cuando hacia berrinches y chillaba abrazándose al primero que encontraba, era verdadero el dolor que estaba sintiendo y pensó que era momento de intervenir

—¿Kise, estas bien?—se acercó lentamente, la pregunta desconcertó a todos, cuando Kagami coloco su mano sobre el hombro contrario Kise levanto la mirada, mostrando los ojos y mejillas rojas, los labios apretados y las mejillas llenas de lágrimas, aparto el contacto de manera brusca pero Kagami no se quejó, corrió a donde estaban sus cosas y se marchó de ahí sin decir nada a nadie, dejando a todos desconcertados por dicha acción, pero la sorpresa solo duro un segundo cuando Akashi abrió la boca para opinar que seguramente solo era un berrinche más y todos volvieron a jugar sin una pizca de arrepentimiento, solo Taiga había hecho el esfuerzo por alcanzar a Kise, sin éxito alguno.

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—Lo lamento, yo debí haberlos detenido —Kagami bajo la mirada realmente arrepentido, sintiéndose mal de la desagradable situación que Kise tuvo que soportar

—No, tú no tienes la culpa —la voz de Takao sonó serena, pese a que su rostro tenía una expresión que nunca antes había visto

—Tu intentaste detenerlos, toda la culpa la tienen… —Furihata parecía respirar agitadamente, tratando de retener, ira, enfado, odio, la cantidad de sentimientos que él pensaba jamás servían para algo y por eso no los ocupaba

—¡DE LOS IDIOTAS! —y como era de esperarse Kasamatsu grito a viva voz, llamando la atención de todas las personas a su alrededor, cosa que poco le importo en ese momento, lo único que deseaba era poder ir a buscar a cada uno de ellos y golpearlos hasta matarlos si era posible, no podía creer que hicieran algo como aquello aunque no era diferente a lo que usualmente sucedía, pero esta ocasión se habían metido aún más haya con el rubio y este ya no tenía fuerza para seguir fingiendo que todo estaba bien

—Pero…si nos dices que ninguno de ellos hizo nada… ¿Por qué llamaste a Kasamatsu tan preocupado? —Himuro movió con elegancia su flequillo para observar mejor a su hermano

—Kise mando un mensaje a cada uno de la generación de los milagros, mencionando que no quería volver a ver a ninguno nunca más, ninguno hizo caso a dicho mensaje pero…ahora están preocupados pues esto paso hace tres días y no habíamos sabido nada de el —Kagami guardo silencio cuando de una patada un bote de basura cercano salió volando

—¿¡Qué?! Nos estas diciendo que llevaba tres días vagando, solo y en ese estado y ustedes inútiles no hicieron anda—Kasamatsu sentía que le hervía la sangre al máximo de lo que su cuerpo podría permitir, era un nuevo nivel de enfado, quería alejarse en ese momento y cazar a cada uno de los animales que conformaban la generación de los milagros

—Yo intente buscarlo estos días, Kuroko también quiso ayudarme, en verdad está arrepentido aunque no puedo decir lo mismo de los demás —el pequeño grupo frunció el ceño un poco mas

—Debo irme —Kasamatsu tomo la chamarra que había llevado al salir de su casa, no tenía ganas de seguir escuchando la cantidad de tonterías que tenían para decir la generación de idiotas

—Espera Yuki-chan, yo iré contigo —Takao lo alcanzo de inmediato y en ese momento Yukio no fue capaz de negarse ni de pelear por la manera en la que le había llamado pues, Takao estaba ahí para reconfortar a Kise y lo sabía, los demás se fueron yendo tras ellos, todos dispuestos a apartar ese mal rato de la mente de Ryota

—Bro…—la voz de Himuro lo distrajo

—Tú no tienes la culpa de nada, hablare con Ryota y luego con Atsushi, no debes sentirte culpable pero también te pido que no sientas pena por ellos, se han buscado con lo que le hicieron a Ryota y sobre todo Aomine, solo te pido, no le digas nada a ellos hasta que hayamos hablado con el —Kagami asintió, le parecía justo pues las personas que se estaban alejando en ese momento de ahí eran personas que se preocupaban por el sol de Kaijō muy diferente a quienes habían dañado a Kise.

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—No puedes hacer eso, no debes tomar una decisión así Ki-chan —Takao le miro preocupado mientras Kise movía la cabeza de un lado a otro, había tomado su decisión

—¿Por cuánto tiempo será? —Kasamatsu era al parecer el más sereno de todos, escuchando cada palabra de Ryota con atención

—Medio año senpai —Kasamatsu exhalo haciendo que Kise brincara del susto, muchas veces ese había sido un aviso antes de que su malhumorado senpai hiciera su movimiento, ósea, lo golpeara con una patada o un puñetazo, Kasamatsu termino de tranquilizarse y se levantó de la cama para dar vueltas por la habitación

—Está bien, supongo que es mejor a que te quedes aquí pero…tu cumpleaños es en dos meses idiota, te iremos a ver —Kise abrió enormemente los ojos mientras se levantaba para abrazar a Yukio, de todos pensaba el seria el último en aceptar su decisión

—Sí, todos te iremos a ver Ki-chan—Takao le sonrío junto a los demás chicos que se habían unido para hacerle sonreír y escuchar lo que había sucedido, en la agencia de modelaje le habían mencionado que una nueva marca de ropa deseaba utilizarlo a él como un icono oriental dentro de un mundo occidental, tendría que ir medio año a promocionar si es que aceptaba el trabajo, se iría a Europa, Inglaterra, y ahí permanecería un tiempo y luego debería volver a Japón, no había aceptado pues era un tiempo muy largo alejado de sus amigos pero ahora, ahora todo era distinto

—Gracias —sonrío cuando todos se levantaron para darle un abrazo

—Y no te preocupes por los idiotas, nosotros nos haremos cargo de ellos —Furihata le regalo una sonrisa bonita

—Sí, no les diremos nada, tú debes estar tranquilo —Kise asintió cuando escucho a Himuro darle su apoyo, esto estaba bien, alejarse le ayudaría a poder calmar el dolor que sentía en su pecho.

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—¿Nadie ha sabido nada? —Una semana había pasado desde lo acontecido y todos estaban reunidos en la cacha de basquetbol del club de Kaijō

-—No, he mandado a investigar y no he sabido nada de el—Akashi parecía por primera vez desde que empezó ese conflicto realmente triste y preocupado

—No ha contestado a ninguno de mis mensajes —Aomine golpeo la pared cercaba sintiendo la culpa, una profunda

—Ni los contestara…él se fue…por su culpa, idiotas—Todos voltearon a ver al lugar donde provenía la voz sin poder creer lo que escuchaban

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Continuara…

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Fin del Capitulo I


Capitulo II: Adios

Kise se ha ido sin dar una explicacion, sin decir adios, nadie sabe a donde se ha ido solo que lo ha echo, la generacion de los milagros esta comenzando a entender el peso de sus acciones hacia Kise, excepto por alguien, una unica persona que cree que el rubio esta siendo egoista, idiota y cobarde ¿Aomine, cuando dejaras de pensar solo en ti?, si no dejas esa actitud perderas a la persona que mas has querido


Espero les haya gustado lo suficiente para dejar un review