-Buenos días dulce Temari.- Canturreo una voz alegre en su mejilla izquierda y ella abrió los ojos. Sintió algo de frío en el pecho y la cama se movió a su lado. Una mano la cubrió mejor con la sabana y Temari soltó una carcajada al recordar.- Así que ¿Doce años no?

-Bueno, tu aparentas menos y tu mismo lo dijiste, mi cuerpo esta mas que cualquier chica de mi edad.

-¿Entonces ya no piensas en mi como un viejo pervertido?

-Retiro lo primero…lo de pervertido lo sostengo.

-Entonces, como ya no puedo hacer nada para cambiar ese concepto que tienes de mi…-Deslizo una mano bajo la tela y acaricio su vientre, descendiendo lentamente hasta detenerse a unos centímetros y colocarse sobre ella.-...Creo que puedo divertirme un poco más.

Y mientras el beso se daba, Temari olvido la cena de esa noche, cuando entre alcohol y bromas Kakashi y ella terminaron coqueteándose. Siguiendo cuando ella lo freno al decirle que su viejo cuerpo no iba a aguantar satisfacerla. Doce años no era nada, y bien podría haber creído que él era más joven, pero sabia que provocar a un hombre tenia consecuencias. Y más si atacamas a su masculinidad, entonces los resultados era desastrosos o…muy placenteros.

Y Kakashi era un hombre joven y de perfecto cuerpo, duro y blanco como el marfil, pero suave como la seda. Lo que a ella le faltaba en experiencia debido a su juventud, el lo compensaba con bastos conocimientos. El tocar la cima se había vuelto una costumbre la noche anterior y el delirar era normal. Kakashi poseía unas hermosas y hábiles manos, pero sobre todo, caritativas, brindando placer sin medidas y demandando poco a cambio.

Él supo que punto tocar y hasta que momento hacerlo, y Temari se sintió con alguien no mayor de cuatro años de ella por fuera, pero con alguien superior en otros aspectos. Le faltaban años para aprender las cosas que él le había mostrado, y por la forma en que sus lenguas jugueteaban en ese momento, parecía que él iba a ser su maestro particular.

Doce años, que bien parecían doce minutos. El vigor de ese hombre no tenia limites y Temari se alegraba por ello. Si así era compartir la cama con un hombre mayor, con un hombre fuerte, con…Kakashi, ella estaba dispuesta a acostumbrarse.


Rara pareja, lo se, pero no lo podia dejar pasar XD