Tal vez les deben una explicación a los que creen que ese amor es sencillo...

Que es una relación común y corriente, sin complicaciones intermedias. Pero no. Ingenuos los que piensan que así es.

Sus sentimientos son ilógicos. Para sus respectivas familias, amigos, todo quien los conoce. Son ilógicos para ellos.
Una Weasley, un Malfoy. Familias enemigas desde años atrás, que jamás han puesto ánimo en dejar las cosas a medias. Todo es pelea, discusión, competición. No hay posibilidad de complementarse, jamás había relucido una y.. ¿por qué la habría ahora? ¿Sólo porque dos adolescentes tercos y caprichosos lo pretenden? Ojalá las soluciones llegaran tan rápido como se dice. El mundo se alza contra ellos, como una inmensa y potente montaña amenaza a una pequeña hormiga. Deben dejarlo, oración tantas veces arrancada del inicio de la garganta de ambos. Lo intentan, renuncian uno al otro constantemente. Pero cada vez es una lucha más intensa. ¿Cómo retenerse al seductor y atrayente canto de las sirenas? ¿Cómo rendirse ante tal sugestiva incitación? Excesivas cuestiones en contra, escasas a favor. Desastres ocasionados por el existir de esa química atípica e indebida. Ambos terminan en estadísticas similares. Infiltrados impetuosamente por una nueva sensación comedida y abrasadora que destruye todo a su paso. Incluyendo la razón, los lazos, la sangre. Y al demonio. Las decisiones están sugeridas, los pasos están dados, el camino esta marcado. Sólo queda elegir, caminar, recorrer. Que sepan que luchan por algo valioso, relevante. Ya no es una tontería de infantes, es amor.

Amor.

Pero aún así...

Tal vez les deben una explicación a los que creen que ese amor es sencillo...