La tercera es la vencida
Como no se había dado cuenta, todo había sucedido tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar.
Estaba concentrado, con la mirada fija, nada a su alrededor lo distraería pero, de un segundo a otro todo cambio.
Él y su estúpido juego, si no hubiese sido por eso, él habría ganado, pero no.
Un movimiento, luego otro y su padre mirándolo fijamente. Mientras cada habitante de la casa de los Tendo estaba en lo suyo, él se concentraba al máximo, pero la mirada de panda de su padre lo estaba incomodando, y la adrenalina subía.
Miró aun más concentrado (si es que eso era posible), nada lo haría perder…
Pero…
Esa estúpida fruta cayó y con eso se completaban las tres frutas que debían caer para perder, y no había superado el puntaje de su prometida.
Todo había comenzado cuando el friki de su amigo Daisuke le había enseñado el juego "Fruit Ninja" para teléfono móvil, el juego le llamó tanto la atención que había terminado por descargarlo a su pc. Poco después, se había enterado que su prometida tamban jugaba y cuando vio su puntaje lo sorprendió ya que superaba a Daisuke y a varios muchachos más.
Luego de ver eso se había empeñado en jugar para ganarle a su prometida, y aunque había llegado a un alto puntaje por eso, no había logrado superarla y como ese día se había sentido con suerte. Al llegar de la escuela se había puesto a jugar más concentrado que nunca.
La partida empezó y avanzaba al ritmo del juego, el puntaje subía y el pelinegro se concentraba más y más .Pero cuando le faltaban cerca de 15 frutas cayó la primera y notó la mirada de su padre, que había empezado a molestarle. Cuando faltaban 7 frutas cayó la segunda, y la tercera fruta cayo 2 frutas antes de superar el puntaje.
Su mirada reflejaba su sorpresa, pero luego pasó a una frustración enorme por solo esa fruta. Levantó la mirada y vio que su padre lo miraba. El pelinegro se levantó de su lugar y se dirigió hacia el panda. Con toda la ira del momento lanzó a su padre al estanque. Todos dirigieron sus miradas curiosas en esa dirección tras la repentina acción del pelinegro.
-Ranma, ¿Te pasa algo?- preguntó curiosa la peli-azul que miraba atentamente a Ranma -¡Maldita fruta!- gritó furioso el pelinegro y ante esta frase la peli-azul rio.
Al escuchar la risa de la peli-azul él se calmó y se volvió a sentar en su lugar, definitivamente debía dejar ese juego.
