ABEL
El viento helado le entumía el cuerpo, ya no sabía si prefería esto o sentir el dolor de las partes del cuerpo que ramsay había flagelado. Ya 2 días habían pasado desde su última visita, a lo alto de la torre más alta de invernalia desde donde se balanceaba enjaulado, tal vez ya no regresaría, el rey del otro lado del muro moriría congelado, justamente de lo que escapaba , tantos compañeros muertos, traiciones, esfuerzos, para terminar pereciendo de la misma forma que le esperaba al norte del muro. Por lo menos aquí permaneceré muerto una vez que mi cuerpo se rinda y no tendrá que seguir las órdenes de "los otros" o tal vez si terminen llegando al sur. Mientras los humanos se destruyen unos a otros por pedazos de tierra, ellos marchan a través del muro para acabar con todos nosotros, e iniciar de nuevo como entes que solo siguen sus ordenes sin un fin, sin un objetivo y si es que tienen alguno nunca sabremos cual es a menos que aprenda a hablar el idioma del viento helado que emana de sus pálidas fauces. Si mis sospechas resultan verdaderas ese "apestoso" y la falsa arya necesitaran 2 milagros, uno haber sobrevivido al salto al vacío y el otro salvarse de la inminente llegada del verdadero enemigo.
El recuerdo de la tortura regreso a su mente, por más que tratara de evitarlo la tortura tiene 2 partes, el momento en que la llevan a cabo, doloroso pero breve, y el recuerdo de lo que paso, de alguna forma aun más doloroso y además eterno, aun así no consideraba haber cedido ante la tortura, darle cierta información a Ramsay no le parecía una traición, saber de dónde venía, quien era y quien lo enviaba no le facilitaría en nada llegar al muro a hacer lo que ese bastardo consideraba justicia, con la tormenta necesitaría un dragón para ir 10 metros mas allá de los muros de invernalia. Pero no era información lo que el chico quería, causar dolor parecía el medio y el fin para él.
Por fin un sonido diferente al viento azotando su jaula llegaba a él, el inconfundible chirrido de la puerta de la torre, pero esta vez era un visitante diferente, el padre.
-Sabes que no vas a vivir mucho mas tiempo, pero la forma en que mueras podría cambiar drásticamente dependiendo de la ayuda que nos proporciones- La voz de Roose Bolton se escuchaba claramente aun a través de la tormenta.
-ya le he dicho todo lo que quería al desquiciado de su hijo-
-pero no es información lo que quiero, y mucho menos conocimientos que tu tengas, para empezar todo lo que le dijiste a Ramsay ya lo sabría cualquier persona con algo de razón y además es información inservible, de que me sirve saber acerca del muro , un bastardo y una hechicera a miles de millas de aquí mientras un ejército me espera a las afueras de mi castillo. -
-Entonces que es lo que quieres de mi? Una canción acaso? Necesitaría un acompañante, después de las acciones de tu hijo ya no puedo tocar el laúd como antes.-
-al parecer te faltan unos días más aquí afuera para terminar de perder tu sentido del humor, pero no , no quiero ni tu sangre ni mucho menos una canción, después de todo mentí, si es información lo que quiero de ti, pero no para mis oídos.
