Traigo un One-shot que escribí hace tiempo y no se porque no lo había publicado. Espero que con esto os animeís a escribir sobre esta pareja porque no hay mñas fics sobre ellos en español por el momento.
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En una pequeña isla de East blue, detrás de la barra del único bar del lugar Makino suspiró. Hacía bastante tiempo que no entraba nadie nuevo. Los únicos que habían frecuentado el bar el último mes eran los clientes habituales. No faltaba dinero, porque siempre había alguien que necesitara ahogar sus penas con una botella de alcohol, pero ver siempre las mismas caras era algo sumamente aburrido. De vez en cuando aparecía alguna banda de bandidos o de piratas, pero después de unos días volvían a su guarida o emprendían el viaje por mar.
Pensar en piratas le trajo el recuerdo de un pequeñazo que solía estar siempre por el bar y tras varios años con la firme convicción de ser pirata consiguió un pequeño bote y se echó a la mar. Las últimas noticias que tenían de él era que se había enfrentado al Gobierno Mundial y le habían puesto una gran recompensa. Se alegraba por él, estaba cumpliendo su sueño y parecía haber conseguido una gran tripulación.
Pensar en Luffy le trajo el recuerdo de una persona en la que prefería no pensar, recuerdos del capitán pelirrojo de una tripulación de piratas que solían visitar la taberna una vez al año y se quedaban un par de días. Prefería no pensar en él porque si lo hacía la espera se le haría demasiado larga y dolorosa. Amaba a Shanks, pero no podía estar con él mas que una vez al año. El era un pirata, y aunque desconociera lo poderoso que era, sabía que la marina lo perseguía y Shanks nunca se la llevaría si corría peligro al viajar con él. De todas maneras nunca lo había pedido. Por mucho que lo supiera prefería no oírlo porque eso sería aceptar la realidad, y prefería seguir con una falsa esperanza.
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En algún lugar del mar situado tras el Red Line, también conocido como el nuevo mundo, Akagami miró su jarra de Sake y suspiró. Terrible ironía, bebía para olvidarla, aunque solo fuera durante unos momentos, pero sosteniendo una jarra en sus manos era cuando mas la recordaba. Había conocido muchas mujeres a lo largo de su vida, pero ninguna como ella. Makino tenía algo especial que le hacía echarla de menos cada vez que se alejaba de su lado, pero no podía estar con ella mas que una vez al año. Si sus enemigos, que eran más de los que quisiera por ser uno de los cuatro emperadores pirata, se enteraba de lo que sentía ella estaría en graves problemas. Si se uniese a su tripulación quizás todo fuese más fácil pero no quería forzarla a llevar ese tipo de vida. Ser pirata era peligroso, aunque poca gente se atreviera a desafiar a su tripulación. Shanks suspiró de nuevo, pronto sería la fecha en la que la volvería a ver y no estaba seguro de tener la fuerza suficiente este año como para dejarla en tierra. Sus oficiales lo habían animado hacía poco. A todos les caía bien la camarera y querían que su capitán fuese feliz. Incluso alguno se ofreció a entrenarla lo suficiente como para que pudiese defenderse sola.
Ya estaba bien de compadecerse por no hacer algo que era posible, a partir de ahora las cosas cambiarían. Acabó la bebida de un trago y lanzó la jarra donde se rompió estrepitosamente atrayendo las miradas de todos.
- ¿Qué pasa, capitán?- Su primer oficial fue el que preguntó sacando una sonrisa al pelirrojo.
- Nos vamos a por mi compañera y vuestra nueva nakama
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