Fairy Tail © Hiro Mashima

Sentimientos Trαicionαdos —

Capitulo # 1: Rara.

La lluvia caía sin piedad sobre la Ciudad de Magnolia, los habitantes con tal de no terminar empapados, corrían por las calles buscando refugio en algún tejado cerca de su alrededor.

— ¿Qué paso? La lluvia cayó de repente…

Se preguntaba la gente mientras veían las innumerables gotas de lluvia caer para impactar contra el suelo, las nubes adoptaron un tono grisáceo, la lluvia caía más y más densa.

Muchos creían que la lluvia era provocada por cuestiones naturales, pero realmente este fenómeno era provocado por una persona, específicamente por un mago de Fairy Tail.

En el Gremio de Fairy Tail, entre los miembros, Lucy, Mirajane y Erza eran las que mostraban un semblante de preocupación, ya que sabían exactamente cuál era el origen de dicha tormenta.

— ¿Han visto a Juvia? — pregunto Erza mirando a sus compañeras.

— No la he visto desde ayer que inicio la tormenta. — respondió Lucy algo decaída. — Supongo que debe estar encerrada en Fairy Hills.

— Tienes razón. Maldición, no debí confiarme del tarado de Gray. — lamento Erza chasqueando un poco la lengua y cruzando los brazos mientras miraba de reojo al joven Fullbuster que estaba aislado en el segundo piso del edificio. — Pobre Juvia, esta vez Gray se paso de la línea.

— Gray no debió haberle dicho esas cosas a Juvia. — dijo la maga estelar mostrando lastima en su mirada. — Creo que lo mejor para Juvia seria que dejara de amar a Gray.

— Me preocupa mucho el estado de Juvia, ayer cuando salió corriendo del gremio, se veía muy demacrada y triste. — la mayor de los hermanos Strauss estaba como siempre atrás de la barra. — Debemos esperar a que Juvia salga de su habitación, solo así podremos ayudarle.

— Estúpido Gray. — Erza murmuro algo molesta para después irse a platicar con Wendy y Charle.

Dentro de las instalaciones de Fairy Hills, exactamente en la habitación de la maga de agua, Juvia se encontraba recostada en su cama de perfil, con el muñeco de Gray entre sus brazos y bajo las sabanas, tal parece que no estaba dispuesta a abandonar la cama fácilmente, su cabello estaba desparramado por casi toda la almohada y sus ojos se mostraban muy ojerosos por los constantes desvelos que paso en la última noche.

Se sentía muy triste, porque su amado Gray fue capaz de decirle muchas cosas hirientes y peor aun frente a todo el gremio, no era necesaria tanta humillación como la que paso el día anterior.

Al recordar lo que sucedió precisamente ayer, las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas mientras abrazaba con todas sus fuerzas ese muñeco con la imagen de su amado mago de hielo.

Era un día normal en el gremio, todo estaba algo tranquilo ya que Natsu y su equipo estaban ausentes por motivo de un trabajo cuya duración era aproximadamente de 1 semana.

Juvia era quien insistía mucho en ir con ellos, ya que no soportaba la idea de estar separada de Gray por una semana entera, pero el maestro le pidió que se quedara en el gremio en caso de que algo malo pasara en ausencia del "Equipo Natsu", nunca se sabe, ya Fairy Tail ha sufrido ataques repentinos que ponían en peligro la integridad de los demás miembros de la Hermandad, Juvia creyó que eso era importante y resignada decidió quedarse.

La semana paso de una manera lenta y tortuosa para nuestra querida maga, esperando un milagro que el pelinegro se apareciera en el gremio antes de lo previsto, cosa que no ocurrió.

¿Te pasa algo Juvia? — preguntaba Mirajane al ver a la joven Loxar sentada y recargada en la barra mostrando una mirada triste.

Juvia quiere ver a Gray-sama, se supone que hoy regresa. — esa respuesta era algo obvia para la albina, quien sonrió y decidió darle ánimos.

Tranquila Juvia, ellos llegaran en la tarde. — Mira le ofreció un zumo de frutas, cortesía de la casa, para tranquilizar esas ansias que tenía Juvia el día de hoy.

Así paso el día lentamente, hasta que dieron las 5:00 de la tarde y aun no había rastro de Gray y los demás, eso ya preocupaba a Juvia.

Por un demonio Juvia, tranquila. — se quejaba Gajeel.

Pero… ¿y si algo le paso a Gray-sama? — decía preocupada, con la intención de salir del gremio a buscarlo.

El exhibicionista es un Devil Slayer, no te alborotes. — argumento el metalero. — El no perdería una batalla tan fácilmente.

Juvia lo sabe, pero…

Las enormes puertas se abrieron, dejando ver la imagen de un cansado "Equipo Natsu" quien cayó al suelo, como si hubieran pasado por una derrota.

¿Qué les paso? — se preocupo Lissana viendo el estado de sus amigos.

N-Natsu, eres un idiota. — dijo Gray dándole un fuerte zape a Salamander.

¿D-Donde está el maestro? — Erza se mostraba algo nerviosa, ya que su cuerpo temblaba y su mirada estaba algo crispada.

Aquí estoy Erza. — saludo el anciano desde la barra. — ¿Sucede algo? — vio que la pelirroja se acercaba y le extendía un sobre blanco. — Esto… — sin dudar lo abrió para leer su contenido y por cada palabra leída, su mirada se torno azul del susto, su boca desencajada y casi a punto de quedarse calvo.

¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?!

Su grito aterrorizado asusto a los demás miembros, viendo como el Maestro Makarov comenzaba a llorar y estamparse la cara contra la barra.

Lo siento Maestro, pero durante la misión Natsu y yo perdimos el control y terminamos destrozando algunos hogares y un importante museo de la ciudad. — Erza mantenía la mirada al suelo.

¡NO PUEDE SER! — el anciano termino calvo del susto al ver la gran suma de dinero, otra deuda mas y moriría antes de tiempo.

N-No se preocupe Maestro, nos esforzaremos en los próximos trabajos para poder pagar la deuda. — menciono Lucy algo nerviosa al ver como Makarov estaba petrificado.

Tsk… por eso les dije que era mala idea. — Gray se mostraba muy quejoso mientras iba a la barra a pedir algo de tomar.

¡Gray-sama! — inesperadamente Juvia lo sorprendió, haciendo que él se asustara, ya que Gray no había sentido su presencia.

Juvia no hagas eso, es molesto. — dijo mostrando un poco de molestia mirando a la maga de agua, con las mejillas sonrojadas y con esa mirada angelical que traía cada vez que le hablaba. — ¿Y? ¿Pasa algo?

No nada, Juvia solamente quería saludarlo. — sonrió la maga acercándose un poco más a él. — Gray-sama ¿quiere acompañar a Juvia a cenar o hacer algo juntos?

Lo siento. — contesto rápidamente mientras se alejaba de la barra. — No puedo.

¡Gray-sama! — ella lo tomo del brazo, deteniéndolo. — O al menos vamos a una misión ¿sí?

Entiende Juvia, no puedo. — Gray cerró los ojos, tratando de mantener la paciencia, por alguna razón, esta vez se sentía más molesto e incomodo que en ocasiones anteriores.

Pero Gray-sama…

¡BASTA! — perdió la paciencia y le grito, zafando su brazo bruscamente. Los demás miembros al escuchar ese grito, fijaron su vista en la pareja, había mucha tensión en este momento.

¿Qué está pasando? — pregunto un poco alarmada Erza mirando a Gray y a Juvia.

¿G-Gray-sama?

Rayos ¿Por qué eres tan molesta? — Gray la miro muy molesto, haciendo que Juvia temblara un poco y se asustara.

Recordaba esa mirada, la última vez que la recordaba era cuando ambos eran enemigos, cuando ella era de Phantom. Gray en este momento la estaba viendo con indiferencia, molestia, enojo, entre otras cosas más.

Esa mirada que Juvia no creía que volvería a ver después de mucho tiempo.

Una mirada que asustaba a Juvia en lo más profundo de su ser.

¿Por qué precisamente yo? — se acerco a ella y la tomo de los hombros sorpresivamente.

G-Gray-sama… lastimas a Juvia. — decía ella tratando de liberarse.

Estoy harto de tus constantes acosos, de la manera en cómo te comportas conmigo, tengo paciencia pero hasta un cierto límite. — la zarandeo un poco. — No es amor lo que sientes por mí, es solo obsesión, búscate a otra persona que te soporte.

Gray ya basta. — Lucy miraba como los ojos de Juvia querían romperse a llorar en cualquier momento.

¿Por qué no puedes ser como una chica normal? Solo eres una acosadora que me tiene vigilado casi las 24 horas, estoy harto de ti. — hasta incluso Gray se quedo callado un momento. — Mierda, no era mi intensión decirle eso, pero… no puedo parar. — pensó un poco a alarmado, mientras soltaba a Juvia.

Es que Juvia...

— Por favor Juvia, deja de actuar como una niña infantil, porque siempre tienes que estar acosándome a cada rato, siento que no es amor lo que sientes por mi, sino una enorme obsesión. ¡¿Porque tienes que ser tan rara?!

Esas palabras lastimaron a Juvia en el fondo de su corazón, esas palabras las había escuchado de niña, pero que su amado se las dijera de frente, eso le dolió mucho más.

J-Juvia… — Gray se mostró impactado al ver el rostro de la maga de agua.

La joven Loxar llevo una mano a sus mejillas, dio una ligera palmadita y después al mirarla, vio que eran gotas saladas, estaba llorando y ni ella misma se había dado cuenta, trataba fuertemente para impedir que algunos sollozos escapasen de su boca y sus ojos comenzaron a perder aquel brillo que poseían, mostrándose opacados y sin vida.

Juvia le dio la espalda a Gray, abrazándose a sí misma y comenzando a llorar.

Juvia, no era mí…

No soy rara…

Juvia…

Juvia no es rara, solo es diferente. — la maga de agua no soporto y salió corriendo del gremio, mientras que la lluvia comenzaba a caer sobre la ciudad.

En el gremio, todos comenzaron a fulminar a Gray con la mirada, para después en silencio retomar sus actividades dejando al mago de hielo quien salió del gremio, no estaba de humor para enfrentar a los demás.

— Juvia se siente mal… — decía débilmente, mientras se acomodaba para dormir otro rato, nada ni nadie la haría salir de su habitación en un largo periodo.

La lluvia desde ese entonces no cesaba.

— Gray es un completo idiota. — se quejaba Natsu estando sentado en una mesa junto con el equipo.

— No puedo creer que Gray-san le dijera esas cosas horribles a Juvia-san. — lamento Wendy.

— Los hombres tienen poco tacto, no me sorprende. — dijo Charle cruzada de brazos. — Aunque… — se quedo pensativa un poco.

— ¿Aunque que Charle? — Wendy la notaba algo extraña.

— No es nada, solo imaginaciones mías. — respondió la Exceed calmándose un poco.

— Creo que debería ir a animar a Juvia, no ha salido de su habitación. — Lucy se levanto de la mesa mirando a sus amigos.

— No es necesario. — menciono Lissana acercándose. — Juvia viene para acá. — dijo algo preocupada.

— ¿Ya salió? — alzo un poco la voz Erza levantándose de la mesa también.

— La vi llegar a la estación de trenes, supongo que vendrá a pedir un trabajo. — respondió la albina mientras se sentaba junto a Wendy.

Gray quien estaba frente al tablero de misiones, escuchaba la conversación de sus amigos. ¿Cómo vería a Juvia a la cara en este momento? ¿Estará molesta con él?

Una de las puertas del gremio se abrió y todos vieron que era la maga de agua, quien la cerro inmediatamente y a paso lento iba rumbo al tablero sin dirigirle la palabra a nadie, no se sentía de humor para hacerlo.

Gray volteo y vio que Juvia iba acercándose hacia donde estaba el, por alguna razón se sintió un tanto nervioso ¿Qué diría ahora?

Juvia se detuvo a unos cuantos pasos, teniendo a Gray enfrente, estiro el brazo pasando a un costado del chico quien se quedo callado y tomo una de las hojas de trabajo para leerla y después caminar a la barra, ignorando olímpicamente al Fullbuster.

— Mira-san, Juvia tomara este trabajo.

— ¿Estás segura Juvia? No te veo en condiciones para que tomes un trabajo ahora.

— No te preocupes por Juvia. — dio una sonrisa seca. — Juvia estará de vuelta en una semana.

— ¿A dónde iras?

— Juvia ira a Hargeon

— De acuerdo Juvia, si necesitas ayuda no dudes en avisarnos. — sonrió Mirajane, aunque en el fondo estaba preocupada.

— Nos vemos. — la peliazul camino para salir del gremio en silencio, pero fue interceptada por Gajeel.

— ¿A dónde crees que vas? — pregunto cruzando los brazos el metalero.

— A una misión.

— ¿Y que harás con respecto al exhibicionista? — señalo al Devil Slayer con la mirada.

— Nada. — se mostró algo indiferente. — Solo Juvia quiere irse, ya no hace falta que Juvia se rebaje por alguien como él.

— Te noto diferente Juvia.

— Todo por culpa de quien. — miro con una mirada fugaz a Gray. — Gajeel-kun, Juvia quiere marcharse ahora o perderá el tren.

— De acuerdo. — Gajeel resignado le toco el hombro. — No hagas una tontería. — vio que su mejor amiga asintió con la cabeza y dejo que se fuera.

Cuando Juvia salió cerrando la puerta, inesperadamente Gajeel fue hacia donde estaba Gray y le propino un fuerte puñetazo que lo mando al suelo, preocupando a más de uno.

— ¡¿Qué mierda te pasa Gajeel?! — Gray llevo una mano a su mejilla donde ahí recibió el golpe.

— ¿Ya estas contento? ¡Por tu culpa Juvia está quebrada! — el Dragon Slayer del Hierro se mostraba muy molesto, con muchas ganas de convertir a Gray en un saco de boxeo.

— No fue mi intención ¿sí? Buscare una oportunidad para ofrecerle una disculpa.

— ¿Y crees que con una disculpa será suficiente? — Gajeel se había molestado más, pero se tranquilizo un poco. — Escucha bien Fullbuster, si Juvia sale lastimada por tus estupideces, te juro por Metallicana que te mato.

Gajeel se fue de ahí siendo acompañado de Lily y Levy fue tras él para tratar de calmarlo, mientras que Gray se levanto del suelo y salió también para irse a casa

Por otra parte, Juvia miraba el paisaje, estando ya a bordo del tren que la llevaría a la ciudad, se dio cuenta que necesitaba estar un tiempo lejos de Gray.

Juvia desearía encontrar a alguien que la comprendiera, alguien que la haga sentir bien, alguien que la aceptara tal y como es.

Alguien que no la catalogara como rara…


Continuara…

Próximo Capitulo # 2: Encuentro con el Mago de Agua.