Disclaimer: ¿Sabían que los personajes de Hetalia no me pertenecen? Dx

Pareja: Prusia x Austria.

Otro fic de esta hermosa (?) pareja :P Espero que sea de su agrado el primer capitulo (Sólo serán dos pero bueno XDU peor es nada). Y el titulo, tengo graveees problemas con los títulos, cada vez son peores XD! perdón :'D


Amanecer.-


Amanecía en ese día; el día después del final. La luz comenzaba a tocar toda superficie en su camino, dejando a la vista la destrucción salpicada, levemente, de una vaga esperanza de renacer.

Sentado sobre los escombros de una construcción irreconocible y en medio del silencio proveniente de su interior, se encontraba Prusia.

Su cuerpo tenía las consecuencias de la feroz guerra desatada en esos territorios y más. Vendas cubrían dichas heridas, regalándole un alivio irreal.

¿Cuántas veces había sentido aquella sensación? Excitación mezclada con el simple dolor humano. No sabía con exactitud; lo único que sabía era que ante todo eso, él debía levantarse y proteger todo lo irrecuperable y preciado.

Porque a Gilbert no le importaba sus heridas superficiales; su piel marcada o cu cuerpo magullado-de un modo u otro, estaba acostumbrado-en realidad, él le daba relevancia a pocas cosas…

Miró hacia atrás al oír algunos pasos.

Abriéndose camino entre los obstáculos, Austria se fue acercándosele hasta quedar a su lado. Guardo las manos en los bolsillos de su abrigo, esta vez no era su habitual saco azul sino un tapado negro que caía hasta sus tobillos.

Con los ojos escarlatas rajados, suspiro al verlo bien.

—¿Cómo esta?—pregunto enseguida, sin salir de su posición meditabunda.

—Se recuperara—dijo medio sonriendo—No te preocupes.

—Debo hacerlo—agrego—Soy su hermano mayor.

Apoyándose en las palmas de sus manos se dejo envolver por la calidez de los rayos de la mañana.

Lo miro de reojo y volvió la mirada al frente—Lo que menos necesitas es cargar con…—se detuvo unos segundos para proseguir—Eres tu quien debe ponerse bien ahora—sentencio. Disimulo su preocupación hacia ese hombre impertinente y cruel; aquel hombre que tantas veces lo había lastimado pero, también, amado.

—¿Por qué preocuparse por algo que dejara de existir?

—¿Qué? ¿A qué te refieres, Gilbert?—nuevamente tenia los ojos clavados en él, sorprendido por la tranquilidad expresada en esas palabras.

Ladeo la cabeza hacia su acompañante—Prusia dejara de existir, Roderich.

¿Era verdad eso? ¿Qué pasaría con Gilbert? Sin saber que decir, agacho la cabeza ¿Acaso no volvería a verlo? No, no podía permitir tal cosa pero ¿Qué podría hacer? Sabía que carecía de los recursos para ayudarlo; en realidad para ayudarse a tenerlo cerca.

Unas juguetonas caricias en sus cabellos oscuros lo volvieron al momento y la sonrisa del peliplateado hizo que su corazón temblara.

Aun con el mismo gesto en su rostro, Gilbert se puso de pie, desperezando su cuerpo. Dio unos pasos hacia delante, alejándose un poco.

—Yo…—comenzó a retirar la venda de su mano—Sé que podré ver otro amanecer, suceda lo que suceda.

Mas firme que nunca, su voz estaba cargada de seguridad, de valentía. No tendría miedo o, al menos, no lo demostraría.

La tira, manchada de rojo, cayó a sus pies. Rápidamente fue seguida por otra más.

—No importa qué, yo no me rendiré. Aunque mis rezos ya no alcancen a nadie, aunque no tenga mas nada ¡Juro que nada ni nadie me derrumbara!

Hincho el pecho, llenándose del denso aire de alrededor; el olor a muerte y desolación le recordaron ciertos tiempos.

A pesar de todo, aun creía sin saber en que pero creía. Hacia tiempo había dejado de ser un niño. No tenia excusas, ni deseos, de tirarse a un abismo incierto.

El mirar del austriaco mostraba una celosa a admiración hacia éste.

—Y aquí mismo, puedo decir que no me arrepiento de nada. He aprendido mucho en esta vida—soltó una pequeña risa—Aun me falta conocer más.

Deshizo el nudo de la venda que cubría su frente y rodeaba su cabeza—Soy Gilbert Weillschmidt, eso no lo cambiara nadie.

Soltó a merced del viento a ésta, dejando que se fuera. Ya no la necesitaba.

—Reiré y viviré porque limpiando mis lágrimas, sé que me volveré mas fuerte.

Retiro la cruz de hierro de su cuello—Prometo que ni los golpes ni las palabras me quebraran—dijo, mirando el accesorio detenidamente.

Así, sujetándola con fuerza, corrió deteniéndose precipitosamente para lanzarla lo más lejos posible.

—Soy demasiado fuerte para rendirme pero aquí cierro esta etapa.

—¡Gilbert!—exclamo Roderich, quien lo siguió.

—Tú también lo serás—lo miro por sobre el hombro—Volveremos a ver otro amanecer juntos.

—¿… Lo prometes?—con las manos cerradas, dejo que el prusiano lo abrazara.

—Lo prometo.

Cerró los ojos, aferrándose a sus ropas y humedeciéndolas por un sutil llanto. Sintiendo su calidez, por última vez, anhelo que aquel gesto acogedor durara para siempre.

Gilbert no sabia lo que le sucedería en el mañana pero mientras que en aquel futuro estuviera Roderich, entonces no tendría miedo. Era un soldado dispuesto a sobrevivir una vez mas para poder cumplir la promesa hecha con la persona que siempre amo.


Puros dramas para ellos o_ó como debe ser 8D -DramaQueen mode On-