Holas a todos!!!
La verdad es que les pido disculpas, no sé qué pasó con El diario de Helga, y lo peor de todo es que mi computadora está casi muerta. Y digo casi, porque según el técnico todavía tiene salvación. Mi pobre computadora tiene virus y estoy rezando porque todos mis documentos se puedan salvar, sino que me voy a ver en grandes aprietos, de verdad (mis fics están allí, buuu!!! y ahora tengo que salir a alquilar una compu, buu!!!).
No sé si alguno de ustedes vio la pela Cuando Harry conoció a Sally, bueno, para los que la vieron, sí, este fic está basado en la pela, la cual me encanta. Así que un día, después de tanto verla me dije ¿y por qué no escribir un fic? Y es que la historia es casi la historia de nuestra pareja favorita. Así que por favor, los que ya vieron la pela, no digan nada, ja,ja,ja, pues sí, este fic va a terminar más o menos así.
Y para los que no vieron la pela, espero que disfruten del fic. La dinámica es más o menos así: al inicio de ciertos capítulos habrán parejas que cuenten la historia de cómo se conocieron (así como en la pela), que en este caso serán parejas muy interesantes (escucho comentarios)
Ah, los anuncios de siempre: HA no me pertenece, ni los personajes, etc.
Espero que les guste el fic, y sobre todo, dejen reviews!!!
CUANDO ARNOLD CONOCIÓ A HELGA
oooooooooooooooo
para siempre es porque no puedo más,
no tengo nada que perder
sólo el miedo a la soledad.
Me temo que esta vez es el fin,
adiós amor, adiós mujeres.
Debe ser un caso de
incompatibilidad de caracteres.
Cada vez que digo que sí
ella en cambio opina que no,
siempre que prefiero dormir
ella insiste en hacer el amor,
si la engaño con una rócker,
ella me la da con un mod,
cada vez que yo ligo un póker
ella lleva una escalera de color.
Cuando le propongo salir me contesta
"ni pensarlo, hogar, dulce hogar".
Canto algo de Bob
Dylan y protesta (maldición, su rollo es el vals).
Si me excita el sesenta y nueve
me grita: "quiero un cuarenta y dos".
Siempre que en mi piso de Tabernillas llueve
en su buhardilla brilla el sol.
…Adiós amor, adiós mujeres.
Debe ser un caso de
incompatibilidad de caracteres.
Cuando me mudé al Albaicyn
ella en su Lavapiés se quedó,
si coreo el "Hala Madrid"
me responde "Atleti campeón".
(Visca el Barça!)
Cuando doy un paso adelante
ella da dos pasos atrás,
si ando loco por una amante
me echa un poco de bromuro en el coñac.
Siempre que la voy a besar
me lo impide un repentino ataque de tos,
trato de dejar
de fumar, y por mi santo me regala un cartón.
Cuando de repente la olvido
jura que se muere por mí.
Siempre que por fin me suicido
acto seguido le entran ganas de vivir.
Incompatibilidad de caracteres.
Joaquín Sabina
ooooooooo
PODRÍAMOS DECIR QUE ESTO ES UNA INTRODUCCIÓN
oooooooooooooo
Sentados en un cómodo sofá, la pareja se coge la mano y sonríe a la persona que los está entrevistando. Ambos se miran intensamente y luego ella sonríe.
- Cuando nos conocimos éramos apenas unos niños. Los dos asistíamos a la misma escuela.
- ¡El internado de La Bastilla!
- Pukie, querida, déjame que yo lo cuente.
- Como quieras, cowboy.
- ¿En dónde estaba? Ah, sí! A ella le encantaba poner tachuelas en mi asiento cuando yo no estaba mirando, o me acusaba de cosas que yo nunca había hecho ¡Era increíble!
- Siempre fui una niña muy dulce.
- Y todo para llamar mi atención ¿se imagina? Bueno, después de hacerme la vida insufrible cuando fuimos niños, ja, ja, ja, cada vez que lo recuerdo no puedo parar de reír, claro está que entonces mojo mis pantalones, pero eso ya no es noticia… ¿en qué iba? Ah, sí, entonces nos volvimos a encontrar después de un tiempo, y cuando la volví a ver no sé qué pasó que no pude resistirme a pedirle que salga conmigo…
- Dino Spumoni, cantando para nosotros, en nuestra primera cita…
- Creo que nunca la había visto de ese modo. No pude resistirme más y después de esa cita le pedí que se casara conmigo. Yo pensé que me diría que estaba loco y me rechazaría, pero para mi sorpresa ella dijo que sí ¿se imagina?
- Y tuvimos una boda en el Palacio de Buckingham, con muchos invitados, flores…
- Nunca nos hemos separado desde ese momento. Cuando recuerdo todo esto, pienso que si le hubiese hecho caso a mi mejor amigo tal vez nunca me hubiese casado con ella… y tal vez nunca hubiese disfrutado de su dulce mirada en los míos, ni de sus inolvidables cenas de sandía
- Oh!! Eres tan lindo!!
- aunque eso siempre termina llevándome a mi oficina, mi pobre estómago
- ¿cuál es el punto?
- que nunca me voy a cansar de tus locuras, galletita.
oooooooooooooo
Quiero que sepas
Que estaré pensando en ti
Todos mis días
Vivirás en mi alegría y mi tristeza
Reinarás en el altar del alma mía
Al partir te llevarás mis alegrías
Cada domingo a las doce
Arturo Zambo Cavero
oooooooooo
- Hum,
- ¡Qué día tan loco! Dijimos muchas locuras.
- No hablabas en serio ¿verdad? No… me amas ¿verdad?
- ¡Sí!
- Estabas muy confundida ¿verdad?
- ¡Sí!
- Tú me odias ¿verdad?
- ¡Claro que te odio, Cabeza de Balón!
El Gran Bob apagó la radio del auto, harto de no encontrar algo bueno que escuchar. A su lado, Miriam dormitaba, cansada del trayecto del viaje. Al verla descansar despreocupadamente, pensó en el futuro que les esperaba y por el que él había luchado tanto por construir. Pensó en su hija menor, echada en el asiento posterior, y envuelta en una manta rosada hasta los hombros. Sonrió al imaginarla dormida, harta de pelear. Le echó una mirada a su reloj y luego volvió sus ojos al camino, con la convicción de estar haciendo lo correcto.
Pero Helga no dormía: miraba fijamente el techo del auto, oscurecido por la noche. Habían pasado apenas dos días desde que salvaron el vecindario, desde que le confesó su amor a Arnold para luego negarlo. Todavía podía recordar el rostro de Arnold después del beso y luego su expresión cuando dijo que lo odiaba. Pero todo eso había ocurrido dos días atrás: ahora ella se iba camino a Boston. Un empresario le había propuesto a Bob apoyarlo para abrir varias sucursales de localizadores allá. Como siempre, tomó una decisión por todos y decidió arrastrarlas a una aventura que nadie sabía cómo terminaría. Helga maldecía el momento en que su padre la obligó a hacer su maleta y subir al estúpido auto. Apenas si había tenido tiempo para despedirse de Phoebe, su mejor amiga en todo el mundo, y de regalarle su lazo rosa. Una lágrima se deslizó por su mejilla al recordarla, con el rostro lloroso diciéndole adiós con la mano cuando el auto arrancó. Furiosa, se secó los ojos prometiéndose a sí misma no volver a llorar nunca más.
No se olviden de dejar reviews!!!
