Londres 31 de diciembre de 1926.
La silueta de una mujer vaga por las calles de piedra de la ciudad. La luna iluminaba tenuemente su descuidada melena negra, su gran panza y su cara sucia. Iba cargando consigo, nueve meces de desconsuelo, dolor y sufrimiento.
Descalza y vestida entre harapos viejos, así, vagó por todos lados buscando el lugar donde podría pasar la noche. Cualquier rincón, cualquier lugarejo le era útil. Moría de hambre, ella y el pequeño dentro suyo.
Había quedado sola después de aquella feroz pelea que le costó su hogar, familia y amor.
Ese hombre que envenenado por su ira le arranco la felicidad que tanto le habia costado conseguir.
Aquellas 2 gotas de la poción de amor condenaron toda su existencia y y quien diria?, la de la humanidad.
Pasada las 22:00 noche Merope Riddle comenzó a sentir los dolores de las primeras contracciones.
Hasta que lo mas temido por ella sucedió. Había roto bolsa. Desesperada, sola, sin ningún lugar a donde ir, sin ningún lugar en donde poder dar a luz.
-Por favor, todavía no, aguanta.-Le susurraba a la panza.
Caminó una cuadra y media mas, logrando llegar a la puerta de un orfanato muggles llamado "Luces del alma".
Golpeó con gran desespero la puerta.
-Ayúdenme, por favor, voy a dar a luz, hhhaaaayyyy, ayúdenme.- Gritaba.
Finalmente después de golpear la puerta por 5 minutos una anciana le abrió la puerta.
-Pasa niña, pasa.-Le dijo la anciana ayudándola a entrar.
La recostó sobre una mesa.
Iluminando la sala había solo un candelabro, era todo muy humilde.
Los gritos de dolor de la mujer sonaban fuerte, desgarradores, escalofriantes.
Fueron 30 minutos de lucha para sacar la criatura.
-¿Qué es?-Preguntó la agotadísima mujer.
-Es un barón.-Contestó la anciana sonriendo.
-¿Cómo esta?-
-Ho... el está muy bien, en un niño fuerte.-
-Espero que se parezca a su padre…..- Sollozó la mujer.-¿Cómo le va a poner?-
-Tom…..Tom Marvolo Riddle. Cuídelo…. Cuídelo, prométame que lo va a hacer...-Rogaba la mujer jadeando con medio aliento.
-Te lo prometo niña.-Le respondió la anciana.
La joven Merope se había desangrado en el parto, se estaba muriendo y no había nada que hacer al respecto.
-Te prometo que cuidare de tu pequeño…-Le repitió la anciana cerrando los ojos ya ausentes de la joven madre. -Joven Riddle, tienes que ser fuerte. Saluda a mama. Ya se va al cielo a descansar. No te enojes con ella, te ha regalado lo mas bonito que tenía para darte, la vida. No llores, jamás te dejará solo, te cuidará siempre desde arriba.- Decía la anciana acercando el bebe recién nacido al cuerpo sin vida de su madre.
Luego, tapó a la muchacha y se marchó con el recién nacido para dentro de las habitaciones del orfanato donde había calor y le preparó una mamadera de leche tibia para alimentarlo y lo acostó a dormir.
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