Las Montañas De Shinou

El viento se humedecía desde ya varios días anunciando la llegada del invierno al norte de Shinou, las nubes interferían los rayos del Sol, los copos de nieve comenzaban a acumularse para cubrir con un manto blanco las sombras restantes del otoño, el silencio se apoderaba lentamente del lugar, por lo menos un solo sonido casi imperceptible se acercaba del sur de la montaña, un joven vestido con chamarra blanca con costuras púrpuras y pantalones de invierno morados avanzaba sosteniendo una libreta verde en su mano izquierda, la nieve a penas si permitía ver las letras que en ella estaban escritas

"Las montañas de Shinou son las más frías e interesantes que verás cercana a las estrellas"

Sus grandes ojos azules se centraban en el papel, su cabello color nuez se detenía con la capucha de la chamarra, finalmente se detuvo frente a una cabaña con un enorme letrero que la nieve disipaba, pese a ello para una persona tan hábil como él que había pasado gran parte de su tiempo viajando resultaba una tarea sencilla, sonrió y recargo su mano sobre la puerta para abrirla, dentro de la cabaña varios entrenadores pokémon charlaban, bebían chocolate tibio y descansaban mientras pasaba la tormenta; se dirigió al centro de la sala sin prisas, busco alguien con la mirada y su sonrisa se congelo al mirar la chica de cabello rosa con abrigo verde al centro de la habitación, se dirigió hacia ella con sus brazos cubriendo la libreta.

- Buenos días enfermera Joey – dijo el joven.

- Buenos días – contestó ella sonriendo de manera amable.

- Mi nombre es Gary Oak soy un investigador pokémon de pueblo paleta – a penas menciono su nombre, la enfermera Joe sonrió aun más y tomo las manos del chico.

- Es un placer conocerte, el profesor Oak me ha a hablado muy bien de ti dijo que traerías un diario muy interesante que encontraste en una isla, desde que me contó el contenido de ese diario decidí que debía trabajar contigo en el.

- Por eso vine aquí aunque algunas palabras han resultado imposibles de reconstruir con nuestra tecnología, la evidencia que tenemos es muy poca, por ello te solicite tu ayuda se que eres experta en reconstruir esta clase de documentos.

- Así es esa es mi segunda profesión, podría decirse que es mi pasatiempo; a decir verdad me costo mucho trabajo convencer a mi prima de cambiar de ciudad por un pequeño periodo de tiempo - la puerta se abrió nuevamente una joven de cabello azul con orejeras, falda rosa, blusa negra se aproximó al lugar con un pequeño pokémon amarillo en brazos, tras de ella un joven con gorra roja, cabello negro entro tras de ella - ¿qué le ocurrió a este pikachu?

- Por favor enfermera tiene fiebre – dijo la chica con sus ojos llorosos.

no es culpa de la enfermera que hayan dejado tan mal a tu pokémon - la voz de Gary era algo muy familiar al joven

- ¿Gary? – al mirarle el rostro reconoció inmediatamente a su amigo - ¿qué haces aquí?

- Tu pikachu necesita atención cierto, pobre que suerte la suya siempre termina lastimado contigo, tal vez deberías pensar mejor si tienes madera de entrenador.

- Te equivocas ese pokémon no es mío, es de Hikari – Gary distraído por la presencia de su antiguo rival no había puesto cuidado en la acompañante de este.

- ¿Hikari? – dijo mientras miraba sonrojado a la nueva compañera de Ash Ketchup – perdona no era mi intención ofenderte.

- Estoy seguro que Gary solo lo hacía por que creyó que era de su amigo el pokémon.

- Si lo se enfermera Joel – la chica le entrego a su pequeño amigo y la enfermera salio de la habitación con él

- Mi nombre es Gary Oak y Hikari es un placer conocerte

- Igualmente Gary

- Por cierto Ash ¿En dónde está tu pikachu?

-Pues verás lo que pasa es que está Joltho - dijo mientras se sonrojaba levemente

- ¿En Hoenn? tu primer pokémon - La chica se sonrió leemente y miro a Ash sin poder hablar por lo que contestó a Gary

- Es que vendrán a hacerle una visita rápida desde ese lugar, la verdad es que yo creo que será una chica muy linda que le gusta desde hace u tiempo ya - El color tomate de Ash ya no podía ocultarse por más tiempo, miro a Hikari como reclamandole haber dicho sus ecreto y a la vez agradeciendo que le ayudara en aquél momento.