Hola, amores 7u7 he vuelto con otra historia GrimmHime. Este es mi intento de escribir algo de "humor" jajaja ojalá funcione TuT. Aunque no me atreví a clasificarlo como tal.
Los capítulos son cortitos, como drabbles, así que las actualizaciones vendrán más seguido.
Advertencia: vocabulario y limoncito, claro que sí.
Los personajes de Bleach no me pertenecen, son propiedad de Tite Kubo.
PROGRAMA DE MANEJO DE LA IRA
Capítulo 1: La junta previa.
Era un día precioso en la Sociedad de Almas. En el cuartel general se estaba llevando a cabo una reunión con los capitanes para discutir un asunto muy importante respecto a cierto Espada que el escuadrón de reconocimiento había encontrado en Las Noches unas semanas después de la derrota de Aizen.
-Es peligroso tenerlo aquí, lo mejor sería dejarlo regresar a Hueco Mundo -dijo la capitana Soi Fong.
-¿Qué tan peligroso puede ser si estaría rodeado de shinigamis como nosotros para controlarlo? -respondió Unohana.
-No entiendo por qué lo capturamos siquiera -dijo Kenpachi-. Hay que matarlo y asunto resuelto.
-Las mentes inferiores siempre se dejan guiar por sus instintos -apuntó Mayuri.
-¿Que dijiste, Mayuri? ¿Acaso quieres pelear conmigo?
-No tengo interés en tal cosa -respondió Mayuri con fastidio rodando los ojos. Kenpachi bufó molesto y cruzó los brazos.
-Creo que el chico merece una oportunidad, Yama-jii. Aizen está en prisión, la guerra terminó, ¿qué hay de malo en dejar que lo intente? -preguntó el despreocupado Kyoraku-. Grimmjow-san es fuerte, y según lo que nos contaron, no es del todo malo.
-Sigue siendo un Espada -apuntó Soi Fong.
-Uno que no tiene motivos para pelear contra la Sociedad de Almas -respondió Ukitake.
Se hizo un silencio prolongado. Los capitanes estaban dando sus argumentos sobre por qué o por qué no debería Grimmjow quedarse en la Sociedad de Almas. Aunque los más prudentes debatían que era una mala idea, estaban conscientes que dicho Espada era un arma potencial. La última palabra la tenía el capitán comandante Yamamoto.
-Los que estén a favor de darle una oportunidad.
Kyoraku, Ukitake, Unohana y Mayuri levantaron la mano. Este último provocó un murmullo general.
-¿Qué interés tienes en el Espada, capitán Kurotsuchi? -preguntó Byakuya.
-Mis intereses no son tu asunto, capitán Kuchiki -respondió el científico.
-No te queda hacerte el misterioso, Kurotsuchi -respondió Toshiro.
-No te metas, niño -Mayuri sacó una paleta y se la metió a Toshiro en la boca, lo que hizo que su semblante se ensombreciera y un aura asesina lo rodeara. Unohana intervino antes de que se desatara una pelea brutal entre el capitán del décimo escuadrón y el del doceavo.
-Por favor, capitán Kurotsuchi, todos queremos saber.
Mayuri rodó los ojos.
-Son ustedes una verdadera molestia, no puedo esperar a convertirlos a todos en sujetos de prueba -murmuró para sí creyendo que nadie lo había escuchado-. Creo que sería un experimento interesante. Estoy dispuesto a colaborar para mantener el orden con el...Espada...mientras está aquí en la Sociedad de Almas.
Se hizo un silencio sepulcral. ¿Mayuri dispuesto a colaborar? Definitivamente tenía otras intenciones ocultas, pero por lo pronto no eran importantes.
-¿Qué hay del resto? Levanten la mano los que quieran que se vaya -prosiguió Yamamoto.
Soi Fong, Byakuya, Komamura y Hitsugaya levantaron la mano. Todos sabían sus motivos, así que el último que faltaba era Kenpachi.
-¿Capitán? -preguntó Yamamoto.
-Lo que sea, sólo quiero irme de aquí.
-Debe ser una decisión unánime.
-Bien, bien, que se quede. De igual forma tengo ganas de pelear con él.
-Entonces son 5 a 4. El Espada se quedará -sentenció el comandante.
-Comandante, una cosa más -dijo Unohana-. Cuando estuve en Las Noches no pude evitar notar que el Espada que peleó contra Kurosaki-san era...¿cómo decirlo? Bastante agresivo e iracundo.
-¿Cree que eso será un problema, capitana?
-Me temo que sí.
Yamamoto asintió. Tenía que garantizar la seguridad de todos en la Sociedad de Almas derramando la menor cantidad de sangre posible, así que le correspondía hacer algo al respecto.
-Vamos a inaugurar un Programa de Manejo de la Ira.
-¿Y cree usted que eso será suficiente? Este Espada es impredecible, no creo que acceda a colaborar así como así.
-¿Y quien impartirá este curso? Creo que nuestras obligaciones no nos permiten tener tiempo libre para esto -dijo Byakuya.
-Genryusai-dono, si me lo permite, estoy dispuesto a ser el tutor de Grimmjow-san -dijo Ukitake sonriendo.
-De ninguna manera -sentenció Yamamoto-. Con tu enfermedad eso no va a pasar.
Ukitake agachó la cabeza con tristeza. Hitsugaya le dio unas palmaditas en la espalda.
-¿Qué tal Urahara? -propuso Kyoraku.
-No podemos pedirle más favores de los que ya nos ha hecho -respondió Unohana.
-Estoy pensando en alguien más -dijo Yamamoto-. Alguien que no es un shinigami.
-¿De quién se trata?
-Orihime Inoue.
-¿La chica humana? ¿Por qué? -preguntó Komamura.
-Porque su personalidad contrasta con la del Espada. Es necesario tener a alguien prudente que dirija este programa. Además, su habilidad podría sernos de mucha ayuda aquí.
-¿Es seguro? No sé si podamos garantizar su seguridad -dijo Soi Fong.
-Está decidido, será Inoue -repitió el comandante.
-Todo esto está muy bien, pero ¿no creen que primero deberíamos preguntarle a ella si está de acuerdo? -preguntó Hitsugaya.
-Estoy seguro que Orihime-chan accederá a colaborar con nosotros -dijo Kyoraku.
-Estuvo presa en el castillo, ¿no crees que será difícil trabajar con uno de sus secuestradores? Hasta donde sabemos, pudo haber sido torturada por él -dijo Soi Fong.
-Es por eso que vamos a preguntarle primero -dijo Yamamoto-. Capitán Ukitake, capitán Kuchiki, manden a Renji Abarai y a Rukia Kuchiki a hablar con ella. Si acepta deberá trabajar con el Espada aquí en la Sociedad de Almas, pero si se niega no podremos obligarla. Tendremos que buscar a alguien más.
Byakuya y Ukitake asintieron y así se dio por concluida la junta de los capitanes.
Continuará...
