Los personajes de Ranma ½ no pertenecen de ser así muchos personajes secundarios serían retomados.
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Fantasy Fictions Estudio
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Presenta:
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Una historia con motivo del 14 de febrero
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De Aoi Fhrey
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Amor para llevar
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Nota previa: Esta historia es un Spin off del fanfic Lo que oculta tu sonrisa. No es necesario conocer la historia principal pero sí es útil saber que aquí Kasumi no es toda sonrisas, cabeza de aire ni el ideal de mujer perfecta.
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Los cimientos sostienen la casa, pero no se ven.
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Los ruidosos cumplidos de su padre se repetían en la mente de Kasumi esa noche mientras intentaba dormir en su habitación.
—¡Maravilloso Kasumi! ¡Es igualito al que preparaba mamá!
Y entre ruidosas lagrimas su padre y hermanas habían probado su primer éxito real de platillo.
Fue una comida condimentada con alegría. No hablaron de nada especial pero el escuchar las risas de Akane y las bromas de Nabiki fue algo que Kasumi extrañaba mucho.
Eso fue sin duda un buen cambio en el estado de ánimo de la casa. Todo su duro trabajo fue recompensado. Fueron tres días, de silencioso ensayo y error para que el platillo presentado fuese una copia aceptable del libro de recetas de su madre. Ese útil cuadernillo en teoría tenía todos los detalles posibles para lograr el mejor resultado.
Pero en la práctica las instrucciones se habían quedado muy cortas.
El libro sí decía sobre ingredientes frescos mas no dónde comprarlos. El libro sí decía el tamaño de los cortes en las verduras pero no la manera de usar los cuchillos sin lastimarse. El libro sí decía la forma para que el arroz quedara suave, pero nada sobre cómo usar la arrocera sin transformar el arroz en un pegamento extraño.
Al final no importaron los ingredientes mal comprados, los vendedores mentirosos, los cortes y quemaduras de los dedos ni todas versiones fallidas de la comida; porque todo resultó bien, su padre estaba de buen humor y sus hermanas olvidaron la tristeza por un tiempo.
Pero luego su padre le dijo algo a Kasumi que la dejó congelada en su lugar de la mesa.
—No puedo esperar a probar la delicia que prepararás mañana.
¡Mañana! ¡Le había tomado tres días lograr eso y su padre esperaba algo igual en la mañana!
Eso lo cambiaba todo. Porque a partir de ese momento ella podía tomar dos opciones; decirle la verdad a su padre sobre el tiempo que tardó en lograr ese truco culinario. Él entendería por supuesto, pero era muy posible que regresara a su melancólica conducta de antes, suspirando en todo momento o peor encerrándose en su habitación para llorar. Lo mismo aplicaba para sus hermanas Nabiki dejaría de hablar de nuevo y Akane preguntaría de nuevo cuando regresaba su mamá.
Por otro lado Kasumi podía darle a su padre una sonrisa (más valiente que feliz) y decirle que sería una sorpresa. Pero con eso todo cambiaría para ella sin forma de regresar. No tendría descanso o pausa. ¿Ella podría con todo trabajo que implicaba el encargarse de la alimentación de su familia? ¿Ella quería hacerlo?
Fue hasta muy avanzada la noche cuando ella tomó su decisión.
Ella amaba a su familia y si el precio a pagar era su propio tiempo que así sea.
Esa fue la primera noche en la que Kasumi preparó su despertador para tener suficiente tiempo para lograr un desayuno adecuado para la mañana siguiente.
Repetir el éxito pero en mucho menos tiempo.
Ella aún estaba cansada, pero ver a su familia feliz de nuevo era suficiente para impulsarla de nuevo.
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Con el paso de los días fue posible crear un rudimentario mapa de lugares con ingredientes adecuados. El mapa se ajustó por los precios, luego se ajustó por las cantidades y finalmente por algunos favoritos de su padre y hermanas.
A base de libros, imitación de otras mujeres, consejos de los vendedores y personas que podían notar su interés por darle a su familia la mejor opción posible Kasumi fue mejorando.
Claro que eso solo le dio un poco de tiempo para atender otros asuntos del hogar.
Un cuadernillo para el cuidado de la ropa y la limpieza del hogar hubiera sido útil, pero Kasumi no encontró nada parecido en su casa.
Varias prendas de su propia ropa se encogieron, decoloraron o quemaron para aprender los trucos básicos. Fue inevitable tener horarios muy estrictos para hacerlo todo.
Con esto se crearon otros «mapas» mentales para productos de limpieza, tiempos, uso de la lavadora, precios y otros detalles que surgieron sobre la marcha de encargarse de su hogar.
Pero no importó porque ellos estaban bien. Su padre dejó de encerrarse en su habitación para entrenar a una entusiasta Akane, por su parte Nabiki retomó con ferocidad sus estudios de matemáticas para ayudar con los gastos regulares de la casa.
Kasumi pudo descubrir algunos planes de Nabiki para la contabilidad y un primitivo temario de su padre para el entrenamiento de Akane.
Eso, sin duda le trajo orgullo y alegría a Kasumi. Su esfuerzo estaba dando resultados en su familia. Era como mirar varios engranes moverse, todo su esfuerzo estaba mostrando resultados.
¡Por fin!
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Kasumi estaba tan ocupada y cansada con sus «mapas» que olvidó por completo que sus hermanas y ella misma regresarán a la escuela muy pronto.
Eso dejaba nuevo retos a la vista, los estudios y sus asuntos en casa. Y hablando de escuela, había un tema que involucra comida y en el cual Kasumi no había pensado ni un poquito.
El obentō
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Y es que los obentō de escuela como Kasumi sabía no son simples comidas preparadas para la hora del almuerzo en la escuela. Son tradición y un asunto que debe tomarse con seriedad ya que es parte del rígido rol social. Como ama de casa ella no puede permitirse fallar.
«¿Como ama de casa? ¿En qué momento pasó de reparaciones familiares a ama de casa?»
Kasumi deja la idea para otro momento, el tiempo es escaso y tiene mucho por hacer.
Las tradiciones piden que con el obentō, a falta de su madre Kasumi deba mantener el «Uchi» y el «Soto» para sus hermanas.
Una comida que haga que sus hermanas la recuerden a ella y su casa para cumplir con el (Uchi) y que al mismo tiempo sean dignas de mostrar y/o compartir con sus compañeros de escuela para cumplir con el (Soto).
Sabor de hogar y que pueda «comerse» con los ojos.
Kasumi nunca pudo imaginar que los conejitos hechos con manzanas hechos por su mamá fuesen tan importantes. Pero sí puede recordar que todos sus compañeros de clase destaparon sus cajas de almuerzo esperando una sorpresa.
Pero con su día completamente lleno por actividades Kasumi tiene que hacer un espacio durante la madrugada para practicar ya que esa comida tiene sus propios requisitos: debe ser fácil de comer con los palillos o con los dedos, las porciones tienen que ser pequeñas, (uy, eso significa más práctica con los cuchillos) y que tenga un aspecto agradable (eso significa adornos adicionales) al momento de abrirse para comer.
Kasumi busca en el libro de recetas de su madre, pero no encuentra nada sobre obentō.
Pero ella no les fallará a sus hermanas. Kasumi compra varios libros y comienza con pasos sencillos a aprender nuevas técnicas, una de las primeras el curioso arte de transformar una pequeña salchicha en un mini-pulpo.
Pero algunas noches ella está tan cansada y el cuchillo no quiere cooperar.
Después de otro pequeño corte en el dedo Kasumi arroja el cuchillo y da media vuelta para irse a dormir.
Ella solo les dará algunas monedas a sus hermanas para que se compren algo y…
Kasumi piensa en su mamá y todo el trabajo que ella hacía en casa para hacerla funcionar. Se le hace un nudo en la garganta porque no tiene a quién pedir ayuda para esto. Le toma algunos minutos y varias respiraciones controladas detener sus temblorosas mano pero lo logra. Ella puede hacerlo. Con calma Kasumi comienza a preparar un té y es en esa tensa búsqueda que ella descubre una caja con una mezcla de hierbas que prometen calmarla. La olvidada cajita solo tiene la mitad de su contenido.
La caliente mezcla cumple su promesa y con un suspiro feliz Kasumi retoma su pelea con el cuchillo.
Porque acaba de descubrir uno de los secretos de su madre.
Kasumi tiene que llevar el asunto del obentō con el mismo impecable cuidado que una de las formas de combate de su padre. Su reputación está en juego. Lo sepan los demás o no. Lo entiendan los demás o no.
Kasumi no fallará en este nuevo desafío.
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La joven de cabello castaño descubre con alegría que a diferencia de la comida regular el asunto de los obentō es un tema en el que abunda la información y las opciones.
El folleto de «reglas» que pide la escuela Furinkan para el obentō queda fuera de inmediato por su increíble grado de idiotez y sus temas absurdos. Bambú en varitas, una mandarina congelada y dibujos de Hawái.
El material de consulta le dice a Kasumi que el momento de destapar el obentō es importante por la estética. Pero también se tiene que cuidar el valor nutritivo de los alimentos.
Otra norma alude a la colocación de los ingredientes: hay que organizarlos teniendo en cuenta el color, la forma o la textura y jugando con estos conceptos, un ingrediente circular en un pequeño recipiente cuadrado, o al revés. Existe otra regla que tiene que ver con la naturaleza: la comida deberá presentarse siempre que sea posible en su estado natural o aparentar que es en forma natural.
Tantas reglas le dan a Kasumi varios dolores de cabeza. Lo mejor es abordar el problema por partes.
La parte fácil son las cajas, las tres serán rectangulares con cinco divisiones y sin adornos ya que el pañuelo que las cubre cumple con eso.
Las proporciones de comida también son muy claras: 40% arroz, 30% el principal (carne o pescado), 20% verduras y 10% para encurtidos o algún dulce. Kasumi quisiera más tiempo para practicar pero logra aprender algunos trucos básicos. El arroz hervido se dejar enfriar sin taparlo, para que el vapor no se condense y estropee la comida. El exceso de líquido se quita antes de introducirlos en la caja, para que después no estropee el resto de ingredientes.
Los primeros meses los ingredientes de los obentō se repiten de manera regular el tamagoyaki (tortilla enrollada), las bolas de arroz con alga nori y la mini-salchichas en forma de pulpo. Kasumi crea un pequeño juego para disfrazar su aprendizaje. Usando un pincel y varios colorantes vegetales ella decora las bolas de arroz con algún tema favorito de sus hermanas, animales, mensajes por partes o en el caso del ego de Nabiki símbolos de los diferentes monedas del mundo iniciando con el ¥ y terminando con la £.
Y por alguna razón su juego resultó ser un novedoso éxito entre los compañeros de sus hermanas.
Con el tiempo la variedad en las comida aumenta tras el primer año de frenético esfuerzo y los obentō pueden tener pescado a la parrilla o carne frita o pastel de pescado y los cambiantes acompañamientos de verduras que cambian por estaciones. Y es la misma práctica la que demuestra que el obentō no es una comida independiente es el acompañamiento de una comida normal para la familia. Regla nueva para Kasumi: usar partes de la cena y desayuno para los obentō, no cocinarlos desde cero.
¿Por qué nadie le explicó algo tan obvio?
Con ese descubrimiento Kasumi deja de pasear por la cocina de madrugada y puede dormir un poco más.
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Con el paso del tiempo Kasumi descubre que sus «técnicas de combate para el hogar» pueden ayudarle a mantener la disciplina en su hogar.
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Del mismo modo en que puede preparar un obentō con amor (aisai-bentō) Kasumi demuestra que es capaz de hacer un obentō de venganza (shikaeshi-bentō) cuando sus hermanas y padre actuaron con ciertos grados de estupidez.
Chantajear a los vecinos para ganar dinero extra no fue una de las ideas más inteligentes de Nabiki, dado que su hermana mayor interactúa con ellos de manera regular y ofenderlos destruiría varios de sus «mapas de ofertas y servicios». La primera parte fue decomisar algunos de los cuadernos «especiales» de Nabiki y su dinero. No existen lugares secretos para la persona que limpia de manera regular una casa y la conoce TODA.
Luego la cantidad de ropa limpia y tamaño de las porciones se minimizaron. El obentō de su hermana cambió para ser una porción de arroz con salsa de soja, casualmente mezclados por el movimiento lo que le daba un aspecto similar a una basca y casi congelado.
Cuando su hermana trató de usar otras opciones para comer y vestir descubrió que Kasumi tenía más contactos que ella.
Y fue hasta que una totalmente dócil y sometida hermana detuvo sus negocios en el vecindario, que los cambios pararon.
Oh cielos, encontré esta libreta con números mientras limpiaba Nabiki. ¿Es tuya?
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Su padre aprendió a no salir a beber sake y llegar a horas indignas pidiendo su cena a gritos.
Arroz batido y frío como desayuno, té con sal para calmar su «pobre dolor de cabeza», el uso del jabón más barato (e irritante para la piel) y el apoyo feroz de Akane para cocinarle a su padre, dejaron a Soun con el mensaje claro.
Oh cielos, que bueno que la arrocera funciona bien de nuevo, no lo crees padre.
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Usar el entrenamiento Tendo para «persuadir» a Haruko Takeuchi a regalar sus tarjetas de colección a Akane no fue algo muy amable.
Varios obentō de encurtidos muy salados y mandarinas viejas de postre…inspiraron a su hermana menor para pedir disculpas y regresar lo «regalado».
Oh cielos, que bueno que lo aprendido en el dojo se queda en el dojo, no lo crees Akane.
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Años atrás la elección de cuidar de su familia fue un asunto de reflexión y elección. Pero cuando fue tiempo de entregar los formatos para el futuro en la escuela Kasumi ni consideró las opciones, su familia la necesitaba por lo tanto ella cuidaría de su hogar a tiempo completo. Cualquier estudio o proyecto quedaba congelado por tiempo indefinido.
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Luego de eso llegó un visitante de China a su hogar y todo cambió.
Con la sutileza de un oso en una tienda de cristalería su dulce padre (Oh cielos, es momento de retomar las comidas disciplinarias) les informó sobre un inminente prometido. Con la perspectiva de un hombre vago, de sonrisa estúpida y mirada lujuriosa llegando a su hogar Kasumi bebió su mezcla de té súper reforzada para enfrentar el problema con aplomo y no echar a sartenazos a los invitados de su padre.
Un oso panda y una niña pelirroja disfrazando su pánico con irritación no era algo que ella esperara.
Una sorpresa adicional fue descubrir la necesidad de Akane por una amistad no ahogada por celos u hormonas.
Pero fue por causa de las plantas calmantes en su té que Kasumi no pudo ver el unicornio que había llegado a su casa.
El chico era torpe socialmente, pero una persona leal y honorable. Bajo su estúpida fanfarronería Kasumi descubrió a un niño solitario y maltratado que tenía más necesidad de afecto y paz que su propia hermana. Ella podía cuidar del chico por un tiempo hasta descubrir más.
El padre del chico fue poca sorpresa para Kasumi, usando su bandera de las mujeres son débiles el sujeto mostraba un total desprecio por cualquier actividad hecha por damas. Y ella no podía tolerar en su familia a una persona así. La sutileza no funcionará con el tío Genma. De modo que a los pocos días le consiguió un trabajo con el tonto de Tofú advirtiéndole que: de no traer el dinero para sus gastos personales estaría envenenando sus comidas al azar.
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Con el paso del tiempo Kasumi va reuniendo pistas de quien es en realidad Ranma Saotome.
El chico detuvo las peleas contra su hermana en los primeros días.
El chico no usó su destreza en el arte para obtener cosas a la fuerza.
El chico tiene un severo problema de hablar sin pensar, pero no es mezquino o cruel con sus palabras.
Y lentamente va ganando su respeto.
Ranma-san es un imán de problemas y gastos pero un ejército de un solo hombre para cuidar a sus hermanas, de alguna manera vigila a Nabiki sin que ella se dé cuenta.
Ranma-san permite voluntariamente las fotos de su hermana para su venta. Nadie con un historial de abuso como el suyo tendría el sueño tan pesado.
Luego el chico gana su afecto.
Ranma-kun se lanzó sin pensar a un reto para evitar un compromiso forzado para las tres hermanas Tendo con una especie hombre-sapo llegado de Francia. Mención especial por resistir un corsé de acero.
Ranma-kun fue a rescatar a mi hermana de nuevo.
Y finalmente su amor.
Kasumi decide que incluso si el chico de la trenza no se casa con su hermana a sus ojos él es familia y como tal tiene un lugar en el corazón de la joven.
Mi hermanito tonto no pudo ver a su madre hoy.
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Es la primera vez en varios años en que Kasumi hace un ajuste a sus «mapas de comida» pero añade un nuevo tipo de obentō para Ranma.
El Haya-ben resulta increíblemente útil para el chico de la trenza, ya que no tiene que esperar a la hora del almuerzo para comerlo. Un pequeño rollo de huevo relleno de carne o pescado con verduras resulta un buen impulso de energético para el chico. Al inicio Ranma se sorprende por ese nuevo arreglo que es solo para él pero no dice nada y lo agradece con la mirada. Y luego con algunos discretos y divertidos regalos.
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Las locuras continúan pero Kasumi encuentra el modo de cuidar a su familia. El misterioso viaje a China por Akane fue preocupante, pero la confianza de Kasumi en su «Otōto» no es decepcionada cuando ambos regresan a casa.
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El tiempo sigue avanzando y Kasumi siente que algo está cambiando en su hogar, no tiene idea de qué es hasta cierto día.
La cena y los eventos de la cena se repetían en la mente de Kasumi esa noche mientras intentaba dormir en su habitación.
Aunque ella esperaba una cena comprada o de las amigas de Ranma Kasumi recibe una sorpresa. Contra todo pronóstico la comida fue preparada por Akane y Ranma. La excusa para sacarla de la cocina fue un corte de cabello patrocinado por Nabiki. Y en ese lapso la pareja se las arregló para preparar una de las recetas del libro de su madre.
La misma que ella cocinó varios años atrás.
La cocina no fue destruida en el proceso y durante la cena los niños no estaban discutiendo por tonterías, Nabiki comía con calma y una sonrisa pacífica en la cara. Los Saotomes por su parte mantenían algún diálogo privado pero por las ocasionales risitas de Nodoka el tema parecía algo romántico. Nabiki comenta con calma algunos de sus planes antes del gran viaje a la universidad, Soun sugiere un pequeño curso de repaso en defensa personal antes de su salida de casa. Y lo dice con calma y sin chillidos sobre su pobre bebé.
Antes de irse a dormir Kasumi hace una última revisión de la casa, para los pendientes del día siguiente, pero se encuentra con varias sorpresas. Ropa limpia que no es obra suya ni de Nodoka (la mujer tiene una manía por el suavizante floral que la delataría) la cocina está en orden y en general la casa parece en buena forma.
Pero ella no realizó casi nada de lo que se ve. La familia parece haber resuelto los pendientes por sí misma. Sin anuncios y sin romper nada en el proceso.
Tal vez no es una casualidad, parece que ellos sabían lo necesario para atenderse a sí mismos y a la casa.
Tal vez todo su trabajo por fin dio resultado y ella puede quitar la pausa a su vida.
Kasumi da un giro en su cama y piensa en una tienda de flores y una pastelería.
Ella no había soñado con esos proyectos durante años.
Kasumi sonríe antes de quedarse dormida.
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—FIN—
Notas: Mi homenaje a una de las muchas formas de amar.
Este fic pudo quedar mejor pero en estos días mi salud en general simplemente no coopera. Desde enfermedades consecutivas hasta enfermedades simultáneas no me tienen en el mejor animo para escribir como se debe.
Quería mostrar una historia de amor un poco alejada de los temas regulares. En este caso algo que muestre una parte de los cimientos de la familia Tendo, la otra parte la lleva Nabiki pero es un proceso muy diferente el que lleva ella para su hogar.
Por un lado tenía la inquietud sobre el libro de recetas de mamá. Sé que esa historia se centra en Akane y Ranma pero siempre me pareció una excusa muy endeble para aprender a cocinar. Por otro lado aunque la madre de Kasumi pudiese haber escrito una joya secreta sobre la cocina quedan muchas cuestiones fuera sobre otros temas. La necesidad es una maestra severa y quería mostrar el proceso de aprendizaje que tiene la mayor de las hermanas Tendo para dominar tantas labores. No, aquí ella no es la dócil tonta que se maneja en el anime y en el manga y a su manera mantiene en orden a su familia.
Por otro lado con la ruina que tiene por modelo de padre ella tampoco tiene una muy buena opinión sobre los hombres por lo que declina el compromiso para analizar a los recién llegados. No creo que opinión de Genma sobre mujeres débiles e inútiles se limite al combate y en un hogar con tres mujeres fuertes pensar así es una idea muy tonta. Por otro lado el asunto de los almuerzos resultó ser todo un arte lleno de reglas y opciones. Me sorprendió un poco el rol que cumple algo tan cotidiano. En alguno de los capítulos de relleno de Naruto pude ver un almuerzo que prepara Hinata para el chico. ¡Las bolas de arroz estaban decoradas con caritas de Naruto! Ese nivel de detalle para la comida en dos personajes que solo eran conocidos en ese punto me desconcertó. Ahora puedo decir que el asunto tiene su lógica.
En este lado del mundo muchas personas disfrutan de la comida hecha en casa en su época de estudiantes y más tarde. Muchas personas recuerdan con cariño, sorpresa o como anécdota dichas comidas, pero el hecho es que existe un esfuerzo detrás que no siempre se ve o reconoce.
Hasta la próxima.
Aoi Fhrey
