#01. Consuelo.
A veces JJ siente que
un escalofrío le recorre la espalda y no puede dormir, se encoge
sobre sí misma y cierra los ojos tratando de alejar de su mente la
sangre y la muerte, pero no lo consigue hasta que Emily la besa en
los párpados y le susurra palabras de consuelo contra el cuello
(acompañadas siempre de besos suaves en el lóbulo de la oreja y
lametazos en la clavícula, y será una tontería, pero consuela
saber que hay alguien ahí).
#02. Beso.
Es apenas un roce en
los labios, pero lo ve toda la central, y luego Emily levanta la
mirada y parece un poco a la defensiva, así que JJ le coloca el pelo
tras la oreja y la besa más profundo, metiendo su lengua entre los
labios de Prentiss y acariciando con la yema de los dedos la nuca de
Emily.
#03.
Suave.
Así es como son los besos que se dan; suaves al principio
y con un poco más de lengua después, al final acaban separándose y
metiéndose las manos bajo la ropa, acaban tocándose con los labios
y pasan a ser besos contra la piel (y no sabrían decir qué besos
les gustan más).
#04. Dolor.
El día en que JJ descubrió
que Prentiss era la reina del drama era un martes; hacía calor y
Emily estuvo una tarde entera quejándose de la migraña que le
producían las altas temperaturas (dolor de cabeza que desapareció
en cuanto JJ metió las manos bajo su camisa y le susurró al oído
que quizás debiera meterse en la cama).
#05.
Patatas.
Meter la mano las dos a la vez en la bolsa de patatas,
rozarse los dedos con las mejillas sonrojadas y fingir que miran
fijamente la pantalla de televisión.
#06. Lluvia.
El agua golpea
contra la ventana y el sol no parece querer salir, pero a JJ y a
Prentiss tampoco parece importarles demasiado porque se acercan en el
sofá frente a la televisión entre caricias por debajo de la manta y
pies que se rozan sin querer pero queriendo (y se acaban dando besos
que saben a café).
#07. Chocolate.
García lo dice
entre risas: dicen que es un sustituto del sexo… (y ellas sonríen
mientras meten la mano a la vez en la bolsa de M&Ms y se miran
con complicidad).
#08. Felicidad.
JJ no tiene muy
claro qué es, pero si tuviera que apostar, jugaría todas sus fichas
a que es lo que siente cuando Emily está cerca de ella.
#09.
Teléfono.
-¿Estás segura de que puedo colocar dos líneas de
teléfono distintas en una misma casa, García?- Prentiss pregunta
sin pararse a analizar la expresión en la cara de García cuando le
dice que va a vivir con alguien.
#10. Oídos.
Cuando Prentiss oye
cantar a JJ (bajito y casi sin darse cuenta), llega a una conclusión:
Jennifer no tiene nada de oído musical (y le parece adorable).
#11. Nombre.
Emily y Jennifer; no dejan que nadie las llame
así, y sin embargo, cuando lo dicen entre gemidos parecen incluso
bonitos (y quizás por eso no dejan que nadie más los diga).
#12.
Sensual.
Prentiss se plantea seriamente al menos tres veces al día
establecer una ley que prohíba a JJ comer así (y no tiene nada que
ver con la forma en que la mira a los ojos mientras chupa el
tenedor).
#13. Muerte.
Les ronda en cada caso y en cada
esquina, les espera bajo la piel de cada psicópata al que persiguen,
se acerca hasta casi rozarles, pero final, nunca se acerca lo
suficiente (y dan gracias por ello entre besos que saben amargos y
caricias que tienen algo de desesperación y miedo entre los dedos).
#14. Sexo.
Quizás
sea en parte la razón por la que empezó todo, pero ¿ahora? Ahora
es mucho más.
#15. Tacto.
Le mete la mano baja
la camisa con disimulo, traza círculos contra la espalda y nota la
piel erizarse bajo sus dedos, sonríe de medio lado y nota como JJ
habla con más dificultad, deja que su mano baje sólo un poco más,
y le parece notar el cosquilleo del sonrojo de JJ contra la yema de
los dedos.
#16. Debilidad.
A veces, después de
tener sexo, JJ cree que podría caerse al vacío si Emily no la
estuviera sosteniendo.
#17. Lágrimas.
Corren por sus
mejillas y ni siquiera está muy segura de saber la razón, pero JJ
las recoge con la punta de los dedos y le besa las mejillas entre
susurros, y Emily se siente un poco tonta por estar llorando sin
ninguna razón, pero las lágrimas siguen cayendo y JJ se tumba a su
lado y la abraza, y bueno, Prentiss no deja de llorar pero se siente
un poquito mejor.
#18. Velocidad.
Todas las mañanas se duchan juntas tratando
de ganar tiempo (y siempre acaban llegando aún más tarde).
#19.
Viento.
Corre contra el viento y el pelo ondea (y Prentiss cree
que JJ es tan guapa que debería estar prohibido, y sonríe como una
imbécil y niega con la cabeza cuando JJ la llama, prefiere
mirar).
#20. Libertad.
Prentiss supone que la libertad es
eso, lanzarte en picado a los brazos de alguien sabiendo que no te va
a dejar caer, sabe podrías decir te quiero y saldrías ileso
del proceso (incluso cuando no te has atrevido a probarlo), es poder
gemir Jennifer contra los labios de JJ y correrte en su mano
cuando ésta te besa.
#21. Vida.
Y JJ no recuerda haberse
sentido tan viva desde… nunca.
#22. Celos.
JJ no siente celos para nada de la relación basada en
la camaradería y el alcohol que Prentiss tiene con Morgan (por eso
nunca les mira de reojo cuando hablan y no frunce el ceño
ligeramente cuando Morgan apoya la mano en el hombro de Emily).
#23.
Manos.
Se tocan por debajo de la mesa, miradas atentas para que
nadie les vea, mejillas sonrojadas y dedos que suben sólo un poco
más por el muslo (y al final las manos siempre acaban bajo la
falda).
#24. Gusto.
El sabor a café recién hecho en la
boca de Prentiss por las mañanas, el gusto salado que tienen sus
labios después de que la haya lamido ahí, sentir el sabor a Emily
contra su lengua y derretirse contra él.
#25. Devoción.
A
veces cuando se bañan juntas, juegan como si tuvieran cinco años y
hacen competiciones estúpidas que Prentiss siempre acaba ganando
(pero sólo porque JJ se deja, claro).
#26. Siempre.
No
quiere que le diga que van a estar juntas siempre, o que la querrá
hasta que las estrellas dejen de brillar, o que su amor es eterno, o
alguna otra de esas promesas que son imposibles de cumplir, pero a
veces, a JJ le gustaría que Emily se lo dijera aunque sólo fuera
una vez (y no sabe que Emily le susurra te quiero cada noche
al oído cuando JJ ya está dormida).
#27. Sangre.
Sabe que
es irracional, pero a veces se levanta jadeando en medio de la noche
y necesita extender su mano para ver que Jennifer aún sigue ahí;
entonces se abraza a ella muy fuerte y se jura interiormente que
nunca le va a pasar nada.
#28. Enfermedad.
Es lo que tiene
el trabajo; el continuo análisis de los demás, el observar la forma
en que cogen el vaso de agua, el mirar si dan vueltas a la derecha o
a la izquierda en el café, escrutinio constante sobre los hábitos
de los demás (o quizás es que Prentiss está tan obsesionada con JJ
que la mira con una atención que ralla la enfermedad).
#29. Melodía.
Lo que más le
gusta a JJ son los pequeños detalles (como Prentiss cantando por las
mañanas en la ducha antes de que ella se meta a hacerle compañía,
o el café recién hecho que siempre la espera por las mañanas, o la
sonrisa de buenos días y buenas noches de Emily).
#30. Estrella.
Ven juntas esa
película estúpida en la que un chico le regala una estrella a su
novia, y JJ piensa que, por mucho que le gusten las estrellas, ella
no querría ser jamás la chica de la película (y no es tan sólo
por una cuestión mortal).
#31. Hogar.
Llegar a casa y quitarse la ropa la una a la otra,
besarse contra el quicio de la puerta dejando las chaquetas
abandonadas en el suelo, piernas desnudas contra las sábanas y saber
que puedes gritar su nombre todo lo alto que quieras mientras te
corres.
#32. Confusión.
Al principio confunden palabras,
le llaman "ir a tomar una copa a mi casa después del trabajo"
cuando se refieren a "ir a follar a mi casa"; al final acaban
entendiéndose, más que nada porque acaban viviendo en la misma casa
y no hace falta usar frases hechas.
#33. Miedo.
Lo que a Prentiss le aterra de verdad, es el hecho
de tener miedo a perderla.
#34. Rayo/Trueno.
Cuando uno
piensa en JJ y Prentiss, la gente cree que JJ es el tipo de chica al
que le dan miedo las tormentas; sin embargo, es Prentiss la que da un
pequeño bote cada vez que suena un trueno y se acerca
imperceptiblemente a JJ cuando están acurrucadas en el sofá.
#35.
Lazos.
La ata contra el cabecero de la cama con uno de los lazos
que ha encontrado por casualidad revolviendo en el armario, se sienta
a horcajadas sobre Prentiss y le tapa los ojos con otra de las cintas
de seda mientras le susurra al oído todas las cosas que va a hacer y
ella no va a poder ver (y Prentiss gime y jadea un poco, pero tampoco
mucho que hay que mantener la dignidad, y JJ la nota estremecerse y
temblar bajo la punta de sus dedos).
#36. Mercado.
Hay tanta gente
que Emily se encoge un poco sobre sí misma, imperceptiblemente, pero
sí debe de ser perceptible, porque JJ lo nota y la coge por la
cintura, y le sonríe mientras esquivan gente en la que Prentiss
apenas repara ya, demasiado perdida en JJ como para darse cuenta de
algo más.
#37.
Tecnología.
Prentiss no tiene un problema con la tecnología, la
tecnología es la que va a tener un problema con ella como no empiece
a colaborar (y JJ se ríe bajo una camiseta que le va grande mientras
Emily amenaza a la cafetera).
#38. Regalo.
No le dice a
nadie que es su cumpleaños, pero cuando despierta y encuentra a
Jennifer a su lado profundamente dormida y con un brazo a su cintura
piensa que JJ ya le ha hecho el mejor regalo del mundo (y que es una
cursi, también).
#39. Sonrisa.
Emily nunca lo dirá en voz
alta, porque eso sería admitir algo que no está dispuesta a
reconocerse ni a sí misma, pero la sonrisa que cada mañana esboza
JJ cuando se levanta es lo que hace que sus días sean cada vez un
poco mejores.
#40. Inocencia.
A veces, cuando algo es tan
horrible que ni siquiera tiene palabras para describirlo y se
sorprende a sí misma no reaccionando ante ello Prentiss se pregunta
dónde se fue (pero luego JJ sonríe y le parece recuperarla un
poco).
#41. Conclusión.
Reid las observa
con disimulo, analiza cada uno de los gestos y sonrisas que se
dedican cuando creen que nadie las ve, se percata de pequeñas
casualidades y coincidencias que lo llevan a una conclusión
indiscutible: JJ y Prentiss están liadas (y cuando se lo dice a
Morgan este se limita a sonreír y a revolverle el pelo con una
sonrisa condescendiente, como si supiera algo que él no sabe).
#42. Nubes.
Cuando Prentiss besa
a JJ (y a veces ni siquiera debería considerarse beso porque es tan
sólo un roce en los labios), ésta se siente como cuando tenía ocho
años y todavía notaba el sabor a caramelo en la lengua incluso
horas después de haber vuelto de la feria (y estar con Emily en
ocasiones la deja con la misma sensación en el estómago que ir en
montaña rusa).
#43. Cielo.
A
veces se tumban en la hierba del jardín y miran hacia arriba
mientras juegan a tocarse con las rodillas y a rozarse las manos
mientras fingen buscar figuras en las nubes.
#44.
Paraíso.
Debe de ser eso, besar hasta que te parece que la boca
se te va a caer a pedazos y aún así querer tenerla contra tu
lengua, sentir sus manos sobre tu piel y las tuyas enredadas en su
pelo, gritar su nombre contra su cuello y dormir entrelazadas aunque
haga demasiado calor para eso.
#45. Infierno.
Supone que debe
ser eso, el infierno; tener un asesino en serie suelto que se dedica
a matar y violar mujeres (en ese orden) y no saber donde cojones está
la gilipollas de Emily que una vez más se ha ofrecido voluntaria
para meterse en una casa que no es la suya.
#46. Sol.
Filtrándose entre las hojas como agua entre los
dedos; arrancando brillo al cabello rubio de JJ y tostándole la piel
(y robando una sonrisa a Prentiss, que se esconde bajo las gafas de
sol).
#47. Luna.
Y quiere susurrarle al oído que le va a
bajar incluso la luna si es necesario, quiere hacerle el amor entre
promesas de amor eterno y susurrarle cursiladas al oído (pero al
final lo único que hace es besarla con los ojos cerrados y abrirlos
cuando JJ se corre, como si así pudiera decírselo).
#48. Ondas.
Le acaricia el pelo mientras duerme y piensa que,
la muralla que Prentiss ha construido a su alrededor sólo sirve para
que, una vez que entras, ya nunca puedas salir.
#49. Pelo.
Se
sientan en el sofá; es un domingo de esos en los que parece que el
tiempo se alargue y corra un poco más lento, JJ lee sentada en el
suelo y apoyada en el sofá donde Prentiss devora otra de esas
novelas rosa que esconde tras papel de periódico; Emily peina a JJ
distraídamente y ésta deja de pasar hojas mientras echa la cabeza
hacia atrás (y Prentiss tampoco tarda mucho en dejar la lectura).
#50.
Supernova.
Y miran al cielo porque a JJ le gustan las estrellas, y
le habla a Prentiss con términos como supernova, explosión,
infinito, universo y otras palabras que Emily no sabía que
existiesen y que ni siquiera es capaz de pronunciar (pero en el fondo
le parece sexy que JJ sepa todo eso, así que asiente mientras JJ
habla pero en realidad no escucha porque está demasiado centrada en
la voz y en sus labios).
