Pairing: Draco/James Sirius.
Este drabble es, cómo no, para mi Fraddy, al que ya compensaré con más Drames cuando la inspiración me de ideas.
Llevaban cerca de dos años saliendo juntos y aunque a muchos les parecía algo apresurado, el rubio y su novio habían empezado a vivir en la Malfoy Manor un año después de haber comenzado la relación.
Era una de esas, de las que parecen recién sacadas de una comedia romántica, donde había momentos moñas, carantoñas, discusiones, peleas que después se arreglaban en la cama,y cómo no, una confianza mutua que dejaba paso al más grande de los sentimientos. El amor.
Parecía ser tradición que todos los domingos por la tarde James y Draco se quedaban en casa, acurrucados en el sofá y tapados con una menor había intentado cambiar y tener una imagen más adulta en las últimas semanas, parecía ponerse nervioso cada vez que salían en el periódico, y a pesar de que Draco le había asegurado que le gustaba tal y como era, sin cambio alguno, con sus toques infantiles; él parecía tener bastante claro que debía aparentar ser más maduro, al menos cuando ambos estuvieran en eventos importantes o cara al público; pues como era de esperar, las críticas no hicieron más que lloverles cuando su relación se formalizó por fin.
—¡Soy el señor de la oscuridad, la muerte se avecina!—Las palabras de James habían causado que en el semblante de Draco se alzase una ceja casi que de forma automática. El rubio se acercó a su novio y le quitó la manta de la cabeza como si se tratase de un niño pequeño. Le dio un beso en la coronilla y se acercó a su oído para susurrarle.
—Ambos sabemos que te aterrorizas con las películas de miedo.—La cara de James pasó a un escarlata Gryffindor ante las palabras del Malfoy, aquello no era justo; sin embargo a Draco, le había parecido lo más adorable que había presenciado en mucho tiempo.
Un beso en los labios. Un sello. Una promesa que parecía decir: "Cada vez que veamos una película de terror, podrás enterrarte en mi cuello y compartir mi manta, señor de la oscuridad."
