Este año me decidí a participar de lleno en la Marissonshipping week 2017 y como en tumblr lo organizaron muy bien, pues ahora les traigo este mini fic sobre cada día de la semana con la temática de la lista.

Cada capitulo es independiente, y lean las notitas en (*) son por si no entienden algo, ahí se aclaran. Trataré en lo posible publicar cada día que corresponda, aunque me caigan los exámenes de inicio de semestre o lo que sea.

Dejado de lado las formalidades. ¡Feliz Marissonshipping Day 2017! Joder (?) Estoy realmente feliz por el recibimiento que tuvo mientras lo promocionaba en Tumblr y Deviant Art, es como si quisieran una excusa para volver a dibujar sobre ellos o escribir. Estoy algo nerviosa por ver como avanza esto durante la semana, y por como me quedaran los capítulos.

Es el primer Marissonshipping Week que participaré tan activamente.

En fin, les dejo el primer capitulo, disfrútenlo, digieranlo, saboreenlo y, sobre todo, ¡Gracias por leer!


Aclaraciones

(*) Edades Alain: 20 ; Mairin: 15.
(**) Mairin ya admitió sus sentimientos, sin embargo; Alain aún no los aclara. Así que ambos están en un limbo con sus emocioné que suelen pasar a segundo plano por el entrenamiento de Mairin y la investigación de Alain sobre la Mega evolución.
(***) Ellos atrapan nuevos pokemon es cada región que visitan, Alain permuta a los pokes de su equipo con los nuevos (excepto a Charizard) Mairin hace lo mismo (y se lleva a Chespie con ella)


Pokemon no me pertenece, de ser así, ¡El Marissonshipping sería canon!


We Found something || Marissonshipping Week 2017

I.- Primera Cita. || "No es una típica cita"

Decir que estaba nervioso era ser muy suave, ya iban cuatro veces que se miraba en el espejo para revisar su cabello y ropa, que no pareciera que se había pasado toda la mañana en buscar un atuendo que le quedara bien y a la vez pareciera casual. Y sólo podía notar los nervios en su rostro.

Era increíble y a la vez estúpido como una salida por la ciudad común y corriente que sólo se le cambiaba el nombre provocaba tantas cosas, de un "salgamos por ahí" a "Si gano, quiero una cita".

Con el tiempo, ella se había vuelto mucho más impulsiva, y parece que él cedía con mayor facilidad.

– ¿Qué piensas, Charizard?

Su mejor amigo, que está sentado en el suelo con algunos bocadillos para pokémon, le miró por completo por ya cuarta vez en una hora, lo pensó unos minutos y asintió aprobando el conjunto sencillo.

– Si, ya estas cansado de esto – Suspiró Alain, colocando sus brazos en su cadera.

¿Por qué tenía que decir cita? Si fuese como siempre, ahora mismo no estaría así. Maldita niña, y maldita sea su buena estrategia en el gimnasio.

– A aprendido muy bien. – Gruño por lo bajo. Aunque verla ser tan fuerte en batalla gracias a sus consejos le alegraba.

El gruñido de Charizard lo hizo volver a la realidad, movió la cabeza para despejar su mente, ahora tiene que ver dónde la llevará, no conoce muy bien Teselia, y es la primera vez que están en Ciudad Porcelana.

De hecho, cuando llegaron lo primero que ella hizo fue ir al gimnasio a retar al líder, se tomó la molestia de estudiarlo y ordenar varios posibles escenarios en su cabeza, más que nada en caso de que las cosas se complicaran, aunque con todo lo que aprendió en las regiones anteriores y con los consejos de, aunque no le gustaba admitirlo, otras personas a parte de él, ella lograba salir adelante.

Tal parece que de los dos, ella es quien mantiene mayor potencial como entrenadora al no saber bien que dirección tomar en su camino. Su curiosidad la hacía aprender un poco de todo lo que le rodeaba y lo combinaba cuando podía.

Alain se dio cuenta que, otra vez, estaba divagando.

– Alain – Escuchó desde la puerta del baño, un tono similar al que ella usó ayer después de vencer al líder de gimnasio. – ¿Ya?

– Sale de una vez – Se rió él por el cambio de tono a uno ligeramente avergonzado.

La puerta del baño se abrió con cuidado, los ojos de Mairin fue lo primero que pudo apreciar, hasta que el gruñido de un Darumaka que salió rodando del baño llamó su atención. El pequeño rodó hasta los pies de Charizard, dio un salto para reincorporarse y le sonrió.

– Maka, no molestes a Charizard – Advirtió Mairin saliendo de una vez del baño y tomando entre sus brazos al pokémon tipo fuego.

En cuanto Maka se percató de que descansaba en los brazos de su entrenadora, ocultó sus patas y cerró los ojos, Mairin sintió como la temperatura de su pokémon bajaba.

– Ya se durmió...

– ¿Pensaste en algún lugar al que quieras ir?

– Hay una heladería famosa en la ciudad. Necesito probar esos helados

– Suena bien para mi.

– Aunque, esto no parece una cita...

Alain se tensó un momento, enfocando su mirada en la joven. Esperó unos minutos a que ella continuara explicando su idea.

– Es que ir a comer helado no es muy diferente de lo que hacemos otras veces.

– Iremos a pasear por la ciudad.

– Eso también lo hacemos. Lo que la gente hace en las citas nosotros ya lo hacemos cuando viajamos.

– Entonces, ¿para qué quieres una cita?

– No sé, siempre dicen que las citas con el chico que te gusta te hacen sentir nerviosa y ansiosa.

Escuchar nuevamente de su parte esa frase de "Me gustas" tensa sus músculos, lo deja pasar por que no es lo primordial, nos es eso a lo que debe ponerle atención por ahora. Traga saliva para calmarse un poco y le susurra con cuidado:

– Pero...

– Pero no me siento así * Se sincera ella, y algo dentro de Alain se irrita * ¿tú estás nervioso Alain?

Si, lo está, muy nervioso y ansioso por que no sabe como demonios es que una palabra cambiaba tanto su estado. Aunque trató con todas sus fuerzas de parecer normal, de que esto sólo era una salida más con ella. ¿Por qué no podía ser así? Por que Alain entiende todo lo que implica esa palabra, y que lo que siempre hicieron como amigos ahora lo hacen con otro motivo, otra fuerza mueve sus pensamientos, una fuerza que le hace querer salir corriendo pero que no le permite mover las piernas.

Charizard gruñe, para llamar la atención de Mairin, ella avanza a paso lento por la sala hasta el pokémon y le acaricia la cabeza con cariño.

– ¿Tú que piensas Charizard?

Otro gruñido seguido de una sonrisa, que ella interpreta como un "salgan y diviertanse"

– Si, eso haremos.

– ¿Quieres dejarlo para otro día?

– No, salgamos. Una cita, una salida como antes ¿realmente importa la etiqueta?

Una vena de hincha en la frente del entrenador, advirtiendo como ella le pone de los nervios ¿Cómo puede estar tan tranquila? ¿Cómo puede decir cita con esa sonrisa pacifica?

Alain se acercó hasta Mairin colocando su mano sobre su cabeza, despeinando su cabello rojizo de paso, y haciendo presión sobre ella. Se siente irritado, por su culpa se siente ridículo e irritado.

– Entonces no estés por ahí diciendo "cita, cita" sin pensar en los demás.

– A-Alain – Se queja ella tomando su mano – ¿Por qué–ay estás tan enojado?

Retira su mano, traga aire y le da la espalda sin querer contarle nada de lo que pasaba por su cabeza justamente ahora. Él sí estaba nervioso por esto, sí estaba ansioso y otras cosas estúpidas se le cruzaron por la cabeza por culpa de su petición idiota.

Mairin regresa a Maka a su pokeball y se soba la cabeza haciendo un pequeño puchero, no entiende por qué está así de irritado, solo puede mirar a Charizard por algo de consejo o apoyo moral para esta situación, no encuentra mucho más que una pequeña negación por su parte y los pasos pesados de Alain por la habitación.

– Te espero afuera – Dice como último comentario antes de cerrar la puerta tras de si.

Ella espera unos segundos en silencio, cuando siente que él ya no entrará en la habitación por sorpresa deja que sus rodillas cedan y cae al suelo.

– No entiendo – Le murmura a la pokeball en su mano.

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Bajó las escaleras del segundo piso del centro pokémon, se aseguró de que la enfermera cuidara de alguno de sus pokémon y llevó – sólo por si acaso – a uno nuevo que capturó, además de Unfezant, de seguro él estará feliz de volar por cielos natales. No pasó mucho tiempo hasta que la chica bajó también, detrás de ella viene Charizard, ambos buscan a Alain con la mirada hasta que lo ven cerca de la recepción principal.

– ¿Aún quieres ir? – Le pregunta ella desde una distancia prudente, Alain asiente con tranquilidad, Mairin aun no sabe por qué está tan molesto, pero presiente que es por algo que dijo, así que trata de no tentar más el animo del chico. – Los helados nos esperan.

Alain metió a Charizard dentro de su pokeball y la guardó junto a las otras dos que lleva consigo. La enfermera se despidió de los entrenadores.

El mar es lo primero que pueden ver al salir, su extenso territorio y el puente por el que cruzaron antes, los barcos en los puertos principales y sus marinos descargando la mercancía junto a algún que otro entrenador que se coló por ahí, los residentes, los turistas y los entrenadores junto a varios pokémon completamente nuevos para los entrenadores.

Teselia tiene mucho que ofrecer, y lo notaban con ver solamente está ciudad. Aunque ahora están para otra cosa.

Mairin es quien avanza primero, comenzando a contarle más o menos su enfrentamiento contra Camus, Alain no fue a ver su batalla pues como era parte de una apuesta, se decidió que no fuese al encuentro -seguro él no se aguanta y le daba algún consejo en medio de la batalla- Ella volvió a mostrarle la medalla con orgullo.

– Camus es fuerte, fue muy divertido enfrentarme a él.

– Ojalá hubiese visto tu batalla – Le comentó Alain – Estoy seguro que aun hay aspectos que mejorar de tus estrategias.

– Alegrate por mi. – Se queja.

Alain deja de caminar, ella le imita, se asegura de verle a los ojos y regalándole una pequeña sonrisa pronuncia sólo para ella.

– Felicidades, Mairin.

Él reanudó su camino, mantuvo la mirada en el horizonte, con la excusa de no conocer bien la ciudad, pero en realidad, necesitaba esquivar la brillante mirada de Mairin tras decirle esas simples palabras.

Ella quedó unos segundos anonadada, Alain ya la había felicitado ayer cuando le mostró la medalla recién ganada, pero ahora se sentía diferente, más que un halago, ¿Es por la cita? ¿Es por eso, no?

– Por qué me hace esto – Susurra cubriendo su rostro con ambas manos.

Es por que no se lo esperaba ¿cierto? Por que él se lo dijo desprevenida.

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La Porceheladería no está muy lejos del Centro pokémon, aunque su popularidad fue reflejada en cuanto ellos llegaron a la Calle de la Moda, un publico enorme obstaculizaba el pequeño local y apenas dejaba pasar a los residentes que poco o ningún interés tienen en lo que pasaba ahí.

– Así que... – Murmura Alain.

– ¡Por qué está tan lleno! – Se queja ella, gruñe después de eso y avanza hacia el centro de la multitud a zancadas que sorprenden a Alain.

– Espera un momento – Pero es tarde, ella ya está atravesando a la gente.

Desde el centro, por donde se puede apreciar un pequeño carrito de helados, hay una muchacha vestida con un exagerado traje rosa de mesera, en su mano derecha sostiene un megáfono y apunta hacia la multitud.

– GRACI-AS – Toda la gente se cubre los oídos y ella aleja su voz del aparato, da una pequeña disculpa con la mirada y ajusta el volumen – ¡Gracias a todos por venir!, hoy es el aniversario de la heladería, y hemos organizado un pequeño torneo para ustedes, el primer premio es una dotación anual de Porcehelados para los ganadores, ¡Escucharon bien, es un torneo de parejas! Así que busquen un compañero para la ocasión.

Los murmullos no se hicieron esperar, la gente comenzaba a buscarse entre sí, hasta que la chica volvió a hablar.

– Las bases del concurso se las entregaremos aquí mismo y pueden inscribirse de inmediato, el torneo será de batallas dobles ¡Preparen sus mejores estrategias dobles! Y ¡DIVIÉRTANSE COMO NUNCA!

Alain pudo ver entre la gente como Mairin trataba de salir sin ser aplastada. Aunque por su poca altura y lo delgada que es no le costó pasar entre la multitud, finalmente ella pudo llegar hasta el entrenador.

Él pensó por un momento que este contratiempo la desanimaría, que cambiarían de heladería y seguirían el plan original.

– ¡Participemos! – Ella extendió los papeles con las bases y la hoja para inscribirse en el torneo – ¡Ganaremos, estoy segura!

Estúpido de su parte pensar eso, ella ya conoce el gusto por las batallas y nunca se niega a una.

– Me lo temía – Mintió, pero la mueca en la cara de Mairin lo vale, ella se queja un poco pero le acerca de todas formas las bases del concurso.

– Esto si parece una cita – Le dice como broma.

– Es mejor – Le contesta Alain.

Siempre dan paseos por las ciudades, y van a comer helados, pero participar en torneos locales no por obligación, sin tomarlo como un entrenamiento o por algún objeto que necesiten en su investigación, sólo por diversión.

"Torneo de Ciudad Porcelana, ¡Porcehelados a montón!

Bases:

Cada entrenador sólo puede tener un pokémon en su equipo.

El pokémon usado no debe exceder el nivel 22.

La batalla termina si uno de los pokémon del otro se debilita.

No se pueden usar objetos en batalla, ni los pokémon pueden cargar con alguno.

Si un pokémon sale del campo de batalla será considerado "fuera de combate"

Los combates tienen un limite de tiempo de 5 minutos a reloj"

– No parece difícil, ¿Traes contigo a Whirlipede?

– Casualmente – Afirma Alain tocando la pokéball con su mano.

– Maka viene conmigo – Ella sonríe, le entiende la solicitud al chico para que este la complete.

Alain le pide que se de la vuelta y usar su espalda como mesa, y con un lápiz – sabe Arceus de donde salió – él comienza a rellenar los campos solicitados, el nombre, la región de origen, el nombre del pokémon y su especie.

Entregaron la solicitud, y ya solo les quedaba esperar que el torneo iniciara, con un margen de 20 minutos para el primer combate de ellos. Hasta que un par de entrenadores los encararon, parecía que aún estaban procesando a la persona que tienen delante, ignorando a Mairin.

– ¿Es él? – Preguntó uno, no muy disimulado.

– ¡Claro que es él, idiota! – Le gritó el otro dándole un pequeño golpe en el brazo.

– Esta fama tuya por ganar la Liga Kalos es un poco molesta – Le murmuró Mairin, obviando la emoción en los rostros de los entrenadores.

– No es mi culpa – Se excusa Alain aunque la sonrisa de superioridad adorna su rostro al instante.

Ella mira hacia otro lado, más por culpa del fuerte brinco en su pecho por esa sonrisa que por su molestia.

– ¡Usted es Alain! – Gritaron ambos.

El chico asintió sin mucho interés, los dos entrenadores dieron un grito de asombro y se murmuraron cosas que ninguno logró escuchar bien por la velocidad y emoción con la que hablaron.

– ¿Participará en el torneo?

– Claro.

– ¿Significa que tendremos la oportunidad de luchar contra usted?

– Si ganan suficientes combates – Contesta Mairin colocándose muy cerca de Alain. – Deben ganar el derecho a luchar contra él.

Ella está fanfarroneando, en venganza por ignorarla antes, Alain lo sabe, pero dadas las circunstancias la deja ser. Porque, aunque no se lo dirá nunca, le gusta que ella alardeé sobre sus habilidades, le gusta escuchar de sus labios que él es invencible, el más fuerte.

Aunque eso no sea cierto y, aún cuando ganó una liga regional, le falta mucho por aprender en el combate.

– ¡Lo lograremos! – Gritan ambos, empuñando sus manos – Ganaremos todos nuestros combates y nos enfrentaremos a Alain.

Con ese grito de guerra, el par de marchó de ahí a planear alguna estrategia que les asegurara la victoria en sus combates.

– Y se olvidaron de mi – Murmura Mairin cruzándose de brazos.

– Demuéstrales que vales la pena tener en cuenta – Le anima Alain colocando su mano sobre su cabeza – En una batalla que no olviden nunca.

– Eso planeo.

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La misma chica de antes, acompañada de un par de muchachos que vestían con traje en tonos rojos, se ubican al centro de la Plaza Central Porcelana, justamente detrás de la fuente de agua. Ella trae consigo su megáfono, pronto los concursantes se acercan a la misma esperando instrucciones.

– ¡Los enfrentamientos son al azar!, así que les pedimos a los participantes que estén atentos a sus nombres cuando los llamemos.

Poco a poco los concursantes fueron llamados y las batallas dieron comienzo, la primera ronda de eliminación, rodeo toda la plaza en batallas dobles. Una de las primeras batallas que Alain y Mairin pudieron ver fue la de los chicos de antes, parecen ser hermanos y que sus viajes no habían comenzado hace mucho.

Un Woobat y un Zubat, fueron lanzados al combate por parte de ellos, los otros entrenadores – una pareja – mandaron a Gothita y Solosis, los cinco minutos fueron puestos en el cronometro, el referi miró a ambos lados, asintió y presionó el botón; cuatro minutos cincuenta y nueve segundos.

– ¡Zubat, supersónico! – Ordenó, dando inicio a la pelea.

Las ondas viajaron directamente a Gothita y Solosis. La pareja respondió de inmediato ordenando un ataque en conjunto.

– ¡Psiconda! – Dijo la entrenadora de Solosis.

– ¡Confusión, Gothita!

El rayo multicolor recorre parte del campo pero es esquivado por ambos pokémon voladores. Confusión solo consigne lo mismo, separando a ambos pokémon rivales a cada lado del campo que delimita la batalla.

Zubat fue el elegido para caer en la trampa, por suerte Gothita no fue afectado por el supersónico, así que aprovechando que aun estaba en pleno vuelo lo acorraló en la orilla del campo.

– ¡Doble bofetón! – Gothita acertó el primer golpe, aunque se tomó su tiempo dar el segundo cosa que el entrenador del Zubat se dio cuenta utilizándolo a su favor.

– Mordisco ¡Ya!

Para cuando el segundo golpe fue ejecutado, Zubat abrió sus fauces para atraparlo, bloqueando el golpe y de paso acertando un eficaz ataque al tipo psíquico. Gothita quedó atrapada por su rival, su entrenador se puso nervioso al ver que su pokémon no iba a ser liberado tan fácil.

– ¡Gothita, destructor! ¡Has que te suelte!

Repetidos golpes cayeron sobre el rostro del Zubat pero este no soltaba el pequeño brazo, como si esa fuese su cena. De inmediato la entrenadora optó por ayudar a su compañero.

– Solosis, ayuda a Gothita, ¡Poder Oc...!

Pero la orden fue demasiado larga como para completarse.

– ¡Tornado! – Y el entrenador del Woobat fue mucho más rápido que ella. – ¡Mantenlos alejados!

Solosis quedó al margen del campo de combate, ya dos minutos habían pasado del inicio del combate, la ventaja de tipos jugó la primera carta y parte del combate era de ellos.

Pero aun no es suficiente. Si ellos quieren luchar contra Alain, deben asegurar una victoria aplastante, como él en la Liga Kalos.

– Zubat, neblina.

De su boca y sin soltar el brazo del pokémon, comienza a salir una bruma blanca y gruesa nublando la vista del tipo psíquico y ocupando al tipo volador, por fin el destructor – o eso cree el entrenador – hace que Zubat suelte a Gothita. La niebla oculta a los rivales del otro, Gothita corre hasta llegar junto a Solosis.

– ¡Supersónico! – Escuchan detrás de la niebla, las ondas de sonido llegan justo a Gothita, quien esta vez no puede liberarse del efecto, sus ojos pierden el horizonte y ya no sabe hacia donde correr.

– ¡Gothita! ¿Estás bien, puedes atacar?

– ¡Solosis, resguarda a Gothita! – Ordena la entrenadora y su pokémon no espera nada más, usando su cuerpo como escudo. – Será mejor que te calmes, la niebla se disipará pronto o lo harán ellos con su siguiente ataque.

– ¿A qué te refieres?

Ella sonrió, su mirada no se despegó del campo de combate; la niebla está a mitad del campo, ella calculaba por lo menos un par de metros de ancho como para que las siluetas no se vieran y esperaba que esto fuese en ambos sentidos. Debió ser cosa de suerte que acertaran el supersónico, seguramente calcularon la ubicación de Zubat en proporción a la velocidad en que Gothita corriera, saben que ambos querían mantener cerca a ambos pokémon y hacer ataque combinados de tipo psíquico, lo intuyeron con el primer ataque.

Ese error fue de ella, lo admite. Ahora, con esa capa tapando la visión de ambos bandos era cosa de tiempo para que atacaran con el segundo tipo de ambos pokémon rivales; sólo les quedan ataques a distancia.

– Solosis, recuperación. – Ella no perdió tiempo, debía esperar el ataque enemigo para averiguar su ubicación y atacar, ademas de esperar que el efecto de la confusión de Gothita pasara.

Lo más peligroso era el mordisco del Zubat, el resto lo podía manejar sola.

Un minuto y medio en el marcador.

– ¡Aire afilado!

Escuchó, buscó con la mirada a la vez que Solosis terminaba de recuperar sus energías. El ataque no logró darle, es más, dio varios metros lejos de la ubicación de los tipo Psíquico. Ella sonrió, tenía un plan.

– ¡Psiconda! Apunta bien Solosis – La mano de la entrenadora apuntó a la dirección de donde provenía el ataque, Solosis envió su ataque, el cual chocó contra algo. Parecía que había dado en el blanco, eso pensó ella.

Cincuenta segundos en el marcador.

– ¡Aire afilado! – Esta vez lo dijeron ambos entrenadores. Con sigo varios ataques que se acercaron a la posición de los topo psíquico.

– ¿Están lanzando ataques al azar?

– No – Negó ella, no podían ser al azar – Planean algo.

La niebla se esfumó por la cantidad de ataques lanzados sobre el terreno, pudo ver a Woobat lanzando otro aire afilado mientras avanzaba hacia el par de tipo psíquico. Por la velocidad en la que iba ella sólo optó por lanzar un ataque directo, su plan no funcionaría ahora.

– ¡Poder oculto!

Woobat recibió el ataque de lleno. Algo extraño, pues dejó de atacar en cuando poder oculto fue ordenado. ¿Por qué?

– ¡Gothita!

– ¡Mordisco!

Zubat estaba detrás de Woobat, salió de su escondite en cuanto el ataque le dió a su compañero, aprovechando los segundos en que Solosis se recuperaría del ataque y de la confusión de su etrenadora. Esquivó al Solosis mordiendo de inmediato a la aún confundida Gothita quien no pudo hacer nada más que gritar de dolor por el ataque.

– ¡Solosis, usa...!

– Tiempo.

El referí extiende sus brazos hacia ambos lados. Su reloj cuatro ceros marcaban el termino del tiempo, y en el campo de combate aun en pie están Woobat y Zubat, Solosis permaneció en su posición pero la pequeña Gothita esta en el suelo debilitada.

La mano del referí apuntó hacia el par de hermanos que chocaron sus manos en el aire celebrando la victoria. Woobat y Zubat volvieron con sus entrenadores recibiendo felicitaciones de su parte.

La pareja regresó a sus pokémon a sus pokeball y sonrieron cazados, admitiendo la derrota.

– Seguro alcanzamos a ver la batalla de Alain – Dijo uno de ellos.

Dos campos de batalla improvisados más allá y después de una carrera, ambos se encontraron con el final de la batalla de Alain.

– Y con tres minutos completos en el marcador, la victoria es para el dúo Alain-Mairin – Expresó la referí señalando con la mano derecha al par.

Mairin abrazaba a su Darumaka mientras la felicitaba, Alain, en cambio le dio un bocadillo a Whirlipede como premio.

"Terminaron la batalla en dos minutos" Pensaron los hermanos.

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La ronda final estaba a la vuelta de un combate para ellos, aun tienen en mente el poco tiempo que necesitaron ellos en su primer combate y que siguieron esa cantidad a lo largo del torneo, como si fuese una declaración de guerra para el resto de participantes.

A duras penar pudieron terminar su ultimo enfrentamiento en menos de 4 minutos, sentían un presión invisible sobre sus hombros tras eso, cada batalla que vieron de ellos, en exactos dos minutos los pokémon de sus rivales yacían muy golpeados o debilitados.

La experiencia de un campeón de liga regional, y lo que sea que tuviese esa chiquilla que lo acompaña, no la conocían pero para hacer de dupla con él debía tener fuerza en los combates.

– En la esquina blanca, tenemos a dos entrenadores, un par de hermanos, conozcan a Luis y Jeff junto a sus Woobat y Zubat.

Antes de darse cuenta ya están en la ronda final, sus pokémon los miran preocupados, y ellos mantienen la mirada hacia el frente, rebosando confianza, tranquilidad y sólo uno de ellos sonríe con inocencia.

La misma chica que antes ignoraron.

– En la esquina negra, dos entrenadores de la lejana región de Kalos, ante ustedes Alain y Mairin con Whirlipede y Maka.

– ¡También es nuestra primera cita! – Grita Mairin hacia la referí. El publico ríe a la vez que Alain parece regañarla por decirlo, ella no parece arrepentida de nada.

La mirada de Mairin va desde su compañero de batalla hacia los chicos de enfrente, les apunta manteniendo su sonrisa y susurra algo que ellos agradecen no comprender. Su mano se extiende hasta dejar los cinco dedos en la mira, poco a poco los baja y sólo deja en alto dos de ellos.

– ¿Una rivalidad? – Pronuncio con diversión la referí. – ¿Será que usaran sólo dos minutos contra Luis y Jeff como en sus batallas anteriores?

– Nos lo buscamos – Dice Luis. Jeff no parece tan tranquilo.

– Tal parece…

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Los cinco minutos fueron colocados en el reloj, la mano de la referí se mantuvo en alto, miró a ambos lados, presionó el botón de inicio de su cronómetro a la vez que bajaba el brazo.

– ¡Aire Afilado! – Como si quisieran comenzar con todo, Luis y Jeff ordenaron el ataque al mismo tiempo. La ráfaga de aire doble amenazaba con atacar primero a Whirlipede.

– Desenrollar – El tipo bicho, a pesar de la desventaja comienza a rodar sobre sí mismo para desviar el ataque, y de paso separa a los tipo volador dejándolos a cada lado del campo de batalla.

– ¡Maka, Calcinación!

Mairin optó por lanzar el siguiente ataque, la pequeña Maka adelantó unos pasos y lanzó su ataque, que en combates dobles le da a ambos contrincantes. Tanto Woobat como Zubat recibieron de lleno le calor de las llamas de Calcinación.

– Ese Darumaka será un problema, ¡Zubat, Supersónico!

Las ondas le dieron, confundiéndola de inmediato, la pequeña Maka comenzó a balancearse de un lado a otro parecido a un baile.

– Ah, demonios – Se quejó Mairin. – Te lo encargo, Alain.

– Avisame cuando puedas, les diste dos minutos a los pobres.

– Ups…

Medio minuto pasó, Alain tomó aire y lo soltó.

– Whirlipede, Desenrollar. – El bicho se acercaba a la posición del Woobat, pero este lo esquivo dos veces seguidas.

El tipo bicho mantuvo su cuerpo en movimiento Alain calculaba que le quedaban dos más aproximadamente y se terminaría el efecto. Luis y Jeff ordenaron a sus pokémon que se mantuvieran lejos de la superficie para así poder liberarse del ataque, por ahora su prioridad era sacar del camino al Darumaka, a un bicho lo pueden anejar con un par de ataque tipo volador.

O eso pensaron.

– ¡Usa tus antenas para saltar! – Ordenó Alain, dos ataque más, solo necesitaba que whirlipede diea uno al Woobat.

Las pequeñas antenas del pokémon le dieron impulso suficiente como para dar un salto que no se esperó el Woobat, a duras penas esquivó el ataque directo, siendo una de sus alas la afectada. Su vuelo fue más bajo, ahora está muy cerca del suelo.

– ¡El último!

– ¡Woobat, Tóxico!

El ácido salió de la boca del Woobat empapando al tipo bicho que perdió la velocidad de sus vueltas desviando su ataque. No surtió efecto, pero el pokémon psíquico/volador se había salvado de un ataque directo con lo que su entrenador calculaba un 960 de potencia contenida.

Un minuto en el reloj.

– Pudiste usar tornado – Le susurró Jeff. Su hermano rio avergonzado.

– Lo nervios…

– La idiotez.

Whirlipede terminó frente a su entrenador, se sacudió el veneno del cuerpo y fijó su mirada en el Woobat que suspiraba aliviado. Aunque el bicho no está nada contento con la situación.

– ¿Cómo vas Mairin?

– Maka necesita un turno más.

– Bien, ¡Whirlipede, Chirrido!

Las ondas de sonido atacaron al Zubat, quien no pudo mantener la altura de su vuelo quedando más cerca del suelo, casi a la altura del Woobat.

– Están preparando algo, Luis, mantente alerta.

– ¿Te das cuenta que no hemos tocado a ese Whirlipede? – Rio Luis aunque eso no le divertía, Jeff chasqueó la lengua molesto.

– ¿Con eso tienes? – Preguntó Alain, ella solo le dio una sonrisa de lado – Nos queda un minuto.

– ¡Maka, Excavar!

La pequeña Maka que se había quedado al margen del combate, movió su cabeza de un lado al otro concentrándose de una buena vez, y con sus patitas cavó un agujero profundo.

Woobat y Zubat volvieron a alzarse en vuelo, con un poco de dificultad por el daño recibido.

– ¡Whirlipede, Picotazo venenoso al Woobat! – Pequeñas agujas venenosas viajaron hacia el Woobat que las esquivaba con facilidad en el aire.

– ¡Zubat, Supersónico! – Jeff se siente confundido por la poca potencia y precisión con que es lanzado ese ataque en comparación con el desenrollar, sólo trata de continuar con el combate.

– Protección – Ordena Alain con tranquilidad.

– ¡Calcinación! – Grita Mairin, de la tierra salta Darumaka quien no espera ni un segundo y lanza su poderoso ataque tipo fuego que da de lleno en las espaldas de los tipo volador quienes caen al suelo.

Un minuto y medio, Mairin sonríe y Alain baja los hombros.

– Sigues enfadada, ¿eh? – Le comenta con una pequeña sonrisa de burla.

– Para nada. – Contesta ella.

Luis toma el siguiente ataque, si no pueden sacarse al Darumaka de encima, quitaran al Whirlipede de en medio. Le da una mirada a su hermano, y cambian papeles de atacante y defensor.

– Zubat, Niebla hacia Darumaka.

Una gruesa capa de neblina bloquea la vista de la pequeña Maka, Jeff sonríe y le da un toque a su hermano Luis.

– ¡Woobat, Tornado!

El pokémon se levanta del suelo y bate sus alas con fuerza creando un tornado que viaja en dirección al Whirlipede a toda velocidad. Alain reacciona ordenando protección, confiando en que funcione por segunda vez, tanto él como Mairin se sorprenden de que los pokémon de los hermanos se puedan levantar después de la tercera Calcinación.

Para su suerte protección hace efecto y tornado solo queda en un intento de contra ataque.

– ¡Aire afilado! – Vuelve a ordenar Luis.

– Desenrollar.

El ataque vuelve a ser inefectivo por desenrollar, para mala suerte de los hermanos el ataque no se detiene.

– ¡Maka, Excavar!

No han pasado ni diez segundos. Pero Mairin quiere terminar el combate en menos de dos minutos.

Zubat y Woobat alzan el vuelo mucho más que antes, tratan de hacer tiempo y de que el bicho no pueda alcanzarlos con el salto de sus antenas.

Pero, ¿Que sentido tiene que el Darumaka use excavar contra los voladores, tratará de usar calcinación otra vez?

La niebla tampoco deja ver su ya salió del suelo, ahora Jeff se recrimina que dure tanto ese ataque, tal vez debió esfumarlo con aire afilado antes de subir.

Whirlipede no detiene su ataque y corre hacia la niebla para sorpresa de todos los presentes.

– ¡Atenta Maka! – Grita Mairin.

Antes de que Luis pueda comprender todo eso, ve a Whirlipede salir de entre la niebla como un proyectil hacia Woobat, trata de ordenar que lo esquive, pero la velocidad no es solo de un salto con antenas, ¿qué pasó en esa niebla?

El ataque lo golpea, Whirlipede deja de dar vueltas y queda quieto en el aire.

– ¡Picotaso venenoso! – Ordenan desde abajo.

El ataque no es esquivado, Woobat cae al suelo disipando la niebla poco a poco y dejando a Maka con medio cuerpo fuera de la tierra, ha marcas del desenrollas cerca de ella. Luis comprende que usó, aunque Jeff sólo trata de ver si Woobat está consciente.

– Perdimos – Susurra Luis colocando su mano sobre el hombro de su hermano, ve confusión en su mirada.

Dos minutos y medio son marcados en el reloj de la referí.

Mairin se mantiene atenta a ordenar un ataque si es que ve movimiento del Woobat, pero Alain coloca su mano en su cabeza y niega.

– ¡Y en dos minutos y medio! ¡Woobat está debilitado, dándole la victoria a Alain y Mairin! – Señala la muchacha apuntando con su brazo hacia el par de la esquina negra.

Mairin relaja sus hombros y deja escapar un suspiro, su mirada se calma. Ve como Maka se acerca a ella corriendo con todas sus fuerzas esperando un nuevo abrazo de su entrenadora y ella los extiende para atraparla.

– ¡Maka, te luciste igual que en el gimnasio!

Whirlipede rueda hasta Alain y cierra sus ojos, él solo quiere descansar en su pokeball. Su entrenador acaricia su lomo con cuidado y lo carga en sus brazos.

Los aplausos llenan la plaza, los nombres de Mairin y Alain son vitoreados con alegría y ellos solo saludan al publico.

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Mairin se deja caer sobre la cama del centro pokémon ocultando su rostro en la cabecera, mueve sus pies contra el colchón aun emocionada por el pequeño torneo que acaba de ganar junto a Alain. Maka está durmiendo en su pokeball, Whirlipede igual, Alain por su parte acaba de salir del baño con la pijama puesta.

– ¡Alain! – Le grita ella, el chico la mira de reojo un segundo y sigue caminando hacia su propia cama. – ¡Es la mejor cita del mundo!

– Fue más el torneo que una cita – Le corrige él sentándose en su cama.

– Pero eso lo hace más divertido, pasear, comer helado, o conversar, son cosas que hacemos todo el tiempo – Relata ella sentándose en su cama y mirar al entrenador de frente – Pero es la primera vez que participo en un torneo junto a ti.

Él asiente con una sonrisa en el rostro.

– Gracias por no obligarme a ver ropa ni esas cosas – Suspira él.

– Ni a mi me gustan esas cosas – Ríe Mairin. – ¿Podemos volver a tener una cita así?

– Todas las que quieras – Le responde Alain, sorprendiendo a la joven – Siempre y cuando, no interfiera con tu entrenamiento, señorita.

Ella suelta una sonora risa y cae sobre su cama, se siente demasiado feliz por todo lo que pasó en el día, por todo lo que pudo hacer en ese torneo y por lo que dijeron al final Luis y Jeff sobre ellos.

"Definitivamente te tendremos más en cuenta Mairin… Sobre todo después de hacer una gran pareja de combate junto a alguien como Alain"

Mairin se cubrió el rostro al sentir como sus mejillas se tornaban coloradas, muchas sensaciones dentro de su cuerpo.

"Algún día, cuando seamos más fuertes, por favor, tengan una nueva batalla contra nosotros"

Alain se queda mirando a la chica, ve como ella se ríe sola y da vueltas en la cama, sabe que está feliz, lo hace después de ganar una medalla.

– Alain… – Susurra de pronto ella.

– ¿Qué?

Ella guarda silencio, mueve un poco sus dedos de su rostro mirando al muchacho, a penas se ve parte de su sonrojo, el cual va aumentando por sus propios pensamientos.

"Definitivamente, me gustas mucho Alain"

– Buenas noches – Sonríe ella, cubriendo su cuerpo con las mantas y apagando la lampara pequeña.

– Buenas noches – Le contesta él imitándola, apaga su propia lampara y recuesta su cabeza en la almohada cerrando los ojos.


Notas Finales: ¡Ah! termine este un día antes de que comenzara la Marissonshipping Week, y aun no termino el resto. ¿Por qué soy así?

Dejando de lado eso, ¿qué les pareció? ¿Cómo quedaron las peleas? Son de las primeras que escribo y me tomo más del tiempo estimado, lo peor es que no será la ultima que escriba en esta semana. *suspira* Es divertido y estresante escribirlas.

Bien, mañana viene el siguiente tema/capitulo.

Por ahora me despido~

#MarissonshippingWeek2017