Simon y Penny nunca se ocultaban cosas. Eran mejores amigos y desde un principio habían impuesto esa regla. Nada de secretos. Que la chica de cabellos morados le confesara que tenía novio era algo que él esperaba. Una cosa natural. Ella era bonita y bastante inteligente.
Además no sentía celos. El vínculo que ellos compartían era demasiado especial para que ese sentimiento lo afectara. Simon sólo esperaba que el chico que Penny escogiera, fuera digno de ella. (Y si el patán hacia llorar a su amiga, aplicaría con él todo lo que el hechicero le había enseñado a hacer con la espada.)
Ahora, que dicho novio resultara ser Baz Pitch, su compañero de habitación, su archienemigo, casi le había provocado un infarto a Simón. ¡Aquello no podía ser posible!
Seguro que Baz estaba tramando algo y estaba usando a la pobre Pen. Quizá la había hechizado, o le había dado alguna pócima. ¡Baz era un patán! Mira que jugar así con el corazón de una chica era bastante ruin. Demasiado bajo hasta para él.
"Mi mejor amiga es novia de mi peor enemigo"
El pensamiento realmente le dolía. Y, le asustaba, más que nada. Le daba miedo que Baz alejara a Pen de él. No eran celos. De verdad que no. Él no era dueño de la chica y ella tenía libertad de hacer lo que le viniera en gana. Pero su bienestar le preocupaba. Penny era todo lo que Simón tenía en este mundo. La única persona que alguna vez se había preocupado por él.
Así que, cuando los veía abrazados, siendo los reyes del sarcasmo, no podía evitar sentir un dolor pesado en el pecho. Los veía juntar sus labios e imaginaba que, la naturaleza vampírica de Baz saldría a flote y entonces habría llegado el momento final de Pen. Y que entonces, su mundo también acabaría.
Simón sólo podía intentar alegrarse por ellos y estar alerta. Siempre alerta.
Se despertó en medio de la madrugada, con pensamientos sobre Penny y Baz aun corriendo por su mente. Le tomó varios segundos notar que todo había sido un sueño. Una pesadilla más bien.
Con la mente más despejada, volvió a acomodarse entre los brazos de Baz. Le sorprendía recordar lo mal que solía pensar del vampiro antes. Y pensar que ahora dormía junto a él, en la misma cama, cada noche. Era medio gracioso.
Si prestaba atención, podía escuchar los leves ronquidos que provenían del cuarto de Penny. Una débil luz se colaba por debajo de la puerta. Seguramente la chica se había quedado dormida mientras estudiaba. Simon sonrió.
El ex-elegido se rio al recordar lo que había estado soñando. ¿Esos dos de pareja? No. Simplemente no. Simon se prometió que dejaría las comedias románticas por un tiempo.
¡Hola!
Bueno, la otra noche estuve pensando en los libros originales de Simon Snow y creo que en universo de Cath, debe haber personas que shippean a Baz y Penny (A lo Draco y Hermione) así que este drabble crack nació. :D
¡Muchas gracias por leer! :D
