A/N: No se, este es un pequeño drabble que escribi por aburrimiento y porque no hay suficiente Jack x Glen en el mundo. No es muy bueno (el drabble), pero JackxGlen necesita amooorrrrrr asi que aqui les dejo un poquito del mio 3

Disclaimer: Creeme si fuera dueña de Pandora Hearts sabria que diablos pasa y Glen y Jack aparecerian mas a menudo...


Hermosos y delicados labios rozaban los pétalos de una rosa, mientras unos oscuros ojos los observaban desde lejos, sin que el dueño de aquellas perfectas facciones faciales se percatara. Llevaban meses así, sus ojos trazando cada perfecta línea del cuerpo de su amigo en secreto, agrietando sus labios con desesperada sed de poder besarlo. Pero claro, Jack estaba fuera de su alcance. Tan cerca y tan lejos…

-Esta es para ti.

Las inesperadas palabras de su amigo lo sacaron repentinamente de su trance. Glen parpadeó por un segundo, sin entender a qué se refería el joven Vessalius ni por qué le restregaba una rosa en la cara.

-…¿Qué?

-Dije que esta es para ti.

Jack le dirigió una gigantesca sonrisa, de aquellas que eran tan típicas suyas, mientras balanceaba la rosa entre sus dedos frente a la nariz de Glen.

-Es que siempre te ves tan triste y gris Glen, necesitas un poco de color en tu vida. Además, el rojo te sienta bien.

Entonces se acercó, demasiado, demasiado cerca, tan cerca que Glen podía delinear cada dorada pestaña de sus ojos, tan cerca que podía devorar con los suyos cada línea que dibujaba el radiante y hermoso rostro de Jack, tan cerca que sus narices apenas rozaban la una con la otra, y su aliento se mezclaba con el suyo, casi podía respirar el mismo aire que Jack respiraba…Que peligrosa proximidad…

Pero tan repentinamente como Jack se había acercado, así se había vuelto a alejar.

-¡Muy bien!¿Ves lo que te digo? ¡El rojo te sienta perfectamente!

Jack cruzó los brazos y se inclinó un poco hacia atrás, como inspeccionando el trabajo que acababa de completar. Glen salió de su estupor y bajó la mirada hacia su chaqueta, que ahora llevaba, entrelazada de alguna manera improvisada por Jack, la rosa que su amigo había besado tan dulcemente con aquellos tentadores labios que Glen no conseguía besar.